El ocho de marzo dicen que es el día de la mujer trabajadora. Mi carnicero me dice que le ha subido la luz en poco tiempo ochocientos euros y vende menos. Mi amigo cree que es fácil que eche a la calle a todos sus trabajadores después de tres ERTE en tres años. Ambos tienen mujeres en sus negocios que no sufren ninguna discriminación, y perderían sus trabajos si cierran. El mayor homenaje a la mujer trabajadora (sin trabajo remunerado no se lo reconoce la administración) es el que dan los hijos que las hacen bienaventuradas, los mismos que algunas no pueden tener, otras las tienen sin querer, y otras los maldicen porque les dan guerra, aunque no la den. Hoy muchos hijos son una carga, y lo son porque han engañado a la mujer estas féminas de pacotilla.com. Sacar a los hijos adelante requiere sacrificios, y yo conozco a muchas madres, esposas, que han renunciado a lo demás por tener hijos y acompañar a sus maridos en sus destinos. Todos conocemos a maestros jubilados, a médicos como Ana y don Ricardo, con sus cinco hijos recorriendo la Serranía; a las mujeres de los que se fueron a vivir a Vadillos para trabajar en la industria, abandonando pueblos como Buciegas o Castejón. ¿Qué decir de las civileras?, o mejor aún ¿Qué decir de nosotros mismos, de quien nos mantenía limpios a los muchos hermanos cuando no llegaba agua corriente a la mayoría de las casas de los pueblos pequeños? Yo recibí hace unos años un cd, de una grabación con tomavistas, en el que aparezco bañándome en barreños de cinc en la plaza del pueblo, junto a mis hermanos y mi abuela. Hoy han engañado a las mujeres, les ofrecen trabajo para liberarlas del yugo del hogar y algunas no caen en la cuenta de que hoy es imposible vivir con un sueldo medio, y más imposible aún tener hijos. Diferentes, por sus posibles, eran los hijos de los médicos, del veterinario, incluso del taxista. El drama para muchas es que han aumentado sus cargas, sus necesidades, y claro que algunas que tienen hijos dicen ahora que si tuvieran que elegir hoy no los habrían tenido, ¡no pueden más!, y muchos maridos tampoco, que es inviable sacar en muchos casos adelante a la progenie sin la colaboración de ambos, pues no solo están ocupados los padres, que a los hijos también hay que tenerlos ocupados para intentar que tengan mejor porvenir y no se hagan unos golfos, y eso requiere tiempo y trabajo. Hay que tenerlos ocupados, y eso vale dinero, que, por mucho que digan, los estudios y el deporte hay que costearlos, y si salen fuera vale mucho más. Euros que muchos padres no tienen, ni aun trabajando los dos. Yo tuve becas, y vine a Cuenca al San José y solo se pagaban mis viajes, y tuve beca en la laboral, y solo pagaban mis padres viajes y libros. Salíamos de casa y no volvíamos en meses, y eso hoy no pasa, y lo digo por experiencia. Padre soy, y Madrid y Valencia son caros. Ahora en los hogares se vive con prisas, con nerviosismo para llegar a fin de mes, por querer hacer posible lo imposible. Acabar unos estudios y vivir de ellos holgadamente hoy es difícil, de poco vale si no se hace un postgrado o algún máster, y como decía un conocido: a mi hijo con dos carreras y tres idiomas aprendidos en Inglaterra y Alemania le ha servido para trabajar en Telecinco ganando lo mismo que el hijo de mi vecino que trabaja haciendo filetes en Incarlopsa y no tiene ni bachillerato. Así es… mujer.