Las aulas vuelven a cobrar vida

Manu Reina
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Los alumnos hacen frente a las horas de sueño durante el primer día del nuevo curso escolar y despiden las vacaciones con pesar, aunque muchos esbozan una enorme alegría por empezar

Las aulas vuelven a cobrar vida - Foto: Manu Reina

Las aulas de los colegios vuelven a cobrar vida con el regreso de los alumnos, que pone fin a unos divertidos y entretenidos meses de vacaciones. Esta vuelta a las clases es uno de los momentos más señalados de septiembre, donde se genera un cúmulo de alegrías y emociones, pero también hay algún que otro llanto o lágrima por tener que volver a tirar de apuntes, estuche y mochila. Es la hora de hincar los codos.

Las caras de los más pequeños hablan por sí solas. Hay quienes esbozan una enorme alegría de oreja a oreja, algunos aún no entienden qué hacen en la fila cuando podrían seguir en la cama y otros prácticamente muestran su descontento por ocupar otra vez asiento en el pupitre. Al fin y al cabo, cada uno tiene sus razones.  En el colegio La Milagrosa de la capital ya se pudo ver ayer cómo las reacciones son variopintas. 

Y es que la vuelta al cole siempre genera anécdotas. Pero no solo para los alumnos, sino también para los padres, especialmente para los que acompañan por primera vez a sus hijos en su primer día de clase. Algunos incluso lo pasan francamente mal, pero al fin y al cabo se trata de un mero trámite. No tienen de qué preocuparse porque de puertas para dentro existe un gran grupo humano de profesores que trabajan siempre con profesionalidad, atención y cariño.

Boris Ortiz, que acompañó a su hijo a La Milagrosa, señala que el regreso al colegio «ha sido más duro de lo que yo esperaba» y reconoce que «me habría gustado que fuera más fácil». Y es que al pequeño le costó salir de la cama, pese a que «comenzamos dos semanas antes a prepararle para este día, tanto en el horario que iba a tener como a repasar el contenido del nuevo curso». No obstante, el hecho de madrugar siempre es un gran reto. Boris explica también que «siempre da pena» dejar al hijo en el colegio, «aunque es algo inevitable y tenemos que pasar por esto, porque sabemos que la educación de nuestros hijos es fundamental».

También le ha costado «mucho» a los hijos de Milagros Saiz, que afirma que «he tenido que insistir varias veces para que se levantaran». Y es que volver a la rutina no es nada sencillo. Aunque madrugar no es el único desafío, sino también el desembolso económico que supone el inicio. Milagros recalca que «es un gran gasto». Tan solo en los libros para sus pequeños ha invertido 700 euros, a lo que habría que añadirle todo el material escolar, como mínimo.   
alumnado. El nuevo curso arranca en la provincia con 32.411 alumnos, aunque aún está abierta la matriculación en algunas enseñanzas. Esto supone 278 estudiantes menos que el curso anterior, apenas un uno por ciento. El alumnado se distribuye de la siguiente manera: Infantil (0-3 años) 889, Infantil 4.071, Primaria 10.175, ESO 7.457, Bachillerato 2.360, ciclos formativos básicos 453, ciclos formativos superiores 4.732 y Educación Especial 114. Por lo que respecta al Régimen Especial hay 1.233 alumnos y Educación de Personas Adultas 2.196.

En definitiva, la vuelta al cole es una fecha señalada que, inevitablemente, siempre llega, y que unos afrontan mejor que otros. Pero, eso sí, tarde o temprano todos terminan haciéndose a esta rutina.