Quieren garantías para sancionar al trabajador que no cumpla

S.L.H.
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Cuando se produce un accidente laboral, la defensa jurídica del empresario se complica, pues se tiende a «demonizar» su figura, señala el secretario general de la patronal

Los accidentes laborales con baja han caído un 18% de enero a julio en la región. - Foto: Tomás Fernández de Moya

La siniestralidad laboral es una de las principales preocupaciones de los empresarios, pues un accidente grave o un fallecimiento trae consigo una serie de problemas. En el momento en el que se produce un accidente laboral, la defensa del empresario desde un punto de vista jurídico se complica mucho, pues se acostumbra a «demonizar» su figura, sostiene el secretario general de la Confederación de Empresarios de Castilla-La Mancha (Cecam), Mario Fernández, en declaraciones a La Tribuna. Fernández defiende que habría que desarrollar leyes «claras» y «garantistas» en las que el empresario o el delegado de Prevención «tengan capacidad de actuar en el mismo momento en el que el trabajador esté incumpliendo» las normas de prevención de riesgos laborales.

«Los empresarios somos los responsables» de hacer cumplir la Ley de Prevención de Riesgos Laborales, pero «si no tenemos poder coercitivo para hacerlo...», se lamenta el responsable de la patronal castellano-manchega, que añade que «si alguien no quiere cumplir, si no quiere ponerse un EPI, le puedo sancionar, sí, pero ese señor no se lo va a poner» y ahí ya tenemos el problema creado.

Fernández puso otro ejemplo sobre la necesidad de que los trabajadores también sean conscientes de la gravedad que es no cumplir con la prevención de riesgos laborales y salud laboral. «Si me monto en mi coche y no quiero ponerme el cinturón de seguridad y, por desgracia, tengo un accidente, ¿el responsable es la marca del coche?», pregunta. «No, no lo es», apostilla, para sostener que «si el trabajador no quiere ponerse el EPI, no se lo pone. ¿Le puedo sancionar? Sí, pero no se lo pone». 

Explicó, en este punto, que la ley no permite despedir en ese momento a ningún trabajador por incumplir las normas de prevención de riesgos laborales, antes se le debe advertir o sancionar, pero «ese día no se pone el EPI», insiste Fernández, que lamenta que si durante esa jornada laboral ocurre un accidente «ya tenemos el titular en los medios de comunicación de que la empresa X no ha cumplido con la ley».

Es por ello que cree necesario que se modifique la citada ley porque, recuerda, «estamos jugando con la vida de las personas» y los empresarios «tenemos que tener cierta capacidad para que si alguien se niega, tener alguna medida de carácter inmediato para lograr que ese señor no trabaje ese día porque está poniendo en riesgo su vida», continua Fernández, que asegura que, ahora mismo, no se puede 'mandar' a casa al trabajador que no cumple con las normas de seguridad en su puesto de trabajo; es más, si se hace,«te puede demandar. Hay un vacío legal que tenemos que solucionar», explicó el secretario general de la Cecam. 

Fernández insiste en que las patronales trabajan desde hace años en corregir los datos de siniestralidad y «no en criminalizar a nadie a los cinco minutos» de producirse un accidente y«sin saber cuáles han sido las causas».

Recuerda que cuando ocurre un siniestro en una empresa, inmediatamente los medios de comunicación se hacen eco de ello, pero «cuando se ha investigado las causas no se publica nada». «Veo más una intención de culpabilizar a la empresa cuando lo que tenemos que hacer es intentar que eso no suceda e investigar las razones por las que ha sucedido», incide el responsable de Cecam. 

Reconoce también que es mucho «más difícil» cubrir todas las situaciones de un trabajador in itinere que de una persona que trabaja en un centro o en una empresa toda la jornada. «Evidentemente, un empresario, dentro de su empresa, puede cubrir mejor los factores de riesgo».

Los últimos datos de enero a julio de este año, apunta, reflejan que «algo se está haciendo bien», aunque «nunca vamos a dar, en prevención de riesgos laborales o siniestralidad laboral, que un dato es positivo. Solo será positivo cuando el número de accidentes sea cero», matiza.

Eso sí, revela que los accidentes en jornada laboral, «donde el empresario tiene más capacidad para vigilar la salud laboral de sus trabajadores», ha bajado un 20 por ciento y los accidentes con baja, un 18 por ciento. Añade que los siniestros mortales se han reducido un 30 por ciento en el último año y la siniestralidad en el sector femenino ha bajado un 41 por ciento con respecto a los registrados doce meses atrás. «No son datos positivos pero, al menos, indican que algo se está haciendo bien o que alguna medida está funcionando», celebra.

Ahora toca analizar cada caso y cada sector en concreto y «elaborar medidas y estrategias adecuadas», continuar con las que están funcionando y cambiar el foco «sobre lo que no se está haciendo correctamente».

 

Asignatura de cultura preventiva. En la prevención es donde él considera que habría que poner el foco con mayor intensidad, pues la siniestralidad laboral «nos atañe a todos, empresarios, trabajadores y a la sociedad en general». 

Es por ello que la patronal castellano-manchega lleva años insistiendo en la necesidad de trasladar la cultura preventiva más allá de las empresas y que esta llegase a los centros educativos y de formación, a todos los niveles. «Serviría mucho más que la cultura preventiva se anticipase no solo al ámbito laboral, sino a los estadios anteriores como es la formación, la carrera que vas a hacer, la Formación Profesional, los institutos, los colegios...», porque un accidente laboral «no es un tragedia para una empresa o un empleado, sino «para una familia, un entorno o una sociedad en su conjunto», añade. 

Resalta en este momento de la entrevista la importancia que ha cobrado en los últimos años la Formación Profesional Dual en Castilla-La Mancha. Aprovechando que esta formación facilita posteriormente prácticas en empresas, Fernández aprovecha para insistir en la creación de una asignatura de cultura preventiva. «Creemos que eso también ayudaría a lograr la concienciación de todo y que la salud laboral esté en la cabeza de todos, trabajadores y empresarios, por supuesto».

Respecto a una demanda del sindicato Comisiones Obreras Castilla-La Mancha, que vería con buenos ojos la difusión de campañas en los medios de comunicación sobre cómo prevenir accidentes laborales -semejantes a las de la Dirección General de Tráfico- el responsable de la patronal se mostró de acuerdo que todo paso hacia una cultura preventiva suma, pero recuerda que Cecam y sus sedes provinciales llevan años haciendo campañas de prevención en este sentido. «Todo lo que sea concienciar a los trabajadores de cómo re debes conducir para no correr riesgo, perfecto; y a los empresarios exactamente igual, por supuesto».

En este punto, recuerda la campaña de la DGT para extremar la precaución a la hora de adelantar a un ciclista. «Se hizo esta campaña de concienciación y dio resultado. Antes la gente pasaba de cualquier manera cerca de un ciclista y ahora respetas la distancia. Al principio puede que lo hicieras para evitar la multa, pero luego lo coges por costumbre», explica Fernández.

Ya por último, el secretario general de la Confederación de Empresarios de Castilla-La Mancha confía en que en un futuro los datos mejoren porque «así nos lo están diciendo los datos de los últimos diez años». Ve una evolución positiva en todo lo relacionado con los riesgos laborales y asegura que se está «normalizando» la cultura de prevención dentro de las empresas de la región, pues «la ven como un área más»; y también en los trabajadores, que son más responsables. «Creemos que de aquí a cinco años la evolución tiene que ser también de interiorizar esa cultura preventiva, de verla en los centros educativos y de formación».

Entre los grandes retos se halla la introducción en la Ley de prevención de riesgos laborales de los riesgos psicofísicos y todo lo ligado con las nuevas tecnologías y el desarrollo de la Inteligencia Artificial. «Hay determinados riesgos que no pertenecían al escenario que teníamos hasta ahora y que son los que tenemos que empezar a atacar», sostiene Fernández, quien añade que Administración, empresarios y sindicatos deben ir de la mano para lograr un objetivo común: que los trabajadores estén seguros a la hora de desarrollar su labor.