Iván Rubio: «Tengo muchas ganas de volver a jugar»

José Luis Royo
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La temporada del capitán del Conquense se vio cortada cuando un reconocimiento médico detectó una anomalía cardiaca. Seis meses ve la luz al final del túnel.

Iván Rubio conduce el balón durante el último partido que pudo disputar en octubre del año pasado. - Foto: C.S.P.

Iván Rubio (Cuenca, 1991), capitán de la UB Conquense ve más cerca su reaparición después de que a finales de la semana pasada los resultados del estudio genético al que se sometió hace varios meses hayan sido positivos. Espera que a finales de esta semana o principios de la próxima la cardióloga del Consejo Superior de Deportes le dé el alta para poder competir.

¿Cómo recibió esta noticia?

Muy contento porque son muchos meses sin hacer lo que más me gusta, las noticias son bastantes positivas, pero ahora tienen que tener una reunión entre los diferentes especialistas y la cardióloga de CSD que será la encargada de decirme si me puede dar el alta federativa o no, y espero que sea así porque no hay ninguna prueba negativa. Tengo muchas ganas de que me den el alta para poder ayudar al equipo.

¿Ha sido duro esta tanto tiempo sin saber los resultados?

Sí, porque cuando te sale una alteración en aspectos cardiológicos, siempre estás a la expectativa. Me dijeron que iba para dos meses y al final han sido cinco desde que me hicieron todas la pruebas. Lo vives con la incertidumbre de saber, sobre todo, si estás bien y una vez que te llaman y te dicen que estás bien te quedas muchísimo más tranquilo. Ahora tengo muchas ganas e ilusión por volver a jugar.

¿Para cuándo espera esa resolución?

Me llamaron el jueves por la tarde y me dijeron que tardarían unos 10 días, imagino que a final de esta semana o comienzos de la que viene tengamos noticias y esperamos que sean positivas porque ninguna prueba sale negativa, estábamos esperando por si en el estudio genético salía algo por el antecedente que tengo de mi madre por muerte súbita en actividad deportiva, pero todo ha salido bien y no hay ninguna razón para que no me den el alta competitiva.

¿Recuerda cómo empezó todo?

Sí, claro. Jugamos la final de la Copa Federación en Puertollano a una semana de empezar la liga, fue un domingo por la noche, llegamos a casa a las dos o las tres de la mañana después de un partido bastante exigente a nivel físico y el martes a primera hora tuvimos un reconocimiento médico. No me esperaba que saliera nada porque en el partido corrí muchísimo y me encontré perfectamente, pero en el electrocardiograma salió una alteración un poco rara y a partir de ahí me tuvieron que hacer un estudio por el antecedente familiar de mi madre. Me hicieron un estudio muy completo del corazón, me pasé un mes y medio haciéndome todas las pruebas que existe e incluso con viajes a Madrid a la Clínica Cemtro, pero todo salió bien. Por último me realizaron el estudio genético, que iba a tarde entre dos y tres meses, al final ha tardado cuatro meses y medio, pero todas las pruebas han sido positivas.

Si está todo bien, ¿los médicos le han dicho por qué pudo salir alterado aquel electrocardiograma?

Me han repetido electrocardiogramas durante estos meses, unos salen perfectos, otros salen en el límite, pero al final cada uno tenemos un corazón diferentes, dicen que el mío es más parecido al de un atleta que al de un futbolista, que no es lo mismo realizar una prueba después de un entrenamiento que después de un partido tan exigente como el de Puertollano, pero no se sabe exactamente por qué se produjo esa alteración.

¿Tiene muchas ganas de poder ayudar a sus compañeros en una temporada tan complicada?

Pues imagínate, a pesar de no haber jugado he viajado siempre con el equipo porque creo que hay que echar una mano como se pueda porque está siendo una temporada muy complicada, no están saliendo las cosas como esperábamos y estamos en una situación comprometida, por eso tengo muchas ganas de poder ayudar, aunque la gente tiene que saber que si vuelvo no voy a estar al 100% porque llevo muchos meses sin competir, pero creo que a nivel de ilusión, de ganas y de querer ayudar al equipo podría echar una mano.

¿Cómo se ha entrenado estos meses?

Cuando hace tres o cuatro meses me dijo el cardiólogo que podía hacer actividad deportiva moderada he estado entrenando con el equipo desde enero, aunque a un nivel inferior a ellos, controlando siempre las pulsaciones sin que pasen de entre  150 y 160, aunque ahora llevo unos días que estoy entrenando como ellos y la verdad es que me estoy encontrando muy bien, no estoy al 100%, pero tampoco estoy a un nivel físico pésimo, tengo el suficiente para poder competir desde el primer día.

La derrota contra el Almansa ha complicado la situación del equipo, ¿cómo la ve?

Teníamos mucha ilusión sobre todo después de ganar en Manzanares, era un partido vital porque jugábamos en casa y en La Fuensanta nos tenemos que hacer muy fuertes y enganchar a la afición, pero aunque el equipo empezó bien el partido, tuvimos ocasiones, ellos a la mínima nos hicieron gol. Tenemos que controlar mejor las dos áreas porque no está impidiendo conseguir los puntos que deberíamos.

Quedan ocho partidos en un grupo muy duro en el que bajan seis de 10.

Cada punto es vital, hay que hacerse fuertes en casa y sabemos que somos capaces de ganar a cualquier equipo, pero también de perder con cualquiera. Hay una irregularidad que nos ha hecho estar luchando por no descender y tenemos que dar un paso adelante para salvar al Conquense como sea porque si no sería un fracaso absoluto.