El cementerio municipal de Santa Marina ha acogido hoy, a las 11 horas, el XII Homenaje a los Brigadistas Internacionales y las Víctimas de la Represión de la Dictadura en Tarancón. Organizado por la asociación para la recuperación de la memoria Histórica en la provincia, ARMH Cuenca, este tributo se viene realizando cada febrero ininterrumpidamente desde 2012 (tras la erección del monumento a los brigadistas en octubre de 2011). En 2021, debido a la pandemia se retransmitió por internet, y en 2022 se llevó a cabo ante otra placa más, a los taranconeros que cayeron en los frentes con las milicias antifascistas o con el Ejército Popular de la República española, «haciendo memoria sin prisa, pero sin pausa», explican desde el colectivo de memoria histórica, con sede en Tarancón. No ha faltado como es habitual, la lectura de poemas o la ofrenda de claveles, en un evento emotivo que ha congregado en esta ocasión a descendientes de los voluntarios extranjeros que participaron en la guerra civil española llegados de países como Italia, Bélgica, Polonia, Alemania, Reino Unido, Irlanda, Estados Unidos o Canadá. 

Máximo Molina, presidente de ARMH Cuenca, ha querido agradecer el apoyo del Ayuntamiento, pues a primera hora de la mañana se ha intentando al parecer vandalizar las placas conmemorativas situadas a la entrada del camposanto y la Policía Local lo ha evitado. El acto ha contado con la presencia del concejal del PSOE Juan Francisco Ramírez. 

Tras el homenaje en sí, se ha llevado a cabo una ruta con códigos QR «por el Tarancón viejo, por el itinerario marcado por el perfil de Facebook Lo que se fue», detallan desde la organización.  Durante esta ruta han pasado por el entorno de la iglesia de la Asunción y la barriada de El Caño o la plaza de Castilla-La Mancha, para acabar en El Hospitalillo, antiguo hospital de Santa Emilia. «Así les enseñaremos la belleza de este Tarancón viejo, que parece cada vez más como si hubiera sido recién bombardeado», concretan.