Una torpeza facilitó la detención de un individuo que cometió un golpe jugoso hace tres semanas. El hombre regresó días después al mismo lugar del atraco para probar suerte de nuevo y fue cazado por la Guardia Civil y la Policía Local de Cabañas de la Sagra. Ni las máscaras, ni las pelucas ni las mascarillas que almacenaba en su casa fueron suficientes para despistar a los agentes.
La Guardia Civil ha detenido a un hombre por atracar a punta de pistola la sucursal bancaria de Unicaja Banco de Cabañas de la Sagra, en la provincia de Toledo. Amenazó a la única empleada de la oficina, a la que instó a abrir la caja fuerte de la que sustrajo 67.000 euros. Ocurrió a las 9 de la mañana en la plaza de España, junto al Ayuntamiento.
Este violento robo ocurrió a finales de agosto, tal y como informó en un comunicado la Guardia Civil. Un hombre con el rostro oculto con mascarilla y gafas de sol entró en la oficina armado con una pistola y amenazó a la trabajadora. Tras llevarse el dinero de la caja fuerte, obligó a la propia empleada a limpiar con un trapo y amoníaco los muebles donde él había tocado para eliminar posibles huellas.
Caretas, mascarillas, armas simuladas y abundante dinero intervenido al presunto autor. - Foto: LTUn aviso de un agente de Policía Local permitió identificar al autor. La investigación recayó en el Equipo de Policía Judicial de la Guardia Civil de Illescas, que junto con el Equipo ROCA y la Policía Local de Cabañas iniciaron la búsqueda el autor de este robo. Cinco días después de haber atracado el banco, el presunto autor regresó a la sucursal ataviado con una peluca, gafas de sol y una mochila para robar de nuevo.
Este segundo atraco se frustró al estar cerrada la entidad bancaria, pero fue determinante para dar con el presunto ladrón. Entre las imágenes de las cámaras de seguridad proporcionadas por la Guardia Civil, se distingue al individuo que intenta franquear la puerta, pero se da la vuelta. Al regresar a su coche, llamó la atención a un agente de la Policía Local de Cabañas de la Sagra.
Este agente pasó el aviso a los investigadores de la Guardia Civil, quienes se dirigieron al lugar y comprobaron que se trataba de la persona a la que se atribuía el atraco anterior. Tras identificarlo, los guardias civiles encontraron entre sus pertenencias material de caracterización y también una pistola simulada. Tras su presentación ante la autoridad judicial, se decretó su ingreso provisional en prisión.