La Semana Santa no solo se vive en las calles, en las procesiones y en el fervor de sus habitantes; también se respira en las aulas de los colegios con identidad cristiana. Dos de estos centros, el Colegio La Milagrosa y el Colegio FEC La Sagrada Familia, han convertido este tiempo litúrgico en una oportunidad de enseñanza, reflexión y vivencia comunitaria. Desde la Cuaresma hasta la Pascua, cada actividad está impregnada de significado, con un objetivo claro: que los alumnos comprendan y vivan la fe de una manera cercana y auténtica.
Isidro García, director del Colegio La Milagrosa, explica que «durante el año realizamos diferentes celebraciones, comenzando con la Eucaristía de inicio de curso en septiembre y concluyendo con la Eucaristía final en junio». Y, por supuesto, la Semana de Pasión «es un momento clave en nuestro calendario».
La preparación para esta celebración comienza con el Miércoles de Ceniza, «cuando alumnos y profesores participan en la imposición de la ceniza en la capilla del colegio». Aquí en Cuenca, Los alumnos lo tienen «muy arraigado, y eso facilita mucho nuestra labor», señala García.
Fe en el aula - Foto: Reyes MartínezUno de los momentos más emotivos es la procesión del Viernes de Dolores, en la que todo el centro participa. «Los alumnos de infantil también llevan sus propios pasos, elaborados por sus familias». Algunas imágenes son «artesanales, hechas de goma eva, pero otras son réplicas en miniatura de los pasos que procesionan en la ciudad». Incluso hay niños que «traen sus tambores y acompañan la procesión con redobles». Es un momento «muy bonito y emotivo para todos».
De igual forma, cada destacar que, «durante la Cuaresma, cada jornada escolar comienza con una oración matutina adaptada al tiempo litúrgico, una práctica que ayuda a los alumnos a interiorizar el sentido de la Semana Santa». Sin olvidar el Vía Crucis que hacen todos los estudiantes de cara a los días de Pasión. Y es que aquí, «la Semana Santa se respira en cada rincón del colegio», remarca.
Por su parte, en el Colegio FEC La Sagrada Familia, la vivencia es igualmente profunda, pero con un enfoque diferente. «Nosotros celebramos la Cuaresma con la esperanza de llegar a la Pascua, que es lo realmente importante», comenta Mercedes Pérez, directora del centro. «Para nosotros, la Pascua simboliza la alegría del Evangelio, y toda nuestra preparación gira en torno a este concepto».
Camino cuaresmal. El colegio inicia el camino cuaresmal con dos celebraciones del Miércoles de Ceniza, una para primaria y otra para secundaria y bachillerato, ambas con la participación de las familias. «Los abuelos disfrutan mucho al compartir este momento con sus nietos», apunta Pérez.
Durante las cinco semanas de Cuaresma, cada tutoría se dedica a un valor específico: en infantil y primaria, se trabajan «los cinco poderes de la Cuaresma a la Pascua, como son Espíritu Santo, oración, confianza, amor y perdón», mientras que en secundaria y bachillerato se presentan como «cinco oportunidades; que son somos capaces de acoger al Espíritu Santo, de orar, de confiar, de amar y de personar». Cada semana, el tema se desarrolla a través del Evangelio del domingo y se adapta a las dinámicas escolares.
Una de las actividades más significativas en Colegio FEC La Sagrada Familia es la Semana del Perdón, en la que varios sacerdotes visitan el colegio para confesar a los alumnos que lo deseen. También celebran la Semana de la Solidaridad, en la que recaudan fondos para becas a través de actividades como el bocadillo solidario y el café solidario, reforzando el sentido de comunidad y ayuda mutua para los más necesitados.
Por tanto, en ambos centros educativos de la capital, la fe no es solo una asignatura más: es una lección de vida que deja huella en cada alumno.