El verano trae consigo días largos y cálidos, perfectos para disfrutar al aire libre. Entre las múltiples opciones de ocio, una de las más agradables y accesibles es pasar la tarde y noche en un parque. Este plan es ideal para jóvenes, familias y grupos de amigos que buscan un espacio para relajarse, jugar, cobijarse del calor y compartir buenos momentos sin necesidad de gastar mucho dinero o directamente sin rascarse el bolsillo.
El parque de Los Moralejos se convierte así en uno de los destinos preferidos en la ciudad. ¡Vaya, que si lo es!. El incremento de las temperaturas y el inicio de las vacaciones para muchos, genera una imagen habitual en época estival de merenderos repletos, los columpios sin apenas descanso con tanto balanceo, el césped ocupado por los que buscan un plácido descanso y también aquellos que recorren metros sin parar por todos los caminos que cruzan este parque. Este espacio cobra mucha más vida ahora que en invierno.
Rodrigo Basaurit acude habitualmente en estas fechas a este parque porque «es el lugar donde más tranquilo se está» e incluso apunta que «los amigos quedamos casi todos los días aquí». Lo hacen a partir de las cinco de la tarde y aguantan hasta la hora de irse a cenar. Pero no es un adiós hasta el día siguiente, ya que «también venimos muchas noches porque hace una temperatura ideal».
Alejandro Ballesteros incide en que «el río y los árboles nos permiten disfrutar de un sitio ideal, muy fresco y cómodo». Para pasar el rato, más allá de las típicas charlas, «jugamos a las cartas o vemos fútbol en el móvil». La tarde se hace «mucho más amena porque primero pasamos a comprar comida y bebida para picotear en estas horas». Precisamente, esa primera parada para recargar la mochila, «es una de las mejores opciones porque así no gastamos dinero», apunta Andrés Culebras. Es un cúmulo de aspectos que conforman la burbuja perfecta para que reine el entretenimiento. Tanto que el propio Andrés recomienda «a cualquier persona que aprovecha este y cualquier parque».
Con la llegada de la noche, los parques se transforman en lugares mágicos. Las luces de la ciudad, el cielo estrellado y la brisa fresca crean un ambiente relajado y acogedor. Es otro momento idóneo para continuar la conversación, compartir historias y disfrutar de la compañía de amigos y seres queridos.
De esta forma, pasar una tarde y noche de verano en estos espacios verdes es una opción de ocio que aúna diversión, relajación y convivencia. Ya sea jugando a las cartas, organizando un picnic o simplemente disfrutando del paisaje, esta actividad se convierte en una excelente forma de desconectar del estrés diario y afrontar el verano con tranquilidad.