«Esta legislatura va a ser la del revulsivo para Cuenca»

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La delegada de la Junta muestra todo su compromiso para que infraestructuras como el Hospital Universitario y otros proyectos sean realidad cuanto antes, además de avanzar en la igualdad, erradicar la violencia de género o frenar la despoblación.

Marian López, delegada de la Junta en Cuenca - Foto: E. León

Marian López, delegada de la Junta, recibe a La Tribuna en la nueva sede del edificio Iberia para explicar los objetivos que se marca. La exsenadora del PSOE asegura que está dispuesta a aportar su «granito de arena» y a dar el «200 por cien» para que el Hospital Universitario y otras infraestructuras sean realidad cuanto antes, además de avanzar en la igualdad, erradicar la violencia de género o frenar la despoblación. Desde el punto de vista personal resume su propósito con una frase lapidaria: «Quiero que mi hijo, que tiene 13 años, tenga en Cuenca el mejor futuro posible».

¿Cómo se ve la provincia desde esta nueva y flamante sede de la Delegación que acaban de inaugurar?

Todavía no me ha dado tiempo (sonríe)… La provincia se sigue viendo igual porque está mi cabeza. La ciudad se ve fabulosa. Vivimos en una ciudad preciosa que es Patrimonio de la Humanidad y quiero aportar mi granito de arena para que está ciudad dé un vuelco y se dispare en todos los aspectos. 

Marian López sale del antiguo ascensor que se conserva en el edificio IberiaMarian López sale del antiguo ascensor que se conserva en el edificio Iberia - Foto: E. León

Son casi tres meses los que lleva al frente de la Delegación de la Junta. ¿Ha tenido tiempo de tomar el pulso a la provincia?

Sí, claro que sí. Entre unas cosas y otras empezamos a mediados de julio con lo cual lo primero que me surgió fueron muchos acontecimientos populares en los pueblos. He hecho un recuento y desde que tomé posesión ya visité 42 pueblos de la provincia. En algunos sitios, por desgracia, he tenido que repetir, como es el caso de Buenache de Alarcón, donde he estado tres veces, o Iniesta, donde estuve dos veces, aunque en situaciones muy diferentes.

Imagino que muchas de su visitas fueron a pequeños municipios..

La mayoría. Mi preocupación son los pueblos. Obviamente la capital también, porque aquí tenemos grandes proyectos, pero me gusta la cercanía, el contacto con la gente, pisar el terreno. Además es que cada pueblo es un mundo. Me gusta conocer los pueblos, lo que hay en ellos me apasiona.

¿Qué le transmiten esos alcaldes con los que ya podido hablar?

Es curioso, pero no hay un pueblo igual. Cada pueblo tiene su naturaleza, su propia idiosincrasia, su gente, su manera de trabajar y gestionar. He visto pueblos en los que me ha sorprendido lo bien que lo gestionan y otros que necesitan más ayuda de nosotros. No hay un perfil definido de un municipio, cada uno tiene su propia naturaleza. Obviamente, nos necesitan porque hay pueblos muy pequeños, con muy poca gente y recursos económicos limitados, y ahí estamos para apoyarles en todo lo que sea gestión, infraestructuras , etc. Mi disposición es echarles una mano en todo lo que pueda tanto a nivel de recursos económicos como con cualquier otra gestión dentro de mis competencias.

La igualdad en las zonas rurales pasa por garantizar el acceso a los servicios públicos, entre otras cosas. ¿Qué pasos se están dando y cuáles le gustaría dar?

En materia de igualdad es público y notorio que se están dando pasos de gigante. De hecho, se acaban de cumplir cinco años de la publicación de la Ley para una Sociedad Libre de Violencia de Género, que es una ley real. Se están llevando a cabo políticas contra la violencia de género, que al final es una lucha contra la desigualdad. Estamos trabajando concienzudamente y es algo que más me enorgullece. El trabajo por la igualdad es fundamental en todos los niveles, y a nivel de desarrollo rural y del reto demográfico también lo es. Se están haciendo políticas de apoyo a las mujeres. Tenemos un Plan Corresponsables que está permitiendo en los pueblos la conciliación, que hasta ahora era más difícil, o la escuela de cero a tres años que en los pueblos pequeños permite que las mujeres puedan conciliar mejor. Es verdad que se están abriendo puertas y que se está cambiando la imagen de la mujer rural. Son muchas cosas porque en la lucha contra la despoblación no solo son infraestructuras, los servicios son importantes y estamos garantizando todos los servicios posibles, sobre todo los esenciales, en todos los municipios. 

Además es un provincia con mucho peso agrícola...

Sí, por eso también estamos apostando muchísimo por garantizar los puestos de trabajo y el relevo generacional en la agricultura. Cuenca es una provincia eminentemente agrícola. Dentro de nada, en diciembre, se publicará el nuevo plan de incorporación a la agricultura y se ha incrementado notablemente la ayuda. Se ha pasado de 37.000 euros a 60.000 euros que se van a dar de ayuda directa al agricultor que se incorpore, ya sea hombre o mujer... ¡No se puede imaginar la cantidad de mujeres que se están incorporando a la agricultura! Aparte, hay importantes ayudas para la inversión. La apuesta tanto por la igualdad por el mundo rural como por el reto demográfico es decidida, va unida y es transversal.

En algún momento dijo que «la igualdad no es una opinión». ¿La violencia de género se puede erradicar?

Se puede erradicar. No podemos estar encima de las 200.000 personas que viven en la provincia, pero luchamos para erradicarla. Ojalá que llegue el día en el que, sobre todo, no tengamos que hablar de fallecimientos. Este año van dos fallecimientos en la comunidad y ojalá que llegue un año en que no haya ninguno. La lucha contra la violencia de género incluye un ámbito muy amplio. La sufren las madres, los niños... Se sufre de muchas maneras porque muchas veces no es solo una agresión física o sexual, hay otros ítems que implican la violencia de género. Ojalá que llegue un día en el que no sea necesario invertir tanto en estos recursos, pero lo que nos compete es luchar.

Existen bonificaciones fiscales para quien se instale en un pueblo, el proyecto Arraigo, etc. ¿Qué más se puede hacer para frenar ese éxodo?

He hablado de despoblación con mucha gente de los pueblos. Vivir en un pueblo es calidad de vida y más si tienen todos los recursos públicos y asistenciales que necesitan. Una de nuestras obsesiones es generar suelo industrial para generar trabajo. Hay una cuestión que ya he hablado con el vicepresidente [José Luis Martínez Guijarro] que es generar posibilidades de vivienda, opciones habitacionales, porque hay reticencias en algunos municipios. Si no tienes una casa donde vivir, aunque tengas trabajo, al final tienes que buscarte otro sitio. Lo hemos hablado y es fundamental en todo el cómputo de acciones para garantizar una vida digna en un pueblo.

¿Cómo se va a avanzar en esta legislatura en la industrialización?

Se están dando pasos de gigante. En muchos casos somos muy cautos porque se tienen contactos con empresas que van a generar muchos puestos de trabajo en la capital. El objetivo prioritario es generar suelo industrial a un precio razonable para que las empresas elijan la provincia. Hace poco, el vicepresidente dijo que el objetivo era generar un millón y medio de metros cuadrados de suelo industrial. Es verdad que solo con el Parque Científico y Tecnológico tenemos casi 700.000. Una nueva empresa japonesa que se va a instalar en un futuro inmediato necesitaba más suelo industrial. Hay empresas interesadas en instalarse pero lo vamos a ir anunciado poco a poco porque no me gusta vender humo. Hay realidades factibles como el de esa empresa japonesa o ToroVerde, que este año quiere tener la declaración de interés regional para realizar un Plan de Singular Interés. Si todo va bien habrá más noticias buenas para Cuenca.

¿Se conseguirá desbloquear pronto el Plan XCuenca?

Para mí, personalmente, es una frustración. Tenemos que esperar a que se levanten unas medidas cautelares que son fruto de la sinrazón porque al final todos sabemos porqué se interpuso el recurso. El tren no va a volver. Se ha dado una alternativa espectacular con el transporte por carretera, que está funcionando muy bien. El proyecto lo que pretende es dignificar y unir la ciudad de Cuenca, que el centro sea el que se merece una Ciudad Patrimonio de la Humanidad. Es desolador que no podamos trabajar hasta que se levanten las medidas cautelares, aunque estamos trabajando en lo que podemos, que es tener todo preparado para el día que se levanten esas medidas y que no tengan que pasar meses.

¿Hasta qué punto es importante esa alineación política de la que tanto se habló en la legislatura pasada para sacar adelante estos proyectos?

Es fundamental. Yo he vivido otras épocas en los que he estado en el gabinete de la Delegación de la Junta y no había alineación de administración y la diferencia es abismal. Es poder trabajar. Un ejemplo es el centro de mayores de Las Quinientas. En una época anterior sufrimos para que el Ayuntamiento cediera el terreno y cuando hubo alineación de instituciones todo fue rápido. No puedo entender esos palos en las ruedas algunas veces por el hecho de no ser de tu color político. Al final, los que ganan o pierden son los ciudadanos. Me iré de la Delegación de la Junta con el orgullo de hacer cosas por los ciudadanos, no por mí. 

La pandemia cambió muchas cosas en la pasada legislatura y paralizó proyectos. ¿Es ahora el momento de echar el resto?

Es el momento. Emiliano García-Page lo decía aquí hace unos días: 'Esta legislatura es nuestra legislatura'. La pandemia paralizó y dejó muchas cosas para hacer. Se trabajó, pero no se pudo visibilizar el trabajo. Las administraciones no estuvieron paradas durante la pandemia. Tuvimos que trabajar contra la pandemia y en plena emergencia sanitaria, pero administrativamente se siguió trabajando. Estoy convencida que más pronto que tarde se van a ver en esta ciudad y en esta provincia los resultados de un trabajo de hormiguita que se ha estado haciendo. Lo hablaba con Darío Dolz, el alcalde, en la capital hay muchos proyectos de embellecimiento, acondicionamiento, infraestructuras de todo tipo que van a ver la luz. Estoy segura de que esta legislatura va a ser la del revulsivo para Cuenca.

El consejero Nacho Hernando dijo el otro día que las obras de los remontes del Casco Antiguo arrancarán «próximamente». ¿Será así?

El compromiso es que las obras empiecen antes de que termine el año. Dimos un paso importantísimo, que no es baladí, que fue que el Ayuntamiento aprobara una adenda al convenio en virtud del cual todo el gasto corra a cargo de la Junta a través de los fondos Next Generation. Está a punto de terminar de tramitarse el encargo a la empresa pública Tragsa para empezar el movimiento. 

¿El lado amargo de un cargo como el suyo son, por ejemplo, las visitas a los pueblos afectados por la DANA y ver el sufrimiento de la gente?

Fue duro y sorprendente ver la humildad de la gente. He visitado los tres pueblos más dañados por la DANA y además he estado en otros municipios. En Buenache, por ejemplo, me sorprendió la humildad de la gente, la desolación al ver casas inundadas y anegadas por el barro, con imágenes dantescas, y la desesperación de la gente. Ha sido emocionalmente duro, pero he empatizado mucho.

Hace unas días se aprobó la declaración de zona catastrófica. ¿Las ayudas compensarán las pérdidas a las personas afectadas?

Las pérdidas no se pueden compensar al cien por cien. He visto casas completamente destrozadas y el dolor no te lo va a quitar nadie. Económicamente va a haber ayudas importantes. Ahora mismo a través de las ayudas de emergencia, según la Subdelegación del Gobierno, se están recopilando datos e informes. Ya estamos en 103 solicitudes de emergencia.