El eco de los aplausos resonaba aún en el polideportivo de Sant Jaume d'Enveja cuando el equipo del Lao Jia Wu Shu recogía sus últimas medallas. Ayer, el club conquense dejó una huella imborrable en el II Campeonato de Wushu de Montsià, alzándose con un impresionante botín de 14 preseas que confirman su crecimiento y excelencia en esta disciplina milenaria.
Desde el primer momento, los deportistas del Lao Jia Wu Shu mostraron una destreza y determinación fuera de serie. Entre ellos, brilló con luz propia Mateo Rolania, quien, en categoría cadete, conquistó dos medallas de oro en Nan Quan y arma larga tradicional, además de un bronce en Nandao, convirtiéndose en el competidor más laureado del equipo. La actuación cadete se completó con el gran desempeño de Iván Cantero, que sumó dos platas, una en arma corta tradicional y otra en Nandao, dejando patente su versatilidad y técnica depurada.
La categoría júnior también fue terreno de éxito para los conquenses. Saúl García firmó una actuación ejemplar al conseguir un oro en Nanquan, una plata en Nandao y un bronce en arma larga tradicional, mostrando su capacidad para destacar en múltiples modalidades. Razvan Andrei no se quedó atrás y subió al podio en dos ocasiones, llevándose la plata en Nanquan y el bronce en Nandao.
Lao Jia Wu Shu brilla en el MontsiàEn la categoría sénior, Hugo Cantero demostró su veteranía y temple al colgarse tres preseas: un oro en Nandao y dos bronces en Nanquan y Nangun. Su actuación fue un ejemplo de constancia y maestría, muy aplaudida por el público presente. El broche de oro, literal y figuradamente, lo puso Sergio Martínez en la modalidad de Sanda (combate). Con un despliegue de fuerza, estrategia y corazón, Sergio venció en los dos combates que disputó, logrando así el oro en una disciplina que exige tanto física como mentalmente.
Lao Jia Wu Shu brilla en el MontsiàDesde la dirección del club Lao Jia Wu Shu, no han querido dejar pasar la oportunidad de agradecer a los familiares su apoyo constante, un pilar esencial en el crecimiento de cada deportista. El regreso a casa fue una celebración merecida, con el orgullo de saber que más allá de las medallas, han cimentado un nombre que ya suena fuerte en el mundo del wushu. Porque en cada salto, cada forma y cada combate, quedó claro: Lao Jia Wu Shu no solo compite, deja huella.