El Conquense vive uno de los veranos más agitados de su historia reciente. Con una plantilla prácticamente por construir a pocas semanas del inicio de la pretemporada, la afición está inquieta, expectante, pendiente de cada movimiento del club. El hermetismo ha sido la tónica general desde que el nuevo grupo inversor se hiciera con las riendas de la entidad. De hecho, que el club lanzase la campaña de abonados sin apenas contar con cromos ha descolocado a más de uno. Pero, en medio de la incertidumbre, el director deportivo, César Navas, rompe el silencio para lanzar un mensaje de tranquilidad y confianza. La cabeza visible de la nueva dirección asegura que el trabajo es incesante.
Navas aclara que "tenemos varios jugadores cerrados, otros con contratos en proceso, y estamos en negociaciones con muchos más. No queremos precipitarnos. Queremos acertar en cada posición y fichar jugadores que realmente den el nivel que buscamos. Por eso hay que tener paciencia".
No obstante, las alarmas entre la afición han saltado con fuerza. A día de hoy, sólo se cuenta con un jugador en plantilla, que en este caso es Bema Sina, porque aún tiene contrato en vigor. El resto es una incógnita, aunque tanto él como el entrenador, Rubén Pulido, tienen ya bastante trabajo avanzado.
Con ese esfuerzo como bandera, y la ambición de devolver al club a cotas más altas, Navas tranquiliza y subraya que todos tienen que estar "tranquilos porque este proyecto es serio, está bien pensado y vamos a armar un equipo que ilusione". En este sentido, confirma que el mercado está en ebullición y que las decisiones se toman con calma. "Nuestro objetivo es formar el mejor equipo posible. Sabemos que la pretemporada está a la vuelta de la esquina, pero también tenemos claro que aún hay mucho margen antes del inicio liguero el 7 de septiembre".
De hecho, Navas no duda en afirmar que ningún equipo de Segunda RFEF tendrá su plantilla cerrada cuando arranque la pretemporada. "Es imposible. Siempre dejas huecos para jugadores que en julio tienen expectativas muy altas, y que con el paso de las semanas se ajustan a la realidad del mercado", añade.
El equipo tiene previsto arrancar los entrenamientos entre el 24 y 25 de julio. Para entonces, el objetivo es contar ya con una base sólida de jugadores. "Sabemos que la gente está impaciente, pero que estén tranquilos", asegura el director deportivo.
Salidas, renovaciones pendientes y el reto de empezar de cero. Uno de los temas candentes en las últimas horas ha sido la marcha de José Álvarez, uno de los jugadores más destacados del curso pasado. "Hizo un gran año, pero le pedimos algo de tiempo para planificarnos y entendemos que no quiso esperar. Firmó en otro equipo y le deseamos lo mejor", lamenta Navas. En cuanto a otros jugadores que aún podrían seguir, hay tres nombres sobre la mesa: Yuya, Kain y Héctor Rubio. "Con Yuya tenemos claro que queremos que sea uno de los pilares del equipo", resalta. Con Kain y Héctor "estamos en negociaciones y nuestra intención es que continúen", afirma. A ambos jugadores se les ha notificado esa intención real esta misma semana.
César Navas es contundente a la hora de resolver la incógnita de si es viable construir un equipo desde cero y que sea competitivo. Y es que "no solo es viable, sino que puede ser positivo. Tú eliges a los jugadores, al cuerpo técnico, construyes un equipo a tu medida. He vivido temporadas en las que casi todo el grupo era nuevo y los resultados fueron buenísimos. Lo importante es tener claro el modelo de juego, y con Rubén Pulido estamos convencidos de que vamos a sacar el máximo rendimiento".
Expectación sin nombres. "Entiendo que la gente esté impaciente". El silencio informativo ha sido motivo de incertidumbre entre los aficionados, pero el director deportivo tranquiliza y entiende que "haya impaciencia. A mí me pasaba de niño con el Madrid. Pero la realidad es que llevamos menos de tres semanas gestionando el club y estamos volcados al 100%. Todo llegará. Los nombres van a ilusionar, estoy seguro".
Los nombres aún no están sobre la mesa. Las caras siguen sin aparecer. Pero en los despachos del Conquense se cocina algo grande. El silencio, en este caso, no es pasividad. Es trabajo. Y de ese trabajo, está convencido Navas, saldrá un equipo capaz de competir y de volver a hacer soñar a Cuenca.