Llega el 15 de mayo y la festividad de San Isidro Labrador tomará forma un año más. La Hermandad de este santo, en Cuenca, tiene siempre sus ideas muy claras y programa una serie de actos que vuelven a demostrar esa buena organización de su Junta Directiva. Una ermita singular para un entorno natural de altísima belleza plástica. Allí, nuestro Santo amigo del campo, se siente feliz divisando esa Hoz del Júcar, con sus excelentes paisajes donde la roca dolomía de formas rocambolescas, el camino a la ermita de San Julián el Tranquillo, los meandros del río Júcar, el Batán y la Piedra del Caballo conforman un entorno privilegiado. Desde lo alto, San Isidro los bendice y les augura futuro esperanzador, entre la necesitada agua de lluvia que debería llegar y el progreso que tanto necesitamos para hacer crecer una ciudad patrimonio de la Humanidad.

La ermita, arreglada en su entorno, sus muros y contrafuertes,  sus miradores, sus ventanales con rejería adaptada, su retablo interior con las excelentes pinturas de Víctor de la Vega, su coro donde la Rondalla hace siempre sonar bonitas melodías y todo un sinfín de aderezos conforman uno de los rincones, históricos por el pasado que atesora y espirituales por lo que en sí mismo encierra.

Los cementerios de hermanos de San Isidro, hermanos honorarios, el de los canónigos y al lado, el llamado de «los Ilustres de la ciudad», dan vida a un entorno que por sí mismo tiene la solidez, elegancia, sentimiento y fervor que requiere ese emblemático lugar desde donde, la romería de su imagen discurrirá entre el fervor de sus cofrades, autoridades allí desplazadas y amigos en general, dando vida a una tradición de siglos que pervive gracias a la labor de un grupo de conquenses que trabajan para mantener viva la esencia de un San Isidro, patrón del campo.

San Isidro Labrador (Vulgo de Arriba) hará su misa de difuntos, su procesión camino del barrio del Castillo, su bendición de campos y panecillos, su hoguera donde se reencontrarán conquenses de todos los lugares de la ciudad, sus mayos y rondallas, su relevo de los hermanos mayores y todo lo que conlleva una de las festividades más queridas y sentidas de nuestra ciudad.

En el año 2021, Miguel Ángel Albares, su consiliario, bendijo el nuevo Sagrario y su Baldaquino que está coronado con la cúpula de San Pedro y este año, volveremos a visitarlo y contemplarlo.