Humberto del Horno

Lo fácil y lo difícil

Humberto del Horno


De cínicos y buenas personas

05/05/2023

Con sus sandalias aladas, Hermes dejó su firma en la mitología griega como símbolo de la astucia, la habilidad, la práctica y la inteligencia, una buena gama de cualidades para asumir la responsabilidad de ser cronista del Olimpo o mensajero de los Dioses.

Entre Heródoto y Jabois caben muchos contadores de historias, y en Cuenca tenemos la suerte de tener a mano a muchos de ellos. Esta semana el gremio entregaba sus premios anuales por séptima vez y dejó buena muestra de ello.

La operación policial que interceptó en Cañaveras media tonelada de explosivos de ETA; la primera mujer que accedió a la eutanasia en Castilla-La Mancha; o bares autogestionados contra la despoblación en la provincia; tres historias reconocidas por la profesión con tres firmas a la altura, las de Rodrigo Muñoz, Ana Isabel Albares y José Manuel Castellote. Nada menos.

Agrada ver cómo siguiendo la estela de los titanes firman en la categoría de noveles periodistas como Ariadna Burgos y Laura Benedicto, que garantizan la buena salud de una profesión que en Cuenca tiene el relevo asegurado. 

Y en lo personal, me enorgullece ver cómo el relato del último viaje del tren convencional recorriendo Cuenca se hizo con el primer premio. Por la historia que cuenta y por quien la firma, Rubén Marco, que agrandó así el nombre de la agencia de noticias que tengo el placer de dirigir y en la que se publicó el reportaje.

Pero además en esta profesión se pueden contar historias más allá de las letras, y si alguien lo ha sabido hacer como nadie cámara en mano en esta tierra es Antonio Texeda, también reconocido en la gala de los periodistas. Y, sin duda, se pueden contar desde la otra trinchera, como lo lleva haciendo 15 años Heli Pérez poniendo voz a los empresarios de Cuenca y haciendo fácil el trabajo de sus compañeros al otro lado, lo que le ha hecho merecer distinguido esta semana.

Astuto, hábil e inteligente, atributos infalibles que le valieron a Hermes y que no sobran en la profesión. Yo añadiría humildad y compañerismo como valores imprescindibles. De primero de Periodismo es leer a Kapuscinski y aprender que el oficio no es para cínicos, o que para ejercerlo hay que ser buena persona.

Si eres lo uno y no eres lo otro podrás juntar letras, contar historias, o hasta dirigir un periódico. Pero no me pidas que te llame compañero.