Cualquier balance de la Semana Santa de 2024 está, irremediablemente, marcado por la lluvia. De hecho, para analizar esta Semana de Pasión pasada por agua, habría que empezar por resolver una incógnita: ¿Ha sido la peor de la historia? Todo depende del prisma desde el que se mire, pero la realidad más empírica dirige de inmediato la mirada al número de procesiones suspendidas. Un registro en el que, tristemente, se ha batido un lacrimógeno récord.
Solo hay dos años todavía peores que éste, pero lo fueron por razones que trascendieron incluso al ámbito meteorológico. En las semanas santas de 2020 y 2021, a consecuencia de la pandemia de coronavirus, ninguna procesión salió a la calle. Si dejamos esas a un lado, una muy lluviosa fue la de 2019, cuando se suspendieron la mitad de los cortejos: cinco de diez. Ese año, previo al desastre vírico, no se procesionó Jueves, Viernes y Sábado Santo. Habría que viajar en el tiempo más de una década atrás para encontrar un caso 'parecido' al de este año. En 2013 la Semana Santa de Cuenca contaba con nueve procesiones, pues todavía no estaba vigente la procesión del Duelo. Ese año se suspendieron seis de los nueve desfiles, o lo que es lo mismo, dos tercios.
Así todo, en 2024 se ha 'mejorado' esta triste marca. El 50 por ciento de suspensiones de 2019 y el 66 por ciento de 2013 quedan en nada al lado del 80 por ciento de este año. La Semana Santa que acabamos de despedir solo ha tenido dos procesiones sin ningún tipo de interrupción, la del Domingo de Ramos y la del Santo Entierro, en la noche del Viernes Santo. Hay que tener en cuenta que la del Martes Santo, aunque inició su desfile procesional, se suspendió a las dos horas y solo pudo recorrer una pequeña parte de su recorrido. Es más, una de las hermandades que constituyen El Perdón –El Bautismo– ni siquiera llegó a pisar la calle. Más allá de la Vera Cruz, que realizó su cortejo en el interior de la Catedral, el resto de procesiones fueron suspendidas incluso con varias horas de antelación por las muy adversas condiciones.
En definitiva, muchas de las 'patas' que configuran la Semana Santa conquense ponen de relieve que ésta ha sido la peor de la historia, circunstancia que corroboran los fríos –nunca mejor dicho– datos, que dejan a las claras que la comunidad nazarena acaba de decir adiós a una Pasión para el olvido. Quedan 376 días para el Domingo de Ramos de 2025...