"La SMR tuvo momentos muy especiales y que han dejado huella"

José Luis Enríquez
-

El cuarto festival más antiguo de España acaba de celebrar una edición que para el director artístico deja «sensaciones muy positivas», una «entusiasta respuesta por parte del público» y muchas ganas de seguir mejorando

Andoni Sierra, director artístico de la SMR - Foto: David Gómez

Reencontrarse con la esencia era el objetivo que Andoni Sierra ( San Sebastián, 1971) se marcó como director artístico de la Semana de Música Religiosa (SMR). Para ello, en tiempo récord, preparó una programación para estar a la altura con un repertorio religioso como columna vertebral del festival. El domingo se apagó la música tras nueve intensos días y llega la hora de hacer balance.

¿Qué sensaciones le deja esta LX SMR que acaba de celebrarse?

Las sensaciones son francamenente positivas. Creo que a nivel musical y a nivel artístico hemos podido escuchar programas preciosos, maravillosamente interpretados. Creo que hay razones para estar satisfechos. Siempre se puede mejorar, y en eso estamos, pero las sensación que tengo es muy positiva

¿En concreto, qué es lo que se puede mejorar?

Lo que es la programación, también es una cuestión de gustos, si se puede completar con alguna otra cosa o con cualquier otro tipo de propuesta. Han tenido espacio aparte de la música, la pintura, la poesía, incluso las imágenes con la proyección del Proyecto Luz. Se puede incorporar la danza para un futuro.Siempre se puede enriquecer todo, pero quizá el punto donde todavía hay una vuelta es en el cuestión organizativa. También es tener tiempo para poder preparar las cosas. Hay que tener en cuenta que esta programación está hecha en un tiempo récord casi y con un ciclo de Adviento por medio. Creo que bastante se ha hecho para que saliera como ha salido. Ahora que tenemos más tiempos todas esas cuestiones van a estar especialmente bien cuidadas.

Uno de los objetivos que se planteó al preparar la programación de la SMR era que se reencontrara con su esencia. ¿Ha sido así?

Diría que sí. El nivel, pero no sólo de las actuaciones musicales, también fue extraordinario con las conferencias o las masterclass que han podido disfrutar los alumnos conquenses, que creo que han sido un verdadero lujo. Por ejemplo tener a María Cristina Kiehr, que durante años y años fue profesora de canto en la Schola Cantorum Basiliensis, el punto de referencia de todo el mundo en la música antigua, es un lujo. O tener a Lina Tur Bonet, titular de las cátedras de violín y viola barrocos en la Musikhochschule de Weimar y en otros muchos sitios... El nivel, en general, de todo lo que se ha propuesto ha sido altísimo y es para estar contentos.

¿Cómo calificaría la respuesta del público?

Creo que ante un nuevo escenario, ante una nueva forma de proponer las cosas siempre hace falta un tiempo para poder evaluar. La respuesta del público que ha sido entusiasta, aunque yo estoy hablando por ellos y debe ser el público el que opine. pero creo que la respuesta del público que ha asistido a los conciertos ha sido entusiasta y la pena es el público que no ha ido.Tiempo habrá para recuperarlo.

Entiendo que está contento y que seguirá adelante en la próxima edición de la SMR. ¿Es así?

El contrato era para dos años y uno prorrogable, y luego el futuro lo que depare. Es un trabajo muy bonito en el que tienes la oportunidad de conocer a artistas muy interesantes, de tener contactos con otros agentes de lo que es el mundo musical y que siempre aportan experiencias que son enriquecedoras. Cuenca es una ciudad muy hermosa, los espacios, la historia del festival... Todo es muy atractivo para seguir.

La Pasión según San Lucas, de Penderecki, fue inolvidable en esta edición. Será difícil de olvidar, no? 

Ha sido y será un hito, ya no sólo del festival de esta edición sino de la historia del festival. Era una obra maestra que nunca había sonado y la interpretación que dirigió Marzena Diakun fue brutal. Fue una experiencia extraordinaria. La reacción del público lo atestigua porque estaba en pie en la sala de butacas y estaba aplaudiendo sin parar.

¿Después de estos 'primeros' 60 años de la SMR se sientan las bases de una nueva etapa?

Quizá no soy yo quien tenga que decirlo pero sí me gustaría que fuera así. Cuando va un director a algo, quiere dejar una impronta y quiere dejar un sello. Quisiera que este fuera el mío, que el camino que hemos comenzado en esta edición fuera la impronta que yo deje.

¿Guarda algún momento inolvidable de esta edición de la SMR?

Tengo varios porque cada propuesta ofrecía un mismo producto, que es música, pero en una versión tan diferente... Por ejemplo, el Stabat Mater fue un momento mágico o el Ave María que ofreció Stile Antico, también fue mágico. Las Sonatas del Rosario de Lina Tur Boner fueron extraordinarias. La interpretación de Penderecki de la que hemos hablado antes o la propina de la Orquesta Barroca de Sevilla del Nisi Dominus, de Vivaldi, con Giuseppina Bridelli, que fue absolutamente mágica. Lo que quiero decir que ha habido muchos momentos muy especiales y que han dejado huella.