«La Guardia Civil es un reflejo de la sociedad»

José Luis Enríquez
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La nueva jefa de la Comandancia de la Guardia Civil en Cuenca explica sus prioridades tras asumir "el reto más importante de su carrera" y subraya la importancia de dar visibilidad a la mujer

María Jesús Pascual, jefe de la Comandancia de la Guardia Civil - Foto: E. León

La teniente coronel María Jesús Pascual es la tercera mujer que está al frente de una Comandancia de la Guardia Civil en España. Tomó posesión del cargo en Cuenca el pasado día 16 de junio pero lleva ya un «intenso mes» de adaptación al cargo. Pascual nació en Zaragoza, obtuvo el empleo de teniente en 2003 y luce diversas condecoraciones civiles y militares. Ha pasado por destinos como Huelva, Granada o Cáceres, donde ejerció de jefa interina de la Comandancia en varios periodos. Tiene muy claro sus objetivos en la Comandancia de Cuenca, donde está al mando de unos 600 efectivos. Esas prioridades pasan por la atención ciudadana, mejorar la calidad de vida de los guardias civiles y perseguir todo tipo de delitos. 

¿Qué significa para usted estar al mando de la Comandancia de Cuenca?

Es un reto muy importante, quizá el más importante al que me he podido enfrentar hasta ahora en la Guardia Civil. Es algo que siempre he querido que sucediera. He estado destinada muchos años, a lo largo de mi carrera, en unidades territoriales, y el mando de una Comandancia para cualquier oficial de la Guardia Civil es algo muy importante. Han depositado la confianza en mí y es una gran responsabilidad, pero también una gran satisfacción.

Ha estado varios años destinada en Cáceres. ¿Ha podido apreciar muchas diferencias con esta Comandancia en el tiempo que lleva en Cuenca?

En Cáceres he pasado por las tres jefaturas. El conocimiento del funcionamiento de una jefatura lo conozco, pero en la Guardia Civil se dice que cada Comandancia es un mundo. Con el tiempo que llevo en Cuenca, que es aproximadamente un mes, y muy intenso, es verdad que hay cosas que son exactamente iguales, pero hay otras que son diferentes. Ahora mismo nos tenemos que adaptar los unos a los otros. Yo me tengo que adaptar a determinadas cosas que se hacen en la Comandancia, y la Comandancia se tiene que adaptar también a mí.

¿En este mes «intenso» ya ha establecido algunas de sus prioridades?

Mis prioridades son claras. Mejorar la atención al ciudadano en cualquiera de los municipios de los puntos de la provincia, mejorar la calidad de vida tanto profesional como familiar de los guardias civiles y, sobre todo, la investigación de determinados delitos.

¿Qué delitos, por ejemplo?

Poner el foco en todo lo relacionado con la violencia de género y atender de la mejor manera a las mujeres y a los menores afectados de la mejor manera posible. Otro asunto importante es la ciberdelincuencia o la cibercriminalidad. Quiero poder difundir una educación o formación que sirva de prevención ante determinados delitos que se cometen a través de las redes sociales y todo lo relacionado con Internet, pero quiero también que la investigación sea cada vez más compleja, mejor y más universal. A nivel nacional, este tipo de delitos ha subido en los últimos años de forma exponencial en detrimento de la delincuencia tradicional como pueden ser un robo, un hurto o un atraco. Este tipo de delincuencia está pasando a un segundo plano y, sin embargo, la delincuencia relacionada con internet va en aumento. Es el caso, por ejemplo, del uso inapropiado de las redes sociales o las estafas bancarias.

¿Cómo se puede frenar desde la Guardia Civil la lacra de la violencia de género?

Creo que para poder controlar la violencia de género, pues erradicarla de la sociedad en la que vivimos, me parece muy complicado, la educación y la formación son fundamentales. Hay que trabajar en la prevención. Tenemos por ejemplo, el Plan Director que va dirigido a dar charlas de distintas temáticas, entre ellas las de violencia de género, en los colegios. Ante cualquier solicitud de los centros vamos a esos colegios a dar charlas para concienciar a esos niños y adolescentes y evitar las conductas típicas de la violencia de género. 

El papel fundamental de la Guardia Civil es proteger a las mujeres víctimas así como a los menores que resultan afectados. Por eso, es fundamental mantener el contacto y la coordinación con las instituciones que trabajan para evitar la violencia de género.

Un delito habitual en la provincia es la plantación de marihuana. Imagino que seguirán muy encima…

Sí, por supuesto. Las unidades de Policía Judicial como de Seguridad Ciudadana seguirán trabajando para que si este delito se comete, se detenga a los autores y se aprehenda la droga correspondiente.

La tasa de criminalidad en la provincia de Cuenca es baja. ¿Es un estímulo para no bajar la guardia?

Hay que seguir trabajando no sólo para mantener esa tasa, sino para mejorarla. Y me refiero a mejorar la seguridad objetiva, como en este caso, así como la seguridad subjetiva de todos los ciudadanos de la provincia de Cuenca. El reto para bajar esos datos es complicado, pero es mucho más agradecido que en otras provincia.

Otro reto es el demográfico porque Cuenca es una provincia muy extensa y con poca población. ¿Cómo lo afronta?

La Guardia Civil tiene que estar en todos los sitios, pero no puede estar en todos los sitios las 24 horas del día. Tenemos que tratar de conseguir es que nuestro servicio sea lo más eficaz y lo más eficiente posible con los recursos, tanto humanos como materiales, que tenemos. Ya he comentado en otras ocasiones que hay determinados puestos de la Guardia Civil que a lo mejor tienen cinco o diez denuncias penales a lo largo de un año. Es preferible que tengamos patrullas en la calle, en municipios desde el más pequeño hasta el más grande, y que en un momento dado si es necesario presentar una denuncia se pueden desplazar al acuartelamiento. 

Es muy importante nuestra presencia, tanto en los municipios para dar visibilidad al ciudadano de que estamos ahí para lo que necesiten, como en áreas forestales o agrícolas, donde también tenemos que estar para prevenir incendios o los robos y hurtos en las explotaciones, por poner dos ejemplos.

Hablaba antes de medios materiales y humanos. ¿Son suficientes los que hay en esta Comandancia?

Siempre se quiere más. Cuantos más seamos, más servicios y cometidos se pueden hacer. Pero tenemos que ser conscientes de que tenemos que trabajar con lo que tenemos sin dejar en el olvido que hay que pedir o solicitar más. Lo más importante es que con lo que tenemos sea suficiente para llegar a la mayor gente posible.

¿Cómo nació su vocación de ser guardia civil?

Mi abuelo fue guardia civil y mi padre es guardia civil. A pesar de que cuando era pequeña no había mujeres en la Guardia Civil, yo no era consciente de ello. En mi casa, en mi familia, nadie me dijo nunca que no podía ser guardia civil. Yo siempre tuve claro que era lo que quería hacer en mi futuro. Si no hubiera sido guardia civil no sé qué otra cosa hubiera sido. Cuando llegó la hora de decidir, las mujeres llevaban tres o cuatro años desde que había ingresado en la Academia General Militar y aproveché la oportunidad hasta que lo logré.

Hay tres comandancias con mujeres al frente, las de Teruel, Guadalajara y ahora Cuenca. ¿Llegará el día en que deje de ser noticia que haya mujeres al mando?

Imagino que cuando el número de nosotras seamos eso que llaman 'un número representativo'. Dicen que en las minorías tienen que ser un 30 por ciento para que dejen de serlo. La Guardia Civil tiene 179 años y los hitos que estamos consiguiendo las mujeres en los últimos años tienen su proceso. Nuestros ascensos están perfectamente regulados. Tienes que tener unos tiempos de permanencia mínimos en cada uno de los empleos y cumplir una serie de requisitos que son los mismos para los hombres que para mujeres. El máximo empleo para mujeres en la Guardia Civil es teniente coronel, pero porque hasta ahora no se ha tenido la oportunidad de que la primera mujer que ingresó llegue a coronel, que con el tiempo estoy seguro de que tendrá la oportunidad y ascenderá.

Es un movimiento imparable, ¿no?

Por supuesto. Igual que para todas las mujeres en el resto de la sociedad. La Guardia Civil es un reflejo de la sociedad en la que vivimos. Siempre lo hemos sido y nos nutrimos de la sociedad.

¿Como mujer ha tenido que hacer frente a muchas dificultades para llegar a ser teniente coronel?

Alguna más de las que hubiera tenido que hacer un hombre, pero no solo por la Guardia Civil y la institución en sí, sino por la sociedad en la que vivimos. Creo que a determinados papeles de la mujer en la sociedad todavía no se les ha dado esa visibilidad y que muchas niñas, adolescentes, e incluso mujeres adultas, no son conscientes de que una mujer puede hacerlo exactamente igual que un hombre. Ni mejor ni peor. Somos dos géneros que nos complementamos. 

Que niños y niñas vean su ejemplo es una gran enseñanza...

El dar visibilidad a lo que las mujeres están haciendo, que hasta ahora no era habitual, me parece fundamental para que otras mujeres quieran formar parte de la Guardia Civil y seguir nuestro ejemplo

¿Qué mensaje le gustaría trasladar a la sociedad conquense?

Voy a tratar de hacerlo lo mejor posible. Tanto yo como la Comandancia de Cuenca estamos a disposición de la ciudadanía para trabajar con ella. Para cualquier cosa que necesiten, ahí estaremos.