La tradición de llevar flores a los difuntos aumenta

Manu Reina
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La Mezquita trabaja sin descanso para entregar los coloridos y bellos centros, búcaros y ramos de flores

La tradición de llevar flores a los difuntos aumenta - Foto: Manu Reina

Que no falte ningún detalle. El centro tiene que tener un cierto número de flores, un color reluciente y un aspecto maravilloso, porque es el momento de recordar una vez más a todos los seres queridos que por desgracia marcharon. De esta forma, los conquenses ultiman y buscan durante estas horas el arreglo idóneo para depositar en las lápidas de familiares y amigos. Muchos lo llevarán mañana con motivo de la festividad de Todos los Santos, pero hay también quienes se han adelantado varios días a esta fecha tan señalada y emotiva. 

La mayoría se decantan por el «tradicional centro de gladiolos, margaritas y claveles», explica la directora de La Mezquita, Paula Orozco. No obstante, cada vez es más frecuente innovar a la hora de elegir las flores. Los clientes habituales de este vivero de plantas «optan por flores exóticas, como hortensias, lilium, anturium, ave del paraíso o romelia, entre otras». Al fin y al cabo es gusto de cada uno, aunque en esta empresa te aconsejan cuáles son las mejores opciones. 
En un caso u otro, lo «importante es llevar flores a nuestros seres queridos». Es una tradición que «no se va a perder nunca». De hecho, «este año hemos notado un notable incremento, por lo que ya no solo es que se mantenga, sino que aumenta», asegura Orozco, que perfila los últimos centros, aunque ya ha perdido la cuenta de cuántos ha elaborado junto a sus compañeros. 

Y es que no se trata de trabajar de un día para otro. Ni mucho menos. La Mezquita comenzó la festividad de Todos los Santos con un mes de antelación, ya que era fundamental «hacer el pedido de las flores con bastante previsión». Además, una semana antes se procedió al acondicionamiento de la tienda con el fin de adaptar el espacio a la llegada de la mercancía, donde el 90 por ciento de las flores son naturales. Este trabajo previo y estructurado les permite entregar los arreglos en el mismo momento. Incluso los pedidos más laboriosos «los tenemos en un rato, pero intentamos que todos se puedan llevar en el instante su centro».

El «precio medio es de 60 euros», aunque hay personas que adquieren flores por un coste inferior o superior, puesto que depende ya de lo que «cada uno quiera gastarse». Eso sí, el precio «no ha subido porque hemos encontrado proveedores económicos». No obstante, La Mezquita lleva «tres años sin modificar el catálogo», subraya. Otro de los asuntos que depende de cada uno es la elección final de los colores. El «blanco, amarillo y rojo son los más comunes», aunque se trabaja mucho también la combinación de otros colores. 

Búcaros. Paula Orozco explica que hay también quienes llevan su propio búcaro o recipiente de plástico a la tienda para que se decore acorde al mismo. La forma del arreglo se ajusta al espacio y el resultado final también es «maravilloso». En el caso de nichos, «trabajamos todo tipo de flores e incluso letras, donde el conquense elige a su gusto la decoración». No obstante, el centro sigue siendo «lo que más se utiliza porque tanto en el cementerio municipal como en el resto de la provincia hay lápidas». Eso hace que se busque «este tipo arreglo para ocupar gran espacio». 

Quienes todavía no tengan en su poder las flores tienen todo el día de hoy para hacerse con un ramo, centro o encargo especial. La campaña comenzó el pasado fin de semana, aunque se intensifica en gran medida en estas horas previas. Además, todos tienen claro que las flores pueden durar incluso «una semana». No obstante, lo importante no es cuánto durarán, sino «llevarlas y recordar a nuestros seres queridos», sentencia Paula.