Hay personas que son capaces de ver lo que nadie ve. José Luis Doménech atesora este talento. Un artista que a pesar haber nacido en Villarejo de Salvanés, a la corta edad de tres años su familia se estableció en Tarancón. Aunque ha escrito dos libros, disfruta más con otra de sus pasiones, la fotografía. Es autodidacta y no pretende hacer fotos «espectaculares»; su único afán es «mostrar al mundo cosas que a veces no nos paramos a observar como es debido». Con su cámara quiere trasladar al público su particular visión del mundo y no le importa si ese auditorio es una multitud o tan solo su mujer y compañera de viajes, Paca.
Mucho tiempo ha pasado, según cuenta, de las fotografías que él mismo imprimió a mano en su laboratorio durante su juventud. Ahora ya no almacena carretes ni cajas de fotos, las tiene todas clasificadas y ordenadas en su ordenador. Orgulloso, muestra las decenas de carpetas con cientos de imágenes que ha capturado. Según su particular recuento atesora alrededor de 18.000 piezas en esta colección. «Me he movido mucho», cuenta riendo... «Tengo fotos de 72 pueblos solo de la parte de Guadalajara». Y es que este «artista aficionado» disfruta viajando y descubriendo nuevos lugares que fotografiar. Diferentes pueblos, regiones e incluso países, ya que tal y como recuerda, «tengo algunas buenas memorias de Roma».
Una pequeña parte de estas fotos se expuso en la biblioteca Luis Rius el pasado jueves. La proyección «tan solo» recogía 173 imágenes. Esta puesta en escena titulada Popurrí de fotografías fue un recorrido virtual por una serie de instantáneas que según el autor «me parecieron curiosas y pensé que a la gente le podría gustar». Durante la proyección, él mismo iba narrando y haciendo breves comentarios sobre las piezas.
El artista Jóse Luis Doménech ha realizado varias exposiciones y ha escrito dos libros - Foto: Jóse Luis DoménechTras esta muestra al público de su trabajo, Doménech dice estar «muy contento» con la experiencia, pues «fueron alrededor de 40 personas, pero me hubiese dado igual que fuesen cuatro; a mí lo que me importa es que la gente lo disfrute». Dentro de esta amplia muestra de más de un centenar de elementos, el autor ha divido tres bloques: peculiar, curioso y original. «Esas son las palabras que me vienen a la mente cuando pienso en las fotografías que he escogido».
fotógrafo y escritor. Ser el centro de atención en un evento de estas características no le pilla de nuevas, pues ya ha hecho diferentes eventos en sociedad antes, como en las presentaciones de sus dos libros. «Me gusta escribir, pero disfruto más haciendo fotografías», apunta Dómenech, que hace balance de la acogida que tuvieron sus textos y destaca que «el primero de mis libros es mi autobiografía y gustó mucho, sobre todo a la gente que me conoce». Esta faceta de escritor le viene de familia, su madre fue la popular escritora briocense Demetria Leal, autora de varios libros de poesía. Se acuerda mucho de ella y del legado que le ha dejado.
A la fotografía le ha dedicado toda su vida, aunque, según puntualiza, «sobre todo me volqué en ello hace 14 años cuando me prejubilé». Tan importante es en su vida que hay algunas fotos que según narra, le han quitado el sueño: «Me levantaba en medio de la noche para hacerla». Con ésta, ya serían seis las exposiciones que ha llevado a cabo con sus instantáneas. En este caso concreto, agradece a las trabajadoras de la biblioteca la disposición y la colaboración que le han permitido realizarla. Esta pequeña muestra de su trabajo, sin duda alguna, no será la última ya que «todavía me queda carrete para rato», remata el propio artista.