La siniestralidad en motocicleta ha experimentado un notable incremento en lo que llevamos de año en nuestro país y la provincia de Cuenca no ha sido ajena a ello.
De hecho, del 1 de enero al 13 de septiembre se han contabilizado en las carreteras conquenses un total de 17 víctimas en accidente de moto, de las que tres fueron mortales y las 14 restantes resultaron heridas y fue necesaria su hospitalización, según los datos facilitados a La Tribuna por la Jefatura Provincial de Tráfico en Cuenca.
Cifra que supera en un 30,8% la registrada en el mismo periodo del año anterior, cuando se elevaron a 13 víctimas, tres de ellas mortales y diez heridas con hospitalización.
Para la jefa provincial de Tráfico, Ana María Zúñiga, llama especialmente la atención el hecho de que en ocho meses y medio se haya producido el fallecimiento de tres motoristas, la misma cantidad que en todo el año 2022 y aún quedan tres meses y medio para que concluya el presente ejercicio, por lo que podrían registrarse más víctimas.
Al hecho de que en ocho meses y medio se haya alcanzado el mismo número de muertes en accidente de moto que en todo el ejercicio anterior, se suma la circunstancia de que se trata de la cifra más alta de los últimos siete años, igualando las víctimas mortales de 2020, 2021 y 2022.
Y es que, tal y como pone de manifiesto Zúñiga, el 12 por ciento de las víctimas mortales de tráfico contabilizadas desde 2017 en la provincia viajaban en motocicleta; concretamente, 15, por lo que es el segundo tipo de vehículo que más muertes registra en las carreteras conquenses, después del turismo, que aglutina el 59% de los fallecimientos.
Tipo de vía y accidente. Los tres accidentes de motocicleta mortales de este año se produjeron en la red viaria convencional. Nada que ver con lo ocurrido en 2022, cuando se registraron dos siniestros mortales en autovía y uno en carretera convencional.
Sin embargo, si echamos la vista atrás, hasta 2017, se puede comprobar que casi siete de cada diez accidentes mortales en moto tuvieron lugar en carreteras convencionales, mientras que el 20 por ciento se produjeron en autovía, según siempre los datos facilitados por la Jefatura Provincial de Tráfico.
Queda patente, en opinión de Zúñiga, que las vías convencionales son más peligrosas para este tipo de vehículos no solo por ser más transitadas, sino también porque, entre otras cuestiones, su trazado es más complejo y son de doble sentido sin separación, lo que hace la conducción más peligrosa.
De ahí que desde Tráfico se insista a los motoristas que «no circulen por esas vías y si lo hacen que lo hagan con la mayor prudencia y con todo el equipamiento de seguridad», dice.
Sin dejar el tipo de vía, indicar, asimismo, que las interurbanas acaparan la totalidad de los accidentes mortales en moto de este año y el 87% de los registrados desde 2017.
Las salidas de vía se convierten en el tipo de accidente mortal más común entre las motocicletas y que este año se han dado en dos de los tres siniestros, mientras que en los últimos años se han elevado a los siete de cada diez; en concreto, al 73%.
En estas salidas de vía, tal y como detalla Zúñiga, el 67% han tenido el exceso de velocidad como factor concurrente principal, mientras que en el 20% fueron las distracciones.
Edades. La mayoría de los motoristas que han perdido la vida en estos últimos siete años, el 40%, tenían entre 45 y 54 años de edad. Le siguen los de 15 a 24, con un 27%, lo que, según recalca, echa por tierra en parte esa idea de que son los jóvenes los que van en moto y sufren más accidentes.
Y, por último, se constata la concienciación de los motoristas en cuanto al uso del casco. No en vano, el 87 por ciento de los fallecidos desde 2017 lo llevaban puesto.
Menos muertes en la carretera. Las cifras generales de siniestralidad vial en la provincia, sin embargo, han caído en la provincia en lo que llevamos de año con respecto al mismo periodo de 2022 y basta con echar un vistazo a los números para comprobar que se han reducido tanto las víctimas mortales como los heridos hospitalizados.
En concreto, el número de siniestros mortales ha disminuido hasta los 12, lo que supone un descenso del 14 por ciento.
Mayor caída aún la registrada por las víctimas mortales, que se ha cifrado en el 24 por ciento, al pasar de 17 a 13, así como por los heridos hospitalizados, estimada en el 43%, al pasar de los 14 de 2022 a los 8 de este año.