Asaja pide destilación de crisis y la quiere para ya. La razón que lleva a la patronal agraria a exigir la puesta en marcha de este mecanismo extraordinario de control del mercado del vino -no muy bien visto en Bruselas- es clara: el desplome de los precios ante los excedentes generados en la pasada campaña y la previsión de que la de este año también será «muy productiva». En concreto, calculan una vendimia por encima de los 50 millones de hectolitros en todo el país, de los que prácticamente la mitad podrían proceder solo de Castilla-La Mancha.
Una destilación de crisis que consistiría en la transformación del vino en alcohol para usos industriales o energéticos, lo que antes se conocía como ‘quema’ de vino. Y aunque su uso ha caído en desgracia desde la aprobación de la última OCM del vino, Asaja insiste en que su puesta en marcha sigue siendo una opción para el control de los mercados, eso sí, a costa de los bolsillos de cada país.
Como recuerda esta organización agraria, el Reglamento (UE) 1308/2013 prevé la posibilidad de que los estados puedan «efectuar pagos nacionales a los productores de vino para la destilación voluntaria u obligatoria de vinos en casos justificados de crisis». El importe máximo de estos pagos podrá alcanzar el 15% de los fondos disponibles para ese año en el programa de apoyo.
En el caso de España, el programa de apoyo en 2014 cuenta con 353,081 millones de euros. Así, según Asaja, en 2014 se podrían destinar a destilación hasta 52,96 millones de euros. De 2015 en adelante el máximo sería de 31,55 millones de euros cada año. Cantidades que «deben provenir de fondos nacionales», según advierte.
Al hilo de esta petición, Asaja aprovecha para instar a la Administración a buscar soluciones «contando con todas las partes implicadas». Soluciones que, según la patronal del campo, pasarían además por «poner en marcha una organización interprofesional del vino que incluya a todos los eslabones (también el mosto y el alcohol), que actúe en la planificación del sector y de sus producciones, que elabore contratos tipos y que sirva de mesa de organización de campanas».
Techo de producción. Asimismo, desde Asaja se plantea una tercera medida de choque contra este desplome de los precios, que sería el fijar un techo en la producción de aquellos vinos no sujetos al control de las Denominaciones de Origen o las Indicaciones Geográficas Protegidas (IGP) y controlar el cumplimiento de las normas de calidad y de producción para todo tipo de vinos.
Cifras récord. El último análisis del sector del vino realizado por Asaja insiste en que la viticultura «se encuentra en una situación muy preocupante». «Tras años de cosechas reducidas y aumentos de las exportaciones, la campaña 2013-2014 ha supuesto un auténtico punto de inflexión, alcanzándose en España la cifra récord de 52,46 millones de hectolitros».
En este sentido, la patronal avisa de la «drástica» caída del consumo interno, que está «en mínimos históricos». Las exportaciones, a pesar de su gran incremento en los últimos cinco años, «no logran compensar el escaso consumo».
Problemática a la que habría que unir, según Asaja, la situación de los mercados internacionales, con producciones muy altas en países competidores como Italia, la «insuficiente elaboración de mosto» y «la escasa salida del vino para alcohol de uso de boca», destinado a la elaboración de licores como el brandy.
No es la primera vez en lo que va de campaña que el sector pide una destilación de crisis. Ya en octubre del año pasado, recién terminada la vendimia, bodegueros como Félix Solís reclamaban al Gobiernos regional que se llevara a cabo esta destilación, ante el temor de una caída de los precios.