Bendita tentación

Manu Reina
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Los conquenses no fallan a la cita y acuden estos días a comprar los tradicionales buñuelos de viento o huesos de santo para celebrar la festividad de Todos los Santos con un toque dulce

Bendita tentación - Foto: Manu Reina

Bendita tentación. Esa es la sensación unánime que se genera cuando uno se sitúa frente a una bandeja de buñuelos de viento o huesos de santo, que son los dos dulces tradicionales que ocupan la mayoría de mesas de los hogares conquenses durante la festividad de Todos los Santos. Es difícil contener la calma y resistirse a probar bocado porque el resultado es un cúmulo de sabores. De hecho, la tentación se multiplica cuando ya se ha probado uno. Tomar otro más se convierte en casi una obligación.

En la histórica Pastelería Marisol trabajan desde el inicio de mes en la elaboración de ambos dulces, aunque desde el puente del Pilar ha sido un no parar. La copropietaria, Sonia Serrano, recalca que son dos productos que «gustan mucho a los conquenses». No es para menos. La mejor prueba de ello es que no dejan de pasar personas a su tienda para hacerse con al menos una docena. Sonia concreta que «suelen pedir un poco de ambas cosas». Esa es la tónica habitual, aunque para gustos los colores. Eso sí, esta repostera detalla que los buñuelos de viento «gustan un poquito más porque hay gente que el mazapán del hueso de santo no le gusta tanto». Sin embargo, la diferencia de venta entre uno y otro «apenas se nota porque se venden muy bien ambos». 

Sonia y sus hermanos trabajan con minucioso detalle la elaboración de estos dos dulces. Con el fin de cautivar a cualquier paladar elaboran infinidad de variedades. En este establecimiento, el buñuelo, que es una bola de masa, está relleno de «trufa, kinder, nata, chocolate o crema, por ejemplo». Es más de lo mismo que el hueso de santo porque el mazapán se marida a la perfección con «fresa, almendra o chocolate, aunque el que más gusta, en este caso, es el que contiene yema».

Evidentemente, nunca llueve a gusto de todos, por lo que también hay conquenses que se decantan por otros tipos de dulce para tener un dulce puente de Todos Los Santos. Sonia asegura que muchos clientes nos encargan «tartas personalizadas o directamente una docena de pasteles de diferentes sabores, por ejemplo». Al fin y al cabo, lo importante es tener un dulce bocado.