Un arte mágico

Manu Reina
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David Sánchez, que es más conocido como Maese, inicia un curioso proyecto basado en elaborar figuras típicas de las catedrales a raíz de fotografías que él mismo realiza

Un arte mágico - Foto: Manu Reina

A David Sánchez siempre le ha picado la curiosidad por indagar en el mundo de la fantasía y conocer qué esconden las criaturas mágicas. Ya desde pequeño usaba la plastilina para dar forma a estas figuras e investigaba con ahínco para estar al corriente de cada historia, teoría o leyenda que hay detrás de cada una. Pero desde hace tres años su pasión se ha traducido en un proyecto emprendedor que ya ha dado sus primeros pasos. «Espero crecer poco a poco y que mis figuras lleguen cada vez a más gente», señala Sánchez, que es más conocido por su nombre artístico de Maese. 

Este joven conquense recorre las catedrales de España para fotografiar las figuras que descansan en las fachadas o que se resguardan en el interior de estos templos. «Hago fotos a todos aquellos elementos que me llaman la atención y que me resultan curiosos», incide. Una vez que tiene las instantáneas, Maese esculpe el modelo con una herramienta digital, que la puede usar tanto en su tablet como en el ordenador, y que le permite crear una imagen tridimensional partiendo desde la original. 

Tras un exhaustivo trabajo de elaboración donde prima cada detalle, el siguiente paso es imprimir en 3D. Con una máquina de estas características del siglo XXI puede obtener un modelo o prototipo físico. «Uso resina», desvela. A partir de ahí, este conquense fabrica entonces un molde con otro tipo de resina. El último paso es elaborar «tantas unidades como uno quiera», subraya. Él por ahora usa el cemento como material para dar vida a estas figuras, pero «se puede usar cualquier cosa, ya sea chocolate, arcilla o también plastilina, por decir solo algunos ejemplos», añade.

Pero al proceso aún le queda el toque final. Este emprendedor utiliza el carbón y otros pigmentos, como tierra o hierba machacada, para embadurnar la figura. Eso hace que «tenga más color y llame aún más la atención». Y, por si aún fuera poco, el toque final llega con un aceite de lavanda que conquista cualquier olfato.

Hasta la fecha cuenta con 20 figuras diferentes y más de un centenar de unidades. Maese detalla que, actualmente, todas son referencias de la Catedral de Cuenca, aunque muy pronto empezará a hacer de la Sagrada Familia de Barcelona o de la Catedral de Santiago de Compostela. Cada templo de este país es un banco de imágenes para él. Cuentga ya con un gran catálogo. «Intento no repetir mucho para tener más variedad», recalca. Las pinturas y las esculturas también captan su atención. 

Deseo. Por ahora no puede dedicarse profesionalmente a ello porque esta labor no le remite unos beneficios como para enfocarse por completo. Además este conquense, que es graduado en Ingeniería de Diseño Industrial y Desarrollo del Producto, trabaja en la capital como diseñador gráfico. Pero «me encantaría vivir algún día de lo que para mí es una pasión», asegura Maese. Además, este artesano prematuro desvela que se puso manos a la obra con esta profesión porque «tenía una mezcla, me se sentía artista pero siempre me gustaba la parte técnica que había estudiado». 

Sí que puede contar con algunos pequeños proyectos. La propia Catedral de Cuenca «me encargó la elaboración de un trofeo a través de una estatua que hay en el interior», asegura. Incluso las ideas le invaden la mente. «Podría hacer pequeñas figuras o llaveros de los dinosaurios del MUPA», añade. Evidentemente, las imágenes tridimensionales que crea a partir de la original también las puede usar para hacer cartelería o dar vida a cualquier dibujo animado, entre otras acciones que la digitalización ha traído consigo. El futuro de este innovador proyecto está aún por escribir. Este conquense de 29 años dará rienda suelta a su inquietud y eso es una buena noticia para los amantes de la artesanía y la fantasía.