Las fuertes tormentas de agua y granizo registradas en la primera mitad del mes de mayo han cogido por sorpresa a propios y extraños, no solo por haberse adelantado al periodo más habitual de estos fenómenos meteorológicos adversos, como es final de junio y a lo largo de julio, sino también por haber sido bastante generalizadas y especialmente intensas y virulentas.
No en vano, el director territorial de Agroseguro en la Zona Centro, Javier Zarcero, no solo constata este extremo, sino que, además, llega a afirmar a La Tribuna que «podría tratarse de un año a destacar sobre la serie histórica de los cinco o seis últimos años en esta zona».
Y es que las fuertes tormentas de agua y granizo registradas los días 2 y 7 de mayo dejaron en el campo conquense un panorama desolador en algunas zonas muy concretas. De hecho, en palabras de Zarcero, «los daños, en general, son muy importantes y si en años anteriores rondaban el 30%, en esta ocasión, se está alcanzando una media por encima del 50 y, en algunos puntos muy concretos, se llega hasta el 80».
- Foto: Elaboración propiaAlcance de los daños. El director territorial de Agroseguro subraya a esta redacción que «hasta ahora, ya hemos recibido partes de siniestros de más de 4.000 hectáreas de cultivos en la provincia de Cuenca», aunque las estimaciones iniciales, y a tenor del ritmo registrado hasta ahora, esperan que «a lo largo de esta semana nos acerquemos a las 5.000 hectáreas».
El pedrisco ha dejado destrozos a lo largo y ancho de la provincia, tanto en la Alcarria y la Sierra como en la Mancha y la Manchuela. En concreto, el 80% de esa superficie dañada se ha concentrado en los términos municipales de Vellisca, Barajas de Melo, Aliaguilla, Landete, Mira, Iniesta, Quintanar del Rey, Villagarcía del Llano, Casasimarro, Belmonte, Casas de Fernando Alonso, Honrubia, Mota del Altarejos, Altarejos, Torrubia y Villarejo Periesteban.
El cultivo más castigado, sin lugar a dudas, ha sido los cereales, con hasta ahora cerca de 3.000 hectáreas afectadas. Le siguen el viñedo, con daños en unas 1.500 hectáreas; el ajo, casi 200; y el almendro, con un centenar, según los partes recibidos hasta ahora por Agroseguro.
Una calle de Sisante, tras la granizada caída el pasado 7 de mayo. - Foto: L.T.Teniendo en cuenta la magnitud de los destrozos de estas fuertes tormentas, Zarcero insiste en hacer un llamamiento a los agricultores que se hayan visto perjudicados por el pedrisco para que agilicen lo máximo posible el envío de los partes de siniestros.
Y es que, tal y como subraya, «es fundamental que sepamos cuanto antes el alcance de los daños por las tormentas, porque, de esta manera, podemos ver cuáles son las necesidades y tomar las medidas oportunas para que los peritos puedan realizar las valoraciones cuanto antes».
No hay que olvidar, a su juicio, que «como queremos atender a los agricultores lo más rápido posible, a veces tienen que venir a ayudarnos peritos de otras provincias y es conveniente saber con antelación qué necesidades hay».