Darío Dolz se hace a sí mismo la pregunta y ofrece su respuesta: «¿Qué es lo primero que voy hacer? continuidad, seguir trabajando para que todos los proyectos que están en marcha lleguen a buen puerto», detalla el actual alcalde en funciones y, también, alcalde electo. El socialista, eso sí, ya avanza que tiene entre ceja y ceja quitarse una «espinita», que es el barrio de La Paz, cuyas obras volverán a «reformular economómicamente» para que una empresa se anime a dar el paso. Un ejemplo más de que Dolz no piensa parar, y eso demuestra que se siente victorioso porque «los conquenses refrendaron en las urnas que lo estamos haciendo bien para Cuenca».
La realidad es que necesita –de una forma o de otra– pactos, pero está tranquilo. «Mi ánimo es muy positivo y no debería haber ningún problema para alcanzar la gobernabilidad del Ayuntamiento», confirma a La Tribuna. Pone su mira en las dos fuerzas más proclives a ese entente. Comienza por Cuenca nos Une, y destaca lo que Gómez Cavero ha dicho en mil y una ocasión, y es que dará el gobierno municipal al partido que maniobre en la Junta. Por eso –apunta–, «esa variable está despejada», y es que «tenemos la experiencia de estos años, sabemos en qué hemos acertado y en qué fallamos y vamos a coger lo que nos ha unido y no lo que nos ha separado».
En segundo lugar, para traspasar la frontera de los 13 ediles mayoritarios, pone sus miras en Cuenca en Marcha y aquí habla de tender puentes con una máxima, y es «no facilitar un gobierno de la derecha en esta ciudad». Dolz subraya que con la formación capitaneada por María Ángeles García se puede hablar, primero, de gobernabilidad, pero también, «y si así lo quieren, de acuerdos puntuales». Indistintamente, comenta que iniciará conversaciones con ambos partidos «en breve» para que haya un gobierno «sólido y fuerte» en Cuenca.
Eso sí, hay un apartado que marca, en principio, océanos de distancia entre Dolz y CeM, y es el Plan XCuenca. Todo se puede analizar, pero el socialista insiste en que ve «imposible» que el tren convencional vuelva a entrar en funcionamiento. «Habría que llamar a las puertas del Ministerio y que éste diese pasos atrás, y aún así habría que poner mucho dinero encima de la mesa para darle otras capacidades al tren que, personalmente, las veo imposibles», remata al respecto.
Sintonía cromática. A Dolz tampoco se le escapa, por otro lado, que la única provincia en toda la región en la que existe una alineación cromática de las tres instituciones es Cuenca. «No sé si somos la aldea gala del socialismo a nivel regional, pero pesa esa responsabilidad también... lo que está claro es que no hay ninguna excusa para que esta ciudad, de una vez por todas, remonte y se ponga en el lugar que se tiene que poner», sentencia un alcalde electo que solo pide una legislatura «normal» para certificar el «cambio definitivo».