La Consejería de Agricultura no descarta el cierre de la empresa pública Geacam

Pedro Ig. Tauroni
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La Empresa Pública de Gestión Ambiental ha llegado a tener unos 2.600 empleados y un coste anual de unos 46 millones de euros

La Consejería de Agricultura no descarta el cierre de la empresa pública Geacam

pedro ig. tauroni / cuenca

El cierre de Geacam está en el aire. Hoy se reúne el Consejo de Administración de la Empresa Pública de Gestión Ambiental de Castilla-La Mancha en Toledo a las 9,30 horas para decidir qué hacer. Según ha podido saber La Tribuna las opciones están abiertas, de tal manera que el cierre sigue estando entre las opciones que se barajan, no se descarta nada.

Se reconoce aún así que -por poner un ejemplo- el mantenimiento de los puestos de trabajo y la subida de los sueldos es algo poco probable. La Junta va con la pretensión de presentar cual es la situación de la empresa e intentar consensuar una salida con la que todas las partes estén de acuerdo porque -señalan- siempre se ha tenido la intención de mantener una empresa que estaba en ruinas.

 A la dirección pertenecen miembros de Junta, de los sindicatos y de la propia empresa.

 La última vez que se reunió el Consejo fue hace un año, cuando se estaba hablando del primer ERE que se planteó, ya que presentar una decisión de tal categoría tiene que contar con la aprobación de este equipo directivo.

Se lleva en negociaciones desde 2012. El actual equipo de gobierno se encontró una deuda «millonaria» debido a costos como la contratación de un parque móvil a un precio fuera de mercado o a la adjudicación de contratos a precios también fuera de mercado.

CCOO se niega. En un primer momento se produjo un acercamiento en 2012 para ver la viabilidad de la empresa. Tras arduas negociaciones, al final se llega a una acuerdo con todos los sindicatos presentes en Geacam excepto Comisiones Obreras. Las líneas maestras de este acuerdo que se presentó giraban en torno a la posibilidad de que los trabajadores estarían activos entre ocho o nueve  meses y a los cuatro años pasarían a ocuparse los doce meses, prejubilaciones bien abonadas o que aquellos que no trabajasen en invierno cobrarían el paro.

Los trabajadores de Geacam no han desarrollado su actividad laboral siempre durante los doce meses. Hasta hace un par de años, su función se limitaba más o menos a la temporada de incendios, unos siete meses, añadiéndole cada año un mes más. Sin embargo, el cambio de condiciones laborales no fue aceptado por la totalidad de los operarios, puesto que muchos ganaban dinero en actividades paralelas como la vendimia. Desde Geacam se propuso una contratación de ocho meses y, si la situación lo permitía, seguir con los contratos que se pudieran en la temporada invernal.

Sin embargo, este acuerdo fue rechazado por Comisiones Obreras. Incluso, según recuerdan voces de la Junta, hubo un dirigente de UGT que llegó a reconocer que recibieron presiones en el sindicato por parte del PSOE para que no diesen su visto bueno al acuerdo. Algo que se llegó a decir en abierto en una emisora de radio nacional. A raíz de esto, se planteó la posibilidad de firmar otro ERE, puesto que la viabilidad de la empresa, atendiendo a la deuda tan grande que arrastraba era algo complicado. A mediados de 2011, el Diario Oficial de Castilla-La Mancha publicó que el coste anual de esta empresa era de casi 46 millones de euros con un número de trabajadores que superaban los 2.600.