Las infracciones de tráfico en la provincia de Cuenca vienen registrando una tendencia al alza en los últimos años y en este 2023 no parece que vayan a cambiar las cosas, al menos, a tenor de las cifras arrojadas por el primer trimestre.

Y es que del 1 de enero al 11 de abril se han incoado más de 13.500 expedientes sancionadores por infracciones cometidas en las carreteras conquenses, lo que supone un incremento del 16% con respecto al mismo periodo del año anterior, según los datos provisionales ofrecidos por la Jefatura Provincial de Tráfico de Cuenca.

Expedientes sancionadores que, según detalla la jefa provincial de Tráfico, Ana María Zúñiga, son en su gran mayoría de carácter grave, el 94%, mientras que las muy graves representan el 3% y las leves el 1%; cifras muy similares a las del pasado ejercicio.

- Foto: Elaboración propia

Detalles. En la misma línea, más de la mitad de las denuncias han vuelto a ser interpuestas por el Subsector de Cuenca de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil y más del 40% de las infracciones fueron detectadas a través de medios de captación y reproducción de imágenes, como radares o el helicóptero Pegasus.

Zúñiga subraya, asimismo, que las infracciones más cometidas en este periodo han sido el exceso de velocidad, el estado de la ITV y la vigencia del seguro obligatorio. Si bien destaca el hecho de que ocho de cada diez (81%) son por velocidad inadecuada, siete puntos porcentuales más que en el mismo periodo de 2022, mientras que el 8% responden a no disponer de la ITV en regla. Una cuestión ésta que tiene su importancia, a juicio de la jefa provincial de Tráfico, entre otros motivos, porque de 2017 a 2021 en el 10 por ciento de los accidentes mortales había implicado un coche sin la ITV caducada, negativa o desfavorable.

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Y es que, en su opinión, «este tipo de comportamientos que reportan infracciones tienen un reflejo directo en la siniestralidad vial de la provincia». Y entre ellos también se encuentra la no utilización o uso indebido del cinturón de seguridad que en este periodo ha supuesto la interposición de 254 expedientes sancionadores.

Una cifra a tener muy presente, en opinión de Zúñiga, máxime si se tiene en cuenta que «en 2022 nueve fallecidos en accidente de tráfico no llevaban puesto el cinturón». De ahí que sea de la opinión de que es motivo suficiente para «redoblar esfuerzos en la vigilancia de su uso y en la concienciación sobre la importancia de este elemento de seguridad para evitar lesiones y muertes».

El consumo de alcohol, drogas y medicamentos no aptos para la conducción también están presente en las carreteras de la provincia, hasta el punto de que en lo que llevamos de año ya se han incoado 340 expedientes sancionadores por este motivo, mientras que en todo el 2022 se elevaron a más de 1.000.

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De hecho, según el Instituto nacional de Toxicología, en el 49,4% de las muertes en carretera en 2021 se detectó presencia de alcohol, drogas o psicofármacos, aisladamente o en combinación. Un problema, por lo tanto, que está ahí, muy presente, al igual que el uso de móviles y otros dispositivos durante la conducción que en este arranque de año ha conllevado la formulación de 155 expedientes sancionadores.

En cuanto al tipo de vehículo, indicar que los turismos concentran el 70% de las infracciones, mientras que los tracto-camiones casi el 13%. Y, por último, las vías que concentran el grueso de las sanciones son en este orden la A-3 (Madrid-Valencia), con más del 30 por ciento, seguida de la N-301 (Madrid-Cartagena), la A-31 (Cañada Juncosa-Alicante) y la AP-36 (Ocaña-La Roda).