«Cuenca tiene museos de calidad, pero falta un plan común»

Redacción
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El director de la Fundación Antonio Pérez valora el interés que suscitaron las últimas exposiciones, la apuesta por el contenido digital y didáctico, y avanza que se establecerán nuevos convenios de colaboración con más instituciones

«Cuenca tiene museos de calidad, pero falta un plan común»

Vinculado a la Fundación Antonio Pérez (FAP) desde sus inicios, Jesús Carrascosa Sariñana tomó de nuevo las riendas en 2020 tras haber sido viceconsejero de Cultura de Castilla-La Mancha entre 2015 y 2019. Amigo personal del filántropo de Sigüenza e Hijo Adoptivo de Cuenca, Carrascosa afronta una nueva etapa con el reto de aumentar el número de visitas cuando la epidemia lo permita, adaptar digitalmente la colección a los nuevos tiempos y entablar nuevos convenios con otras instituciones para que las sedes de la FAP sigan siendo un referente nacional.  

A pesar de la condiciones y restricciones de la pandemia, no han parado su actividad y la Fundación ha mantenido varias exposiciones con autores de reconocido prestigio. ¿Tienen una estimación de cuántas personas han podido visitarlas?

Alrededor de 12.000 personas. Estamos sorprendidos porque se lo hemos puesto difícil, abriendo y cerrando. Creo que había mucho interés por volver a relacionarse con la cultura y, sobre todo, la gente de Cuenca que ha respondido a nuestras exposiciones y actividades como nunca. En ocasiones, ha sido un goteo continuo de gente. Nos hemos adaptado cada vez a las restricciones que imponía Sanidad, lógicamente, pero aún así nos visitaron entre semana y los fines de semana. 

Cuando se pudo abrir casi sin restricciones fue extraordinario. Ha venido mucha gente de Castilla-La Mancha, pues nuestro público potencial, madrileños y valencianos, no lo han hecho tanto por el cierre perimetral. Esperamos que la tónica se mantenga cuando pase todo, porque estamos seguros de que las cifras serán espectaculares. 

¿En cuánto cree que se hubiese multiplicado esa cifra de visitantes si no hubiese existido la epidemia?

«Cuenca tiene museos de calidad, pero falta un plan común»«Cuenca tiene museos de calidad, pero falta un plan común»En cuanto vimos la tendencia, pensamos que podíamos llegar a lo mejores momentos que ha tenido la Fundación, que eran en torno a las veintitantas mil visitas al año. Tuvimos un año muy bueno, cuando expusimos los dibujos de El Quijote de Dalí, que nos prestó la Fundación Gala-Salvador Dalí, y llegamos a 40.000. A partir de ahí nos estabilizamos en los 15.000 y la proyección, como digo, se nos iba a 22 o 24.000.

La Fundación ha estrenado recientemente su nueva web. ¿Hay que apostar cada vez más por las visitas digitales y virtuales? En ese sentido, ¿qué proyectos innovadores acometerán de cara al futuro?

Lo que sí estaba claro, antes de la pandemia, es que teníamos que dar un paso en el uso de las redes sociales. Hemos puesto en marcha muchos programas que tienen que ver con esas visitas virtuales: consumir contenidos de los artistas, de nuestras exposiciones y distintos temas en torno al arte y a la figura de Antonio Pérez. Eso lo hemos tenido que reforzar, necesariamente, con estos tiempos de Covid. Teníamos que dar la oportunidad de que la gente pudiese seguir disfrutando de todo lo que te aporta la cultura. A partir de ahí, como ha funcionado muy bien y hemos visto que ha habido una respuesta estupenda de los artistas y del público, hay que seguir en esa línea. No obstante, sigo pensando que la experiencia de ponerte delante del cuadro original no se puede suplir con nada. Si la virtual ayuda y provoca que la gente venga a visitar nuestros museos, mucho mejor, pero nadie piense que puede sustituirse una cosa por otra. Si de verdad te gusta el arte y te produce esa emoción o reacción, tienes que ponerte delante de las obras. Eso es insustituible en todos los museos del mundo.

¿Qué importancia tiene la creación de contenidos didácticos para escolares y adultos a la hora de dar a conocer los fondos de la colección y las exposiciones que acoge la FAP?

Es un instrumento básico, porque muchas de las carencias que hay tienen que ver con la formación. En los colegios o en los institutos, si se llega a Picasso es que el profesor ha corrido mucho. Si no existen los códigos para descifrar los mensajes que ofrece el cuadro va a ser más difícil que te acerques a él. Es básico que tengamos esas capacidades y eso se da a través de un plan didáctico. El programa Otra forma de mirar, que se trabajó con colegios, fue magnífico. Venían alumnos de toda la región, trabajaban los contenidos que preparábamos y, al final, notábamos que no solo venían ellos sino que volvían con sus padres. Con lo cual, estábamos formándoles y, al mismo tiempo, ampliando nuestro público y la atención a la Fundación. Ahora lo estamos haciendo de manera virtual pero, en cuanto podamos y los colegios estén más abiertos a las actividades extraescolares, volveremos a incorporarlo porque nos parece fundamental. En San Clemente no se ha parado nunca y la respuesta de los talleres de grabado es estupenda. 

¿Qué planes tiene la FAP para las sedes de San Clemente y Huete? ¿Seguirán reuniendo muestras de excelente calidad como las de Feito o Joan Fontcuberta?

«Cuenca tiene museos de calidad, pero falta un plan común»«Cuenca tiene museos de calidad, pero falta un plan común»En ambos sitios, lo que hemos hecho era implementar más actividades que tengan que ver con las redes sociales, sobre todo por ayudar a conocer. Son dos pueblos del interior, con menor población pero con muchísimo atractivo, y hay que hacer que la gente los conozca. En San Clemente, la línea es no volver a mezclar exposiciones. Es decir, si es un museo de obra gráfica exponer todo lo que tiene que ver con ese entorno, especificarlo y que sea un museo referente en España, pues solo hay otro igual en Marbella. Huete pasa por dos líneas, una por asegurar la continuidad, que no estemos abriendo y cerrando y que es nefasto para cualquier museo y, después, apostar por exposiciones de calidad como la de Fontcuberta o las que nos vendrán después en una programación interesante. Estamos pensando, porque es un compromiso del presidente de la Diputación, contratar a una persona como en San Clemente que esté trabajando específicamente en Huete, para que el museo sea cada vez más conocido y para llevar las actividades de difusión y formación. Es la mejor manera de que los museos sean centros de primer nivel y que sirvan para atraer público y mejorar la economía de las zonas. 

Recientemente firmaron un convenio de colaboración con la Diputación de Guadalajara, teniendo en cuenta la procedencia de Antonio Pérez que es oriundo de Sigüenza. ¿Qué les ha impulsado a renovar en estos momentos este convenio que se formalizó entre 2009 y 2013 pero luego no se continuó?

Cuando hay complicaciones y las cosas van mal es cuando hay que apostar más fuerte, volcarse y apoyarse en los instrumentos y recursos que tienes, y nosotros tenemos los magníficos fondos de la fundación y la propia figura de Antonio Pérez, a caballo entre Guadalajara y Cuenca. Teníamos una espina clavada por ese motivo, al dejarse de lado esa colaboración. Para nosotros, a parte de hacer un homenaje a Antonio y a su tierra, nos suponía una difusión de la fundación muy grande porque a Guadalajara viene mucha gente de Madrid y luego llegan a Cuenca. Desde ahí cubríamos muchos frentes y, en este caso, a veces se necesita romper esas dinámicas. Un artista de Guadalajara, Juan Solo, quien se considera discípulo de Antonio en cuanto a los ‘objetos encontrados’, nos propuso mezclar su obra con alguna selección de objetos de la fundación y, a partir de ahí, fue muy fácil hablar con la Diputación de Guadalajara, que se pusieran de acuerdo los presidentes, e implicar al Ayuntamiento de Sigüenza que quiere rendir un homenaje a Antonio. 

¿Cabe la posibilidad de que se acuerden colaboraciones con instituciones cercanas para que los contenidos de la fundación puedan mostrarse en otros espacios?

Este año, casi todas las exposiciones que hemos hecho son en colaboración con otros centros. Por ejemplo, las siguientes que tenemos se harán con el Museo de la Ilustración de Valencia, que depende de su Diputación, es uno de los grandes museos valencianos y tiene unas muestras fantásticas. Con ellos vamos a firmar un acuerdo. Además, a final del año tendremos una exposición fantástica de Martín Chirino con su fundación y, al año siguiente, se prevén otros convenios con grandes instituciones del país como el Museo de Bellas Artes de Castellón. 

Asimismo, mañana inauguramos con la Facultad de Bellas Artes de Cuenca un espacio para enseñar sus fondos en su sala y en nuestros museos de Cuenca y de San Clemente. Creo que eso va a dinamizar la fundación y nos va a suponer que con los mismos recursos hagamos más cosas y más importantes. 

Puestos a imaginar que la pandemia se acaba pronto y volvemos a la normalidad, ¿se debería trabajar ahora, estar preparados para adaptarse a los nuevos tiempos y ofrecer contenidos de calidad para los potenciales visitantes del futuro?

Nosotros ya hemos programado todas las exposiciones como si no existiese la pandemia. Son todas de primerísimo nivel, lo único que cambia es si puede entrar más o menos público. Lo que sí haremos cuando podamos reunirlo es complementar las exposiciones con otra serie de actividades como conciertos, conferencias, encuentros, porque eso hará que tengamos más relevancia. Las programaciones, si no hubiese habido pandemia, no las podríamos haber hecho de mayor interés, porque si piensas que las va a ver menos público lo que haces es un mal trabajo. Hay que ser siempre ambicioso. 

Se ha hablado muchas veces de que Cuenca es ‘la ciudad de los museos’ por la gran cantidad de colecciones que alberga. ¿Hay un plan establecido con el resto de instituciones para que ese título trascienda al exterior?

Creo que ese es el mayor fallo que tenemos en la ciudad, que hay una gran profusión de museos y de mucha calidad, y que individualmente funcionan bien, pero falta un proyecto común de promoción de los museos. Cada institución tiene su programación y su idiosincrasia y podemos colaborar en algún momento concreto para nuestras programaciones, pero eso sería absurdo. Lo verdaderamente importante es que haya una idea para ese posible eslogan, que es verdad, y hacer que llegue a todo el mundo porque nos rendiría muchísimos beneficios a nivel particular y para la ciudad en general. Ahí es donde veo que falta ese esfuerzo  para promocionar la ciudad, el arte o la naturaleza. Falta ese apoyo decidido a los museos de Cuenca, que son una de las claves de una ciudad que se dedica al turismo. Hablamos mucho de ello, pero solo nos llenamos la boca de palabras. Luego, los hechos y los actos no se acompañan. Yo le preguntaría a todas las instituciones cuánto dinero tienen para promocionar la actividad de los museos conquenses. 

A Antonio Pérez se le ha reconocido en múltiples ocasiones, pero ¿no hay premios para agradecer todo lo que ha hecho por la cultura de Cuenca?

Antonio tiene ese reconocimiento de dos maneras. Se le nombró Hijo Predilecto de Castilla-La Mancha e Hijo Adoptivo de Cuenca. Tiene muchos premios, pero sobre todo el que más le gusta a él es el reconocimiento a diario que le hace la gente de Cuenca, que le para por la calle, le da abrazos y le quiere. Antonio, que nunca ha sido vanidoso, todo lo contrario, se considera bien reconocido cuando el Ayuntamiento ponga en la antesala de entrada a la fundación de Cuenca un cartel. El nunca pensó que en su vida le iban a dar tantos reconocimientos, porque encima nunca lo hizo por eso. Él entiende que el arte es de todos y todos tenemos que tener capacidad de disfrutarlo.