Muchos sentimientos para tan poco tiempo... Hace apenas diez días el grupo Los acordes rotos anunciaban que su nuevo álbum ya está disponible a la vez que comunicaban que tras este lanzamiento se tomarían un descanso indefinido. Lo que jamás pensarían es que la guinda de este pastel sería llegar a actuar donde los más grandes han tocado.
Un camino de seis años desde que lanzaron su primer disco es el que ha recorrido Los acordes rotos, que por aquel entonces aún se llamaban 'Samu y los acordes rotos'. Este nuevo material que traen Samuel, David, Miguel y Antonio, es para ellos «la muestra del aprendizaje durante estos años». Al igual que su anterior trabajo, Nakame, lanzado hace un año, es también autoproducido. «Los primeros fueron de estudio y estamos muy contentos con el resultado, pero hacerlo nosotros solos nos daba mucha más libertad, aunque siempre hemos intentado pedir consejo a profesionales», apunta el grupo.
Un nuevo destino fue la canción seleccionada por el grupo para presentarla en un escenario en el que, aseguran, «ha sido el sitio que más nerviosos nos ha puesto; estábamos intimidados por la grandeza del estadio». Y es que este grupo se apuntó a un proceso de selección que escogería a 100 bandas, cada una de las cuales tocaría una canción en el mítico WiZink Center de Madrid, que celebraba llegar a los 1.000 conciertos. Samuel cuenta que «rellené la solicitud sin decirle nada a los demás, no quería ilusionarles para nada. Cuando nos dijeron que estábamos seleccionados no nos lo podíamos creer». Afirman que «estábamos alucinados, habíamos estado allí mil veces, pero cuando sabes que vas a ser tú el que se suba al escenario es muy intimidante».
Cierran esta etapa con la que dicen ser «una de las mejores experiencias de nuestra vida». Ahora se van a tomar un descanso: «Al final la música es nuestro hobby y tenemos que emplear tiempo en otros aspectos de nuestra vida». Según afirman, «este descanso es para volver con más fuerza y más ganas». Antes de su parón les gustaría hacer un concierto de despedida para que sus seguidores sepan que solo es un 'hasta luego'.