«Mi ilusión cada año es ponerme en la piel de mis abonados»

Leo Cortijo
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Entrevista con Maximino Pérez, empresario de la plaza de toros de Cuenca

«Mi ilusión cada año es ponerme en la piel de mis abonados» - Foto: Reyes Martínez

Atesora la satisfacción de aquel que sabe que ha hecho bien su trabajo, a juzgar por las valoraciones de la afición. Al programar un festejo menos, ha concentrado el interés en cuatro tardes de altos vuelos y el respetable, en consecuencia, ha respondido. Maximino Pérez se somete a un examen todos los años, pero éste sabe que se lo ha preparado a conciencia y que, a priori, nada debe fallar.

¿Por qué este año se ha planteado una estructura de cuatro festejos, con una calidad más concentrada, y no los cinco tradicionales?

La situación económica, según apuntan algunos expertos, no va a ser buena a partir de septiembre u octubre. Lo que hemos hecho nosotros ha sido anticiparnos en el tiempo a esas previsiones. Así hacemos posible que el abonado tenga la máxima calidad ahorrándose además unos euros. Estamos hablando de cuatro festejos, por lo que solo se resta uno con respecto a lo que venía siendo la estructura normal y lógica de Cuenca. De lo que se trata después de estar dos años con el abono parado por el maldito COVID, es volver a crear ese hábito de sacar el abono. Mentalizarnos de que el aficionado no solo viene a una corrida de toros, sino a un evento social. El año pasado no se 'obligó' al abonado en ese sentido, todo fueron entradas sueltas, pero para seguir con esa política de muy buenas entradas, aunque sea con menos facturación para la empresa, hay que trabajar así. La política de calidad y buenos precios nos ha funcionado siempre bien en Cuenca y es la que vamos a seguir teniendo en adelante.

Después de estos dos últimos años sin esta figura, ¿cómo ha respondido el abonado?

Hemos superado las cifras de 2019, que era una expectativa con la que yo soñaba y con la que me sentía cómodo cuando estaba elaborando los carteles. Ese era el objetivo que perseguíamos, la verdad. Que todo aquel al que le guste ir a los toros en Cuenca, cuando mirase los carteles, pensara: «tengo que sacar el abono sí o sí, no puedo perderme ningún festejo». El objetivo se ha cumplido y volvemos a estar en lo más alto. A lo mejor hubiera sido más sencillo hacerlo de otra manera, seguramente, pero eso no nos hubiese augurado un buen futuro, y es que aquí no pensamos solo en el día a día. Con un festejo más, habríamos bajado la calidad de los mismos, así que creo que hemos acertado y los números lo demuestran.

¿Cree que ha dado en la tecla de la estructura perfecta? Según sus palabras parece que Cuenca, para ofrecer una mejor feria, tendría que quedarse en cuatro tardes...

De momento en 2022, sí. Vamos a ver qué sucede durante la feria para valorar lo que sea en 2023. Cada año es muy diferente porque las circunstancias de una feria no dependen solo de la anterior, hay una parte que depende de cómo funciona la sociedad económicamente hablando. Podemos tener circunstancias ajenas a la feria taurina en sí para que al año siguiente se tomen diferentes consideraciones. De momento, insisto, creo que hemos acertado en 2022… y puede ser una estructura muy buena para seguir en 2023, es probable. Ahora, ¿podremos tener otro festejo más? Pues veremos a ver esa afluencia de público final con las entradas sueltas, pero lo más importante es que la normalidad económica esté en la calle. Como sospecho que la situación el año que viene va a ser delicada, tendremos que analizar este invierno qué hacemos al final.

¿Cómo ha hallado la cuadratura del círculo para contratar a los cinco o seis toreros más caros del escalafón? No parece sencillo...

Un buen amigo me decía hace unos días que el problema de esta feria no es a quién traes que no esté anunciado todavía, sino a quién quitas de los que ya lo están. En la feria están todos los mejores del escalafón actual. Partiendo de esto, se me puede ocurrir algún nombre [piensa] Juan Ortega, a lo mejor, pero lo comparo con todos los que están puestos y veo que no puedo quitar a ninguno, porque todos tiene tantos o más méritos que éste, por poner un ejemplo. Al final se trata de hacer un evento atractivo y eso lo hemos conseguido. Es difícil cuantificar de un año para otro... en lo que sí hemos acertado es en que, desde hace década y media, los precios son más económicos que en cualquier otra feria. Al final esa política da resultado. Si otros prefieren poner los precios más caros, es problema suyo.

Piensa así -creo- porque tiene un proyecto a largo plazo, y no una visión cortoplacista en la gestión de esta plaza. Algo que, por cierto, no suele predominar en el toro...

Incluso no teniendo contratos tan largos como éste siempre he pensado igual... siempre he pensado en el año siguiente. Cuando la tauromaquia funciona, a ti va bien, estés tú o no estés al frente de la plaza. Tienes que trabajar de cara a futuro; si trabajas pensando solo en ese momento concreto, con precios inasumibles para muchos bolsillos, es triste. Pero claro, hay empresarios que así, con media plaza, facturan mucho más que Cuenca con una entrada mucho mejor. Nosotros no defendemos eso; nosotros defendemos un espectáculo con mucho volumen de público, buen ambiente en los tendidos y todo un evento social. Si la política de otros es hacer caja a corto plazo e irse, que no pasen por Cuenca porque para eso no estamos.

De los carteles, ¿por qué la mixta?

No hemos anunciado una mixta porque nos ha dado la gana o porque sí… Todo tiene su motivo. Está anunciado uno de los mejores rejoneadores de todos los tiempos y está en esa mixta porque abre cartel a Alejandro Talavante y Roca Rey, nada menos. Es decir, no estamos haciendo una mixta al uso, sino la mejor mixta que se puede hacer en este momento. He preferido hacer una corrida de este tipo que no colocarles a mis abonados un pegote ahí por delante de Talavante y Roca Rey. Sinceramente, creo que así resulta más atractivo el cartel.

Uno de los carteles de la temporada taurina nacional es el de Rehuelga. ¿Cómo se convence a una figura como Morante para que la mate? ¿Cree que es uno de los carteles más redondos en su carrera?

Ha habido carteles muy buenos en Cuenca… [risas]. Como aficionado te hablo, es uno de los carteles que más te llama la atención, sin duda. Y es uno de los que más me gusta en estos 24 años al frente de la plaza. Por otro lado, te digo que no he tenido que convencer a nadie, me han convencido ellos a mí... Cuando el año pasado lidié Rehuelga en Illescas en septiembre, uno de los primeros que me llama es Morante para decirme que quiere matar una corrida de este hierro, que nunca lo ha hecho. Cuando ya está Morante en el cartel, entra Aguado, que es muy amigo del ganadero y le apetecía estar. Y luego Emilio de Justo, que cortó cuatro orejas en esa corrida de Illescas. Es un cartel muy apetecible, me gusta mucho porque como embista solo la mitad de lo que embistió en Illescas, nos lo vamos a pasar muy bien.

¿Tomás Rufo es uno de los debutantes más consolidados de todos los anunciados estos últimos años?

Tomás Rufo es una de las grandes atracciones de la tauromaquia en 2022. Tal cual, directo y claro. Triunfador en Madrid, Sevilla, Valencia… y en todas las plazas importantes. Rufo es una estrella del escalafón y además es el único castellano-manchego de estos carteles, eso sí, por méritos propios. Viene porque se lo ha ganado a pulso y porque tiene mucho peso en la tauromaquia actual. Ojalá todas las temporadas vinieran estas bocanadas de aire fresco para revitalizar el escalafón. Creo que va a funcionar.

Hay aficionados que ya señalan a esta ganadería. Honestamente, ¿José Vázquez merece estar anunciado de nuevo en la feria?

Me pareció entretenida al corrida de 2021 y por eso repite en 2022. En 2019 la corrida no fue buena, cierto, pero hubo un toro al que le pidieron el indulto y luego El Juli lo pinchó. De los años anteriores, todo lo que cuantifico es porque tres o cuatro toros han embestido mucho. Si esa proporción es la que pedimos a las ganaderías, lo vamos a tener complicado porque estaremos exigiendo mucho. Que cumplan la media de triunfos de los años que lleva lidiando aquí José Vázquez no es fácil. Por un año en el que no haya salido bien, no le vamos a poner fuera del escalafón, y es que nos ha dado muchas alegrías. Yo soy de los que da las oportunidades justas y a los que se las ganan. Y, sinceramente, creo que un hombre como José Vázquez se las ha ganado aunque un año o dos no le hayan salido las cosas como quería, porque él es el primero que quiere que sus toros embistan. 

¿Cómo renueva sus ilusiones año tras año y después de tantos haciendo lo mismo en Cuenca?

Hacemos lo mismo, pero sin hacer lo mismo [risas]. Renovarse o morir... La única ilusión que tengo es ponerme en la piel de mi abonado. Cuando hago los carteles siempre me pongo en su pellejo y me pregunto a mí mismo qué me gustaría ver en Cuenca. Ese es el ejercicio mental que hago cuando confecciono las combinaciones del serial. Soy aficionado antes que cualquier cosa, de corazón. Y a partir de ahí, como yo no cambio cromos, no llevo cuatro o cinco toreros como otras empresas, ni me dedico a que me inviten a los callejones de las plazas, sale lo que sale. No antepongo mis amistades de ganaderos o de toreros para que mañana puedan estar en Cuenca. Solo antepongo al que pasa por taquilla por encima de cualquier otra cosa.

Así todo, y por poner el punto final en esa dicotomía, ¿es más aficionado o empresario?

[Risas]. Soy más aficionado, porque si fuera más empresario, con otra forma de ver esto, ganaría más dinero del que gano. La verdad es que si no tuviera esa parte de aficionado, igual me pondría el 'traje' que se ponen otros y si Cuenca se quema en tres o cuatro años, pues allá penas. Pero ese no es mi caso, gracias a Dios mi vida se enfoca en otros negocios que no solo el sector taurino. Evidentemente, me preocupa que haya rentabilidad en la feria, pero soy de los que piensa que ésta llega por el cauce de más gente en la plaza y para eso la única receta es ofrecer calidad a buen precio. Si no fuera así, fallaríamos.