Latidos que hablan

Manu Reina
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La fisioterapeuta Beatriz Domínguez trata a sus pacientes a partir del exhaustivo análisis de la variabilidad de la frecuencia cardíaca

Latidos que hablan - Foto: Manu Reina

El corazón nunca engaña y sus constantes latidos son auténticas y fiables revelaciones para conocer el estado de salud de una persona. Y es que el pulso humano se convierte en una gran fuente de información que permite dar un diagnóstico más certero. Ese es el método científico que ejecuta la fisioterapeuta conquense Beatriz Domínguez, quien examina a sus pacientes a través del «estudio y la medición de la variabilidad de la frecuencia cardíaca, que es el tiempo que existe entre cada latido del corazón». «Es uno de los puntos clave en mi razonamiento clínico a la hora de abordar a mi paciente», añade. 

Beatriz, que tiene su clínica +Fisio en el Centro de Empresas de Cuenca, atiende a cada paciente de «manera integral, conectando todos los signos y síntomas, tanto físicos como de la esfera emocional». Tiene en cuenta la temporalidad de los eventos, así como las vías en disfunción y la jerarquía de los sistemas, todo ello englobado en un buen razonamiento clínico. Eso le permite «llevar a cabo un tratamiento individual y específico a cada individuo, que es indispensable para sacarlo de la situación de disconfort que presenta». Desde enero ya ha conseguido que muchas personas hayan mejorado su salud. 

Eso sí, cada paciente es «diferente y hay que tratarle según su situación». Tanto es así, que en las consultas, «hago un examen exhaustivo y minucioso de cada uno, con preguntas generales y específicas para recoger toda la información». De ahí que se preocupe por conocer si padece alergias, cuántas veces come al día, si ha sufrido el coronavirus, qué patologías previas puede tener o incluso cómo duerme, entre muchas otras cuestiones. También examina al paciente por medio de sus sistemas, ya sea digestivo, respiratorio, circulatorio, etc. «Durante todo el tratamiento tengo monitorizado al paciente y compruebo cómo reacciona a mis técnicas».

En cinco minutos obtiene la variabilidad de la frecuencia cardíaca del paciente con la más eficaz banda polar, que es una herramienta que le permite examinar el sistema nervioso autónomo de la persona y, en concreto, esa variabilidad de la frecuencia cardíaca. Una aplicación móvil recoge todos los datos en esos 300 segundos. Es ahí, a través de distintos indicadores, cuando puede dar un diagnóstico, no antes de procesar todos los registros en un sofisticado software. Una vez sabe cuál es el origen del dolor, se pone manos a la obra, nunca mejor dicho. 

Esta fisioterapeuta, ilusionada  con su innovador proyecto, recalca que los «exámenes científicos nos demuestran que a una mejor variabilidad de la frecuencia cardíaca hay un mayor grado de salud». En cambio, «las alteraciones en la variabilidad están siempre presentes en cualquier patología o dolor crónico, enfermedades, depresiones o alteraciones en el sueño, entre otros diagnósticos.   

Emprendimiento. Beatriz Domínguez decidió después de dos décadas dejar su puesto de funcionaria y pasarse al aventurero mundo del emprendimiento. Para nada se arrepiente. El cambio surgió en la pandemia a raíz de su afán por no dejar nunca de formarse. «Mi búsqueda por la excelencia en el abordaje clínico es lo que me hizo salir de mi zona de confort». Ahora mira el futuro con una gran perspectiva y agradece la confianza de sus más de tres centenares de pacientes que pasan por su consulta.