No hubo sorpresas ni sobresaltos de última hora. Ni en el momento de votar ni en el debate del asunto de marras. El pleno de todos los plenos de la legislatura prometía poner en liza lo que ya veníamos sufriendo durante los últimos tres meses. Sus señorías no defraudaron, para sonrojo de los ciudadanos. Posturas enconadas, furibundas y excesivamente altisonantes en torno al adiós a la línea de tren convencional y el hola al Plan XCuenca. No hubo sorpresas porque Cuenca nos Une maniobró tal y como su líder, Isidoro Gómez Cavero, avanzó en La Tribuna que iba a maniobrar. La abstención de la agrupación de electores resultó clave para que los 11 votos del equipo de Gobierno fueran definitivos para sacar adelante el protocolo general de actuación.

De esta forma, el Consistorio desbloquea una puerta que permanecía cerrada a cal y canto desde hace tres meses y en torno a la que se ha debatido largo y tendido. Para muchos, una matraca de difícil trago. De hecho, en esta ciudad prácticamente no se ha hablado de otra cosa desde aquella presentación fugaz a cargo de la secretaria general del Ministerio a principios del pasado diciembre. Al final, y a expensas de que el asunto todavía pueda seguir trayendo cola (no duden que así será), la balanza se ha decantado en pro del proyecto integral de movilidad, desarrollo territorial y transformación urbana propuesto por el Ministerio de Transporte y Movilidad, y es que de nada sirvieron los votos en contra del Partido Popular, Ciudadanos, Cuenca, en Marcha!, así como de la concejala outsider de la formación independiente, Ana Isabel Payán. Por tanto, tras una infinidad de dimes y diretes, el Ayuntamiento se suma al Ministerio, la Junta de Comunidades, la Diputación y ADIF para llevar XCuenca a buen puerto. O, mejor dicho, a la estación correcta.

La postura más sosegada en el debate de la cuestión la personificó el equipo de Gobierno, representado por hasta tres voces distintas. Abrió fuego el alcalde para recordar la importancia que tiene para la ciudad el plan propuesto por el Gobierno, que se ha debatido en hasta tres plenos y en el Consejo Social. Por eso se dirigió al resto de grupos para pedirles que votaran "pensando en Cuenca y en su futuro", a sabiendas de que el tema es "controvertido" y de que tiene infinidad de aristas que pueden ser utilizadas políticamente. Sin embargo, "estamos aquí para tomar decisiones y tenemos la oportunidad de formar parte de un proyecto que puede mejorar la vida de los ciudadanos". Dolz remató con que el debate no estaba en si el ferrocarril debía seguir o no, sino si Cuenca quiere formar parte de un plan que el Ministerio va a poner marcha "con el Ayuntamiento o sin él".

En esa misma línea de que "Cuenca no pierde servicios ferroviarios ni los conquenses oportunidades de viaje", dos de sus concejales ahondaron en los beneficios que reporta XCuenca. Saray Portillo, siempre contundente, dejó una frase para la posteridad: "Los cambios son para los valientes porque el cambio es lo único que nos va a traer progreso". Desde este postulado, la teniente de alcalde manifestó saber las consecuencias electorales que puede tener subirse al barco de este plan, pero explicó que lo hacen "creyendo que es lo mejor para Cuenca", y es que a diferencia de lo que se puso sobre la mesa en este sentido durante legislaturas pretéritas, ahora hay un "plan alternativo ambicioso para sustituir un tren del siglo XIX por otro del XXI". Por eso, y viendo la reacción de la oposición, les lanzó el siguiente dardo: "Lo único que les interesa del tren es estirar más el chicle para hacer daño al equipo de Gobierno… Eso es lo que les importa Cuenca".

El concejal de Movilidad, Adrián Martínez, dirigió su mira hacia la importancia del Pleno, pues "hoy toca decidir por y para los conquenses y no valen las medias tintas". En su opinión, sobre la mesa hay una propuesta que "plantea soluciones y mejoras de movilidad, sociales y urbanísticas" para convertir a Cuenca en un referente en este sentido. "Es bueno para nuestra ciudad, son pilares a los que no podemos renunciar, por lo que entiendo que si se oponen a este protocolo es que no quieren que los ciudadanos disfruten de estas mejoras".

OPOSICIÓN. Cuenca nos Une, y en concreto su nueva portavoz, Marta Tirado, tuvo que sufrir los improperios de algunos de los miembros de la corporación. Sin ir más lejos, el concejal popular David Hernández la interrumpió elevando la voz durante una parte de su discurso, recordándole entre otras cosas que "cuando estabas en el PP no decías lo mismo". Un exabrupto que le costó dos llamadas al orden. Más allá de esto, Tirado justificó el papel de su formación agarrándose al fallo emitido por el Ministerio sobre la consulta, y es que "nos guste o no, la competencia de mantener la línea es del Gobierno de la nación y da igual la forma de hacer la pregunta", y así, "podemos manifestarnos o enarbolar la bandera del tren, pero la realidad es la que es y es muy tozuda, y no podemos decidir nosotros".

Asimismo, pidió que no se culpase a su grupo del adiós del tren, y es que han sido PP y PSOE los "responsables" de que éste haya acabado de esta forma, siendo un medio "obsoleto". "No echen balones fuera, dejen de intentar confundir a los ciudadanos", apuntó antes asegurar tajantemente que Cuenca nos Une cumplirá con su programa electoral "hasta las últimas consecuencias", y eso pasa por cicatrizar la brecha que divide la ciudad, a pesar de que el texto lo redactase un "adalid del tren como Dámaso Matarranz", como mensaje velado a su ya excompañero de bancada.

El encargado de defender la postura del PP fue José Manuel Cañizares, que aportó como principales argumentos que la firma del protocolo es un paso necesario para suprimir la línea y que todas las medidas del Plan XCuenca, además de que podrían haber sido "compatibles" con el ferrocarril, "han sido aprobadas en todas las provincias de la región sin que se haya eliminado el tren". Desde el seno de los populares criticaron con vehemencia que se está tomando una decisión clave en torno a una infraestructura "innegociable" para la ciudad sin información ni asesoramiento y "siendo conocedores de que no existe el más mínimo consenso en la ciudad para hacerlo", conscientes de que obligan a Cuenca "a ceder uno de los pocos recursos que aun no ha perdido y cuyo valor es incalculable". Por esa razón, Cañizares avanzó que el PP "seguirá peleando" para que no se materialicen los siguientes pasos del Plan XCuenca, porque éste es "cualquier otra cosa menos un proyecto de desarrollo territorial de la provincia".

La edil de Ciudadanos, Cristina Fuentes, que en las horas previas del Pleno había intentado su no celebración a través de la vía judicial, tal y como contó La Tribuna en primicia, fue la más beligerante de todos los que tomaron la palabra. De hecho, tuvo que rectificarse a sí misma cuando se lo pidió el alcalde tras llamar "peleles" a los concejales de Cuenca nos Une. La portavoz naranja fue muy crítica con la formación de Gómez Cavero y el equipo de Gobierno, llegando a tildar su actuación de "inmundicia política". "Es un día muy negro para Cuenca porque están vendiendo algo que no es suyo, están echando a la calle a 30 familias de nuestra ciudad y este punto no tiene retorno... es lo peor que le podía haber sucedido a la ciudad en muchos siglos", apuntó al respecto. Fuentes apuntó además que "hablamos de una infraestructura con un valor milenario que están regalando a cambio de nada y con una validez de tres años suponiendo que nos den algo". "Los conquenses tienen que saber que todo lo que ofrece el Plan XCuenca Cuenca lo puede tener, pero con una gestión adecuada", remató.

También desde una oposición frontal al proyecto, pero dentro de la corrección y las buenas formas, Cuenca, en Marcha! destacó que "nos encontramos con una especie de enmascaramiento, trilerismo político o juego de distracción que tiene como objetivo desmantelar el tren convencional". Desde ese postulado, María Ángeles García dejó claro que su formación está de acuerdo con algunos apartados del Plan XCuenca pero no bajo el "chantaje" de suprimir el tren. Uno de los puntos en los que más en contra se mostró fue en la negativa a la realización de la consulta popular y el cambio de postura en este sentido de Cuenca nos Une y el PSOE, y es que "jugaron a confundir a los ciudadanos". Para terminar, lanzó un aviso a navegantes y señaló que "a pesar de los acuerdos que se tomen en este Pleno, vamos a trabajar para que el tren no se desmantele en todos los ámbitos", al mismo tiempo que se comprometió a que la gente vote "de una forma o de otra" y muestre su sentir en torno al tema.