Abril está siendo un mes de récord en Cuenca en muchos sentidos. No solo se ha convertido en el más seco y cálido de los últimos 62 años y ha albergado una de las mejores Semana Santa de la historia, sino que también ha servido para romper todos los registros históricos de visitantes en la Catedral de la ciudad.

Y es que abril arrojó cifras de visitas que no solo superaron con creces los números del año pasado y los niveles de prepandemia en ese mes, sino que, además, se situaron por encima del mejor agosto contabilizado hasta ahora, el mes por antonomasia con mayor flujo de visitantes cada año, tal y como pone de manifiesto el director de la Catedral, Miguel Ángel Albares.

No en vano, a lo largo del cuarto mes del año pasaron por la seo conquense un total de 15.048 turistas, más de un millar por encima de los 14.000 contabilizados en el mismo periodo de 2019, antes del Covid. Detrás de este notable flujo de visitas se sitúan, en opinión de Albares, tanto la impresionante Semana Santa de este año como el puente festivo del Día de Andalucía y los cuatro lunes festivos de la Comunidad Valenciana.

La Catedral cierra abril con récord histórico de visitas - Foto: Reyes Martínez

Meses y días. Sin embargo, según subraya Albares, más allá de este mes, la recuperación total de las visitas a la Catedral, tras la pandemia, aún no se ha conseguido. Y para ello tan solo hay que echar la vista atrás y ver los números que arrojan los años 2020, con 42.649 visitantes; 2021, con 71.000; y 2022, con 89.697, muy lejos todavía de los 128.884 de 2019.

Y, por si eso fuera poco, tan solo hay que ver las malas cifras de los tres primeros meses del presente ejercicio, que se cerraron con 4.796 visitas en enero, 5.712 en febrero y 7.191 en marzo. Nada que ver con los números de cuatro años atrás, en 2019, con 6.548, 6.996 y 12.120, respectivamente.

Albares, en este sentido, explica que los mejores meses cada año suelen ser la segunda quincena de julio y, especialmente, agosto, aunque junio también se una a este grupo con algo más de reservas, mientras que en el polo opuesto se sitúan noviembre, diciembre, enero y febrero, «sin duda, los peores del año», reafirma.

Los días de mayor afluencia de visitantes a la Catedral, no obstante, son el viernes por la tarde, toda la jornada del sábado y el domingo por la mañana, siendo en su mayoría turistas nacionales, aunque «el turismo extranjero vaya poco a poco recuperándose», apunta.

Procedencia. En torno al 80 por ciento de los visitantes de la Catedral de Cuenca son turistas nacionales. Proceden en su mayor parte de Madrid y la Comunidad Valenciana, aunque también destacan los andaluces, catalanes y vascos.

El turismo extranjero, que ahora está empezando a regresar tras la pandemia, representa el 20% de los visitantes al templo.  La práctica totalidad la copan los europeos, especialmente de países vecinos, como Portugal, Francia, Italia, Alemania e Inglaterra. En 2019 se registró un repunte de turistas rusos y chinos, pero con la pandemia y la posterior guerra de Ucrania, dejaron de venir.

Horarios y productos. El horario ininterrumpido de visitas varía de acuerdo con la época del año, de tal manera que en la temporada baja –de noviembre a febrero– el templo abre de 10,00 a 17,00 horas, mientras que a partir de marzo se amplía a las 18,00 horas y desde junio hasta las 19,00 horas. Tan solo hay una excepción, los sábados, que a lo largo de todo el año disfruta de un horario de apertura de 10,00 a 19,00 horas.

El producto más consumido por los turistas que visitan la seo conquense es la visita combinada, en la que se incluyen un recorrido por la Catedral –incluido el triforio– y la visita al Museo Tesoro de la Catedral, la iglesia de San Pedro y su campanario y el Museo de la Semana Santa.

Otro paquete turístico muy demandando son las visitas nocturnas, por las que ya han pasado más de 10.500 personas desde su puesta en marcha. Se trata de una visita guiada para un máximo de 80 personas por el interior de la Catedral, acompañada de música en directo, bien de órgano o violín, que culmina en los patios de la seo con una copa de resoli y un trocito de alajú.

Todo ello convierte a este templo en cita obligada para cualquier turista y, de hecho, es el monumento más visitado de la ciudad y uno de sus grandes atractivos. De ahí que Albares esté convencido de que estas cifras pueden ser aún mejores, si bien para ello cree imprescindible un mayor esfuerzo de las administraciones para promocionar Cuenca como destino de interior Y es que, a su juicio, «aún queda camino por recorrer».