A mitad de aplicación de la actual Política Agraria Común (PAC), el campo ya mira al futuro para saber qué esperar a partir de 2028. Las perspectivas son inciertas, porque la Comisión Europea, a pesar de la oposición de una veintena de estados miembros y de la práctica totalidad del sector, plantea acabar con la PAC tal y como la conocemos; pretende diluirla entre otras políticas y dejarla sin presupuesto propio, con las consecuencias que eso podría acarrear.
Ante esta situación, los presidentes de COPA-COGECA anunciaron la semana pasada en Bruselas el lanzamiento de una petición titulada nosecuritywithoutcap.eu (con una web del mismo nombre). El objetivo es concienciar y movilizar a toda la comunidad agraria europea contra la idea de un «fondo único» en el que la PAC podría diluirse tras 2027. Según estas dos organizaciones, que representan a los agricultores y a las cooperativas comunitarias, el enfoque que está adoptando la Comisión Europea contradice tanto la historia como sus propios mensajes sobre la importancia estratégica de la agricultura. «La seguridad europea comienza con la seguridad alimentaria», dicen.
Durante una «acción relámpago» llevada a cabo simultáneamente en más de 20 países el pasado mes de mayo, los sindicatos agrarios europeos y representantes del sector cooperativo comunitario ya lanzaron una advertencia: «El futuro presupuesto de la Unión Europea (UE) y de la PAC es crítico y debe seguir apoyando la competitividad de los agricultores en un mercado global cada vez más tenso. Sin claridad ni garantías sobre la dirección de la Comisión, es probable que se produzcan más movilizaciones».
Para Massimiliano Giansanti, presidente de COPA, las implicaciones son claras: «Por un lado, la Comisión nos dice que la agricultura es una prioridad. Pero ¿qué dicen los hechos? La Comisión está preparando un presupuesto para 2028-2034 donde la financiación agraria se reducirá, donde la PAC podría perder su carácter 'Común' y donde volveríamos a debatir políticas sin conocer los recursos disponibles. ¡Todo esto se presentará en pleno verano, en julio, justo en plena cosecha! Eso es simplemente inaceptable, y por eso estamos haciendo un llamamiento a la movilización mediante esta petición.»
COPA y COGECA exponen cuatro demandas clave dirigidas a la Comisión Europea. En primer lugar, consideran que «un presupuesto exclusivo y aumentado para la PAC es la única forma de apoyar a los agricultores y nuestra seguridad alimentaria. La PAC debe conservar su integridad con una estructura de dos pilares y una línea presupuestaria propia, clara y ajustada a la inflación en el próximo Marco Financiero Plurianual (MFP). Disolverla en un fondo general pone en competencia la financiación de la PAC con otras prioridades políticas, lo que en la práctica conduciría a una reducción importante. Aumentará la incertidumbre y minará la supervivencia de los agricultores europeos, la seguridad alimentaria de la UE y el futuro agrario».
En segundo lugar, solicitan preservar la 'C' de PAC, es decir, rechazar la renacionalización de la política agraria: «Debe preservarse la 'C' de Política Agraria Común. Una mayor renacionalización fragmentaría el mercado único, profundizaría las desigualdades entre estados miembros y desestabilizaría las comunidades rurales y los ingresos agrarios.
También exigen mantener la arquitectura de dos pilares de la PAC: «La estructura dual de la PAC, que combina apoyo directo y financiación del desarrollo rural (FEAGA y FEADER), debe mantenerse. Integrar la PAC con otras políticas perjudicaría las inversiones agrícolas a largo plazo en nuestras zonas rurales, así como la adopción de la innovación, el relevo generacional y la sostenibilidad ambiental".
Por último, se oponen a cualquier reforma sin claridad sobre los recursos: «La UE debe dejar de poner el carro delante de los bueyes. Toda reforma de la PAC debe contar con recursos financieros adecuados, además de una consulta genuina y oportuna con agricultores y cooperativas agrarias. Las propuestas apresuradas sin evaluación de impacto ponen en riesgo el modelo agrario de la UE y la implicación de su comunidad».
Para Lennart Nilsson, presidente de COGECA, la cuestión es fundamental: «El presupuesto de la UE es, ante todo, una cuestión de voluntad política. El Parlamento Europeo ya ha enviado un mensaje claro a la Comisión: la propuesta del fondo único es simplemente inaceptable, especialmente cuando se trata de agricultura. En tiempos de incertidumbre global, retos climáticos, cambios económicos y renovación generacional, sabemos que la agricultura desempeña un papel estabilizador clave y no podemos poner en peligro su futuro con atajos presupuestarios». De momento, la Comisión no se ha pronunciado al respecto.
La recogida de firmas se abrió el jueves 19 de junio y continuará durante el verano en la web. Las dos organizaciones hacen un llamamiento a todos lo afectados, desde el ámbito local hasta el europeo, a movilizarse en torno a estas cuatro demandas clave. COPA y COGECA, junto a sus miembros, se encargarán de la recogida y verificación de firmas.
Por una vez, de acuerdo.
Esta exigencia del COPA-COGECA de una PAC fuerte y con presupuesto propio es compartida por las organizaciones agrarias, que llevan tiempo expresándose en la misma línea. El presidente de ASAJA, Pedro Barato, ha pedido este martes a la Comisión Europea que «no se cargue» la Política Agraria Común y ha advertido de que «los misiles harán falta» pero, bajo su punto de vista, «la mejor inversión es la alimentación». Barato ha señalado que la Comisión baraja un único presupuesto de PAC para todos, lo que «significa que se carga la Política Agraria Común», por lo que ha abogado por que la PAC venga desde Europa «como ha venido siempre» y que los estados administren, «que lo hacen bien». Así, ha pedido que no se toque el presupuesto y se mantengan los dos pilares, mostrándose «un poquito esperanzado» porque Alemania ha pedido que se siga manteniendo tal y como está. «Si no se mantiene así, mal vamos», ha abundado.
Esta semana, además, la Asamblea de Regiones Hortícolas de Europa ha pedido también una PAC «fuerte que garantice el futuro». Su presidente, Ramón Fernández-Pacheco, ha pedido este martes en Bruselas un presupuesto «fuerte y solvente» que garantice «el futuro del sector de las frutas y hortalizas».
Según ha explicado Fernández-Pacheco en el marco del consejo de administración de la Asamblea, «el sector de las frutas y hortalizas es uno de los más dinámicos y organizados de la agricultura europea y su éxito depende de un presupuesto específico y adaptado dentro de la PAC, que debe ser vista como herramienta estratégica para la seguridad alimentaria, sostenibilidad ambiental y cohesión rural». «No podemos permitir que nuestro sector se vea mermado, además de por los numerosos desafíos a los que ya se enfrenta, por una PAC injusta e insuficiente con los productores», ha abundado.
Hasta aquí todo normal. Lo extraño es que el ministro de Agricultura, Luis Planas, esté de acuerdo con el sector agrario y trabaje por los mismos objetivos, pero por una vez esta situación se ha dado. Planas ha expresado este lunes la necesidad de que el nuevo marco financiero de la Unión Europea destine una dotación económica específica y suficiente para la Política Agraria Común, ya que ésta es clave para garantizar la seguridad alimentaria de Europa.
El ministro, que ha participado en Luxemburgo en el Consejo de Ministros de Agricultura y Pesca, ha subrayado que se trata de una reivindicación compartida por la mayoría de los Estados miembros. De hecho, hace dos semanas, Luis Planas y otros 19 ministros de Agricultura remitieron un escrito a la Comisión Europea en el que reivindican una PAC con un presupuesto suficiente y con personalidad jurídica e institucional propia, separada del resto de políticas comunitarias, para que pueda dar respuesta a los nuevos desafíos relacionados con la seguridad alimentaria, el cambio climático y la sostenibilidad de la actividad agraria. Los 20 ministros han aprovechado el Consejo del lunes para escenificar este apoyo de forma conjunta por una PAC independiente, autónoma y estratégica en el próximo Marco Financiero Plurianual.
Además de ser una garantía para la seguridad alimentaria, la PAC facilita que los productos agroalimentarios europeos sean competitivos en los mercados internacionales. Los ministros defienden que la PAC mantenga sus dos pilares actuales, ayudas directas a la renta de los agricultores y ganaderos y medidas de desarrollo rural, tal y como postula COPA-COGECA. El ministro ha agradecido, además, el apoyo unánime a esta reivindicación de las comunidades autónomas, que fortalece la posición española, y ha considerado también importante las movilizaciones anunciadas por las cooperativas y organizaciones agrarias de España y Europa para apoyar esta posición común.
Asuntos de actualidad. Pero más allá de las reivindicaciones para al futura PAC, los ministros comunitarios han abordado en su Consejo temas actuales. Entre ellos, el ministro Planas ha valorado de forma positiva el paquete de simplificación de la Política Agraria Común presentado por la Comisión Europea en mayo, porque recoge algunas propuestas clave impulsadas por España. Destacan la eliminación de la liquidación anual del rendimiento, la flexibilización de los ecorregímenes, la ampliación del régimen simplificado para pequeños agricultores, la reducción de las exigencias técnicas del sistema de monitorización de superficies y un mayor apoyo financiero a las organizaciones de productores de frutas y hortalizas.
Sobre temas de comercio, Luis Planas ha trasladado una vez más el apoyo a la estrategia de la Comisión Europea de alcanzar un acuerdo con Estados Unidos sobre aranceles que evite una escalada en la guerra comercial. Sobre los principios que han de regir las relaciones comerciales de la Unión Europea con terceros países, España aboga porque todo proceso de liberalización vaya precedido de una evaluación de impacto rigurosa, que haya sistemas de seguimiento para corregir posibles desviaciones, se contemplen cláusulas de salvaguarda y espejo que garanticen la reciprocidad de las normas de producción y en las concesiones comerciales, entre otras.
Acerca de las Nuevas Técnicas Genómicas (NTGs), Planas ha reiterado la urgencia de contar con regulación por su gran importancia para la competitividad y sostenibilidad de las producciones europeas. «Las NTGs permitirán a los agricultores afrontar con garantías los retos del cambio climático, la conservación de la biodiversidad y la demanda de alimentos de una población creciente», ha recalcado.
Explicación a los consejeros.
El ministro de Agricultura, Luis Planas, explicó hace unos días a los consejeros de Agricultura de las comunidades autónomas el contenido de la carta, liderada por España en nombre de 20 estados miembros, enviada a la Comisión Europea en defensa de una Política Agraria Común con suficiente dotación presupuestaria y una personalidad jurídica propia. Planas agradeció la posición común de todas las Consejerías, que refrenda la postura defendida por España ante la Comisión Europea a lo largo de las últimas semanas.