Pistoletazo de salida a una nueva campaña de vacunación contra la gripe. Como la del año pasado, es especial debido a la huella latente de la pandemia, aunque eso sí, hay una diferencia sustancial, y es que ahora la repercusión del coronavirus es mucho menor que hace 365 días. No obstante, las autoridades sanitarias animan a batir el récord de 'pinchazos' de la campaña de 2020, cuando se alcanzaron los 43.729 en territorio conquense. En palabras de la delegada provincial de Sanidad, María Luz Fernández, la meta es superar "con creces" las 50.000 vacunaciones.

Ese aumento tiene un por qué, y es que este año, a diferencia del anterior, se va a empezar a vacunar a partir de los 60 años y no desde los 65. De hecho, "en Cuenca fuimos un año más los número uno" en este sentido, ya que el objetivo de vacunar al 75 por ciento de los mayores de 65 se superó de forma notable al alcanzar un 86 por ciento. En total, se administraron un tercio más de vacunas que en el ejercicio anterior.

Para que estos halagüeños guarismos lleguen a buen puerto, desde la Consejería de Sanidad se ha "cuadruplicado" la inversión en vacunas. Partiendo de la base de que todas ellas son tetravalentes, se ha pasado de las 420.000 del año pasado a 750.000. De éstas, 50.000 son de alta carga para personas institucionalizadas y mayores de 80 años, y 200.000 adyuvadas. Dos tipos específicos de las que el Área Integrada de Cuenca ya ha recibido prácticamente unas 29.000 para comenzar la campaña.

Una campaña en la que se van a priorizar las personas más vulnerables, marcando el primer listón en los octogenarios. A partir de ahí se llevará a cabo un proceso desescalado en función del grupo etario, así como de las patologías y problemas que esas personas puedan padecer. Asimismo, se va a administrar de forma simultánea la vacuna contra la gripe junto con la dosis de recuerdo del suero contra la Covid-19, inyectando una en cada brazo.

El director médico de Atención Primaria de la Gerencia de Cuenca, Jesús Buendía, comentó que desde el Sescam se han planteado mantener los refuerzos existentes en los centros de salud en el área de enfermería especialmente para que esta campaña de vacunación se desarrolle de forma "adecuada" y siguiendo "los estándares que hemos ido manteniendo durante la pandemia".

Hay que recordar que la incidencia de la gripe estacional el año pasado fue ínfima, en gran medida, por la gran penetración que tuvo la campaña de vacunación entre la sociedad. Una concienciación generalizada que se apoyó además en las medidas sanitarias vigentes para frenar el desarrollo del coronavirus, por entonces en plena tercera ola. El uso de mascarillas o la distancia de seguridad propiciaron que solo se notificaran nueve casos graves de gripe en toda la región, ninguno de ellos en la provincia de Cuenca.