El Rebi Cuenca volvió a celebrar una victoria. Y no una cualquiera. El triunfo por 33-30 ante el Cangas, en El Sargal, no solo puso fin a una racha negativa de siete encuentros sin ganar, seis en liga más la eliminación copera, sino que supuso un golpe de moral para un equipo que se niega a rendirse y que ya ve muy cerca el objetivo de la permanencia en la Liga Asobal.
A falta de cinco jornadas para el final del campeonato, el conjunto dirigido por Lidio Jiménez ocupa la octava posición con un colchón de nueve puntos sobre el descenso, cuando apenas quedan diez por disputarse.
El lateral derecho argentino Fede Pizarro apunta que «Lidio antes de empezar la temporada lo dejó muy claro», ya que teniendo en cuenta la situación del club y las salidas de jugadores importantes, el objetivo «era permanecer en Asobal». «Hoy, a falta de cinco fechas, el equipo prácticamente lo ha conseguido», señala el lateral, que reconoce cierta amargura por no haber llegado a la fase final de la Copa del Rey, aunque remarca el compromiso de la plantilla. «La gente tiene que estar contenta con un equipo que, prácticamente toda la temporada, se dejó todo para lograr lo que el cuerpo técnico se propuso». Además, Pizarro cree que «en los últimos años le dimos muchas razones a la gente de Cuenca para creer que este es uno de los mejores equipos de la liga. Y está bien que exijan como exigen».