Prueba superada en el Júcar

Europa press
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Las obras contra inundaciones ejecutadas por la Confederación Hidrográfica en la confluencia de los ríos Júcar y Moscas evitaron daños pese al gran caudal que llevaba el río

El río, con un caudal cercano a los 295 metros cúbicos por segundo, se desbordó en zonas como Fuente del Oro - Foto: JLE

Dicen que tras la tempestad viene la calma, y así ha sido tras el paso de la borraca Efraín. El alcalde, Darío Dolz, confirmaba el viernes la apertura de los accesos al Júcar, excepto la pasarela de madera que discurre por la desembocadura del río dirección de la zona del Recreo del Peral, tras la reunión de coordinación con los bomberos de la ciudad. «Será el último tramo en abrirse porque ha habido varios desprendimientos, y los bomberos se iban a dedicar hoy a sanear esta zona».

El resto de accesos se abrieron y se quitaron todas las balizas, pero el alcalde reclamó precaución a la hora de fotografiar esta crecida, ya que el río –con datos de este viernes– seguía acumulando hasta 68 metros cúbicos por segundo.

Por otro otro lado, la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) informó de que el paso de la borrasca Efraín por la península ha dejado copiosas precipitaciones, y en lo que respecta a la demarcación del Júcar, éstas han sido intensas principalmente en el alto Júcar, en la provincia de Cuenca, donde en algunos puntos se han llegado a acumular más de 120 litros por metro cuadrado en 48 horas.

Circunstancia que provocó que el río Júcar alcanzara el pasado miércoles un caudal máximo de 295 metros cúbicos por segundo a su paso por la capital. Registros extraordinarios que no se han traducido en daños «gracias a las obras de defensa contra inundaciones ejecutadas por la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ), en la confluencia de los ríos Júcar y Moscas». Así, este organismo señala que aunque el caudal ya ha bajado de forma considerable, el cauce del río a su paso por Cuenca continúa afectado.

Al igual que ya ocurriera en el 2019 con un episodio de fuertes lluvias que también provocó el desbordamiento del Júcar, «ni antes ni ahora en este episodio», se han registrado daños reseñables ni en infraestructuras ni en edificios.

Estas obras de defensa contra inundaciones en la confluencia de los ríos Júcar y Moscas se finalizaron y se entregaron al Ayuntamiento hace escasos meses.

«La actuación era necesaria y ha quedado demostrado su buen funcionamiento, ya que se han evitado graves daños en infraestructuras tan importantes como el Hospital Recoletas, la residencia geriátrica de la Alameda y el parque de bomberos», destacó Luis Garijo, comisario Adjunto de la Confederación y director de las obras.

Durante esta extraordinaria crecida de hasta 295 m3/s, el río ha desbordado por la llanura de inundación adecuada para tal efecto, consiguiendo así minorar el calado  y la velocidad del agua en esa zona, y así proteger las instalaciones sensibles citadas. «Hasta la realización de esta obra una avenida de 180 metros cúbicos por segundo suponía la necesidad de desalojo de estas infraestructuras. En la actualidad no es preciso hacerlo, ni siquiera ante una crecida de caudal de 295, como ha quedado demostrado en las lluvias acaecidas este miércoles», recordó Garijo.