Cara y cruz del soldado conquense

Óscar Martínez Pérez
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Cara y cruz del soldado conquense

El soldado conquense de la mano de la historia de España ha batallado y combatido por todas las tierras del orbe, desde la Española a la Patagonia o Carolina del Norte, desde Ifni y el Rif a las islas Filipinas o Cuba y desde las tierras conquenses y españolas a Flandes, Milán, Nápoles o Afganistán… Al margen de su graduación militar o jerarquía en el ejército, demostró su valor y valentía, además de su compromiso con nuestra nación. Desde Alonso de Ojeda al general Lasso Pérez, desde Julián Romero a Gregorio Valero o desde el Capellán Moreno, Juan Ángel Poveda o Godofredo López Cristóbal, el conquense ha demostrado, casi siempre, su valía para las armas, para la victoria y la paz.

Soldados conquenses del siglo XVI y del XIX nos muestran en este caso la cruz de la moneda del oficio de las armas y su relación con la condición humana…

Asesino con suerte. El conquense Mariano Coronado servía en el Regimiento de Infantería de la Corona, en la ciudad castellana de Valladolid, cuando en 1802 cometió un terrible robo con homicidio. Después de ser detenido y juzgado por la justicia militar fue condenado a morir en la horca. Una fría mañana subió al cadalso y el verdugo le puso la soga al cuello dando, aparentemente, muerte al reo. Lo cierto es que cuando las monjas de las Hermanas de la Caridad vallisoletanas recogieron el cadáver para hacerse cargo de él, no imaginaban que Mariano no había muerto del todo, ya que de camino al lugar donde se velaría el cadáver, la mano del soldado Coronado se movía ligeramente. 

Las religiosas lo cuidaron con esmero y consiguieron que el 'muerto' volviese a recuperar la vida. El inverosímil suceso llegó a las más altas instancias de España, que decidieron que debía ser puesto en libertad ya que la sentencia había sido cumplida y el reo conquense ahorcado. En cuanto al verdugo, se le exoneró de una posible condena, al no considerar negligente que el condenado hubiese sido descolgado de la horca demasiado pronto, con lo cual pudo mantener un brevísimo hilo vital.

Coronado fue expulsado de Valladolid pero volvió más tarde para vengarse por un tema de faldas, que no pudo perpetrar al ser detenido y desterrado, primero a Galicia y de allí a Puerto Rico, donde se le perdió la pista definitivamente.

Traidores en el Mambí. Pedro Jesús Andrés Ortega, abogado conquense, publicaba un enjundioso artículo en la revista conquense Contrebia nº15, en la que después de explicar la presencia militar española en la última de las guerras de Cuba, anotaba los soldados de Cuenca y su provincia que combatieron en las filas separatistas de los mambises cubanos.

De los más de 53.000 españoles que murieron en Cuba, solo 2.000 cayeron en combate frente a los separatistas cubanos; el resto murió sin combatir debido a las terribles condiciones y a las enfermedades tropicales. Apenas un dos por ciento de los españoles de la España peninsular formó parte del ejército rebelde cubano, que, sin embargo, tuvo a diez españoles entre sus mandos. Entre los conquenses que en gran número fueron a luchar y defender la soberanía española en las Antillas y en Filipinas, también, aunque de forma muy minoritaria, hubo deserciones y 'pases' al bando separatista. La lista es corta y la historiografía conquense deberá depurar y filtrar los motivos y las condiciones que provocaron que algunos de nuestros paisanos cambiasen de bando en los estertores del imperio español.

Los soldados del ejército de 'liberación cubano' naturales de la provincia de Cuenca fueron: Andrés Alcalde Corva, natural de Cuenca, soltero, industrial, soldado. Teodosio Martínez Fuente, natural de Cuenca, casado, empleado, soldado. Francisco Jiménez Izquierdo, natural de Cuenca, soltero, campesino, soldado. Nicasio Moratalla Jiménez, natural de Cañada Juncosa, casado, campesino, sargento 1º. Apolinar Rodríguez, natural de Cuenca, soltero, campesino, sargento 1º. Juan Pérez Cambronero, natural de Cuenca, soltero, campesino, soldado. León Pérez Nieto, natural de Cuenca, soltero, campesino, soldado. Cándido Prieto Álvarez, natural de Cuenca, campesino, soldado. Dionisio Torres Garrido, natural de Cuenca, casado, campesino, alférez (subprefecto). Y Cesáreo Triguero Triguero, natural de Fuentes, soltero, jornalero, soldado.