El despertar de los lobos solitarios

SPC-Agencias
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La guerra en Oriente Próximo está sacando de su letargo a muchos islamistas radicales. Solo en España, la Policía sigue a más de 300

El despertar de los lobos solitarios

«Youm al ghadab». En árabe esta expresión denomina el día de la ira, una frase que, desgraciadamente, ha comenzado a hacerse familiar en el mundo occidental a raíz del ataque de Hamás a Israel y la respuesta hebrea en la Franja de Gaza.

Días atrás, el dirigente de Hamás en Qatar, Khaled Mashal, hizo un llamamiento global para que todos los musulmanes dispersos por el mundo lo secundasen. Su exhortación instó también a impulsar una lucha permanente en contra de Israel y sus aliados, lo que se traduce básicamente en el bloque Atlántico. Con un cinismo cruel, Mashal les instó incluso a ser «creativos» en sus acciones terroristas.

Tras ese llamamiento, los lobos solitarios -personas que realizan individualmente acciones terroristas sin un apoyo organizado- han actuado en dos ocasiones. El pasado 13 de octubre, un joven de 20 años de origen checheno mató a cuchilladas a un profesor en un colegio de la ciudad francesa de Arras y también hirió a otras dos personas antes de ser detenido por la Policía. Estaba fichado por las autoridades galas y su hermano también acabó arrestado.

Tres días después, en Bélgica, un tunecino de 45 años con antecedentes por delitos contra la seguridad del Estado asesinó a tiros a dos aficionados suecos que acudían a un partido de fútbol de su selección. Apenas 24 horas después, las Fuerzas de Seguridad lo mataron de varios disparos al intentar detenerlo.

Los atentados cometidos por estos dos terroristas espontáneos de forma aislada, con internet como foco de radicalización, subrayan uno de los grandes problemas de seguridad de Occidente: los lobos solitarios. 

Y España no es ajena a esta amenaza que ahora ha reactivado la guerra en Oriente Próximo entre Israel, los palestinos y parte del mundo árabe.

Aunque desde el Ministerio del Interior se ha insistido siempre en enviar un mensaje de tranquilidad, lo cierto es que en España la Policía Nacional y la Guardia Civil mantienen bajo su radar de vigilancia a más de 300 lobos solitarios. 

 De ellos, al menos una docena combatieron en su día en las filas del Estado Islámico y todos están siendo monitorizados por el Centro Nacional de Inteligencia (CNI), según recoge el último informe del Departamento de Seguridad Nacional.

En relación al temor a un ataque terrorista en territorio español en el contexto de incremento de la tensión por el conflicto entre Israel y Hamás, el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska concedió que «los riesgos cero no existen». Una de los grandes temores de los países europeos es que se repitan atentados como el de Bruselas.

El Gobierno español reconoce que los lobos solitarios son una de las «máximas preocupaciones» en materia antiterrorista pero también subraya que se «trabaja día a día haciendo seguimientos continuados de todos los riesgos que puedan existir para neutralizarlos».

Con el conflicto entre Israel y Hamás elevando el riesgo de atentados, la Mesa de Valoración de la Amenaza Terrorista en España anunció que se van a adoptar «medidas complementarias de seguridad dentro del nivel 4 sobre 5 de alerta», lo que conlleva un refuerzo de dispositivos en «puntos especialmente sensibles por todo el territorio nacional y el incremento de las medidas antiterroristas por parte de las Fuerzas de Seguridad».

Así, las embajadas, estaciones, aeropuertos, los lugares de culto y los eventos culturales y deportivos como conciertos o partidos, estarán bajo este paraguas protector.

Interior ha decidido mantener el nivel 4 de alerta, aunque reforzándolo. Sin embargo, partidos como PP y Vox consideran que sería mejor elevarla al máximo, al 5. Ambas formaciones no comulgan con la forma en la que el Ejecutivo está gestionando el incremento de la amenaza. Los populares se quejaron de la negativa del Ejecutivo a convocar el Pacto Antiyihadista, que no ha sido activado desde que Pedro Sánchez llegó a la Moncloa. El alcalde de Madrid, José Luis Martínez Almeida, fue más lejos. «Elevar el nivel sería razonable», afirmó. 

Los de Santiago Abascal, por su parte. reprocharon al titular de Interior que esté más preocupado por la «desinformación, los discursos de odio y la islamofóbia» que de «los 300 lobos solitarios que pueden atentar en cualquier momento».