CLM tiene potencial para ser un clúster de energía en España

GUILLERMO GÜEMES
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La región no puede desprenderse de la central nuclear de Trillo a corto plazo, ya que repercutiría en la factura de la luz y aumentarían las emisiones de CO2

CLM tiene potencial para ser un clúster de energía en España - Foto: Rueda Villaverde

Castilla-La Mancha tiene el potencial suficiente para lograr convertirse en un clúster de energía renovable para España. Su ubicación en el territorio nacional, su extensión y el avanzado mix de generación eléctrica la posicionan a la cabeza con respecto a otras comunidades autónomas.

El 85,4 por ciento de la potencia eléctrica instalada en la región es renovable, estando hasta 20 puntos por encima de la media nacional (que ronda el 63 por ciento). Castilla-La Mancha se sitúa en la cuarta posición en cuanto a la proporción que ocupan las renovables en el mix energético de la región, tras Castilla y León (92,8 por ciento), Aragón (88,8 por ciento) y Galicia (84,6 por ciento).

En cuanto a la generación del mix eléctrico, la energía solar fotovoltaica lideró la producción de electricidad con un 35,2 por ciento del total; seguida de la eólica, 29,2 por ciento; la nuclear, responsable de casi un cuarto del total; el ciclo combinado, con un 4,9 por ciento; y, por último, la hidráulica, que aportó el 2,7 por ciento.

CLM tiene potencial para ser un clúster de energía en EspañaCLM tiene potencial para ser un clúster de energía en España - Foto: Rueda Villaverde

Esta combinación permitió a la región alcanzar 19.073 GWh (gigavatio-hora), siendo la segunda comunidad autónoma con más generación de energía acumulada de España, un 14 por ciento del total. Castilla-La Mancha «es un claro exponente de cómo desarrollar todas esas fuentes sin renunciar a ninguna», apunta Óscar Barrero, responsable de energía en PwC.

Las redes de distribución y las infraestructuras en todo el ámbito nacional son de primer nivel. Todo ello sumado a la diversificación y el equilibrio entre distintas fuentes de energía le permite a la comunidad autónoma apuntar alto: «Castilla La Mancha tiene la oportunidad de seguir siendo un elemento catalizador del desarrollo de renovables donde la comunidad tiene un papel muy importante, a la vez que permitir y facilitar la integración de demanda eléctrica, lo cual redundará en una gran oportunidad industrial para la región».

El reto de la región, y en general de todo el país, está en solventar la falta de disponibilidad de redes y puntos de conexión. Jorge Sanz, director asociado en Nera, asegura que, hasta que esto no se resuelva, «no podremos aprovechar la ventaja competitiva que nos brindan estas energías limpias».

CLM tiene potencial para ser un clúster de energía en EspañaCLM tiene potencial para ser un clúster de energía en España - Foto: Rueda Villaverde

Castilla-La Mancha posee muchos de los atractivos para la atracción de empresas ligadas al sector de la energía: suelo abundante y muchas horas de sol y viento al año, por encima de la media europea. «La competitividad de la energía solar en Castilla-La Mancha puede ser un elemento que atraiga inversiones en actividades electro-intensivas en los sectores industrial o de servicios», es ahí donde cree Sanz que debería apuntar alto la comunidad autónoma.

En varias ocasiones Emiliano García-Page ha incidido en las oportunidades que pierde la región en materia empresarial por lo que denomina un 'efecto embudo': la electricidad que se genera en comunidades autónomas como Castilla-La Mancha acaba en grandes polos industriales como Madrid, Barcelona o Bilbao, entre otros.

La modernización de las redes de distribución ha sido una de las demandas que entregó Page al propio presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, durante su encuentro en La Moncloa. Los expertos consultados por este periódico coinciden en que el proceso de electrificación que acompaña a una transición energética debe seguir un desarrollo equitativo para todos los territorios, si este paso a las energías limpias se quiere realizar de forma justa.

Donde no coinciden con el presidente autonómico es a la hora de señalar en qué lugar deben instalarse las empresas. Aclaran que son los consumidores quienes deciden la ubicación para instalarse. Otra de las opciones para la región es convertirse en 'driver' o «exportador de energía, lo cual también genera impacto socioeconómico y fiscal por sí mismo», añade Barrero.

De alguna manera, devuelven la pelota al tejado del Gobierno de Castilla-La Mancha: ¿Qué está haciendo la Junta para incentivar que las empresas elijan la región y no otros polos industriales?, esa sería la pregunta que debería estar puesta sobre la mesa. Simplificación administrativa, bonificaciones fiscales y regulatorias o más disponibilidad de ayudas son algunas de las posibles soluciones que tiene que barajar el Ejecutivo. Sin olvidar la atracción del talento, la única fuente que hará a España ser independiente, energéticamente hablando.

Energía nuclear, necesaria para una transición justa. Castilla-La Mancha no puede desprenderse de la energía nuclear. Al menos en el corto plazo. Las centrales nucleares son clave para garantizar una debida transición energética hacia un modelo más sostenible y justo. También para el bolsillo del consumidor. En la región hay dos plantas de energía nuclear Zorita, cerrada hace años y en desmantelamiento, y Trillo, con licencia extendida hasta finales de 2034 y con el fin de operación del reactor en 2035.

Las garantías del suministro y la factura de la luz son los principales escollos que deberá sopesar España si se desprende de forma inmediata de la energía nuclear. Esto ocurrirá porque hasta la fecha la energía proveniente de fuentes renovables (eólica, solar o hidrógeno verde, las principales en Castilla-La Mancha) no tiene la capacidad «suficiente de almacenamiento».

Para sustituir a las centrales nucleares España deberá aumentar en gran parte la contribución del ciclo combinado (CCGT). Dichos centros emplean en sus plantas dos turbinas, una de gas y otra de vapor, que giran rápidamente produciendo energía eléctrica. Mejora la eficiencia, pero aumenta el coste, se incrementan las emisiones de gases de efecto invernadero y eleva la dependencia con terceros países, al no contar España con una fuente propia de gas natural.

Es por ello que Barrero insiste en que «mantener el calendario del cierre nuclear actual impacta negativamente» en todos los aspectos clave anteriormente mencionados: costes en la factura que repercuten en el consumidor, emisiones de CO2, pocas garantías de suministro y dependencia con el exterior.

Por su parte, Sanz califica de «error histórico» la previsión del Gobierno central de cerrar las instalaciones de Zorita. Cree que ningún territorio puede desprenderse de la energía nuclear, ya que el mix de generación eléctrica de una comunidad autónoma no puede descuidar «la presencia de centrales de generación síncrona», aquellas que permiten regular el control de la tensión a nivel local.

Los efectos tendrán un alcance nacional, ya que la energía nuclear produce buena parte del mix energético. Concretamente en Castilla-La Mancha supone más del 23 por ciento de ese mix. Ambos expertos apuntan a que serán las poblaciones donde están asentadas las plantas nucleares quienes vean reducido el impacto socioeconómico de dicha energía, con la pérdida de valor añadido en esos municipios y la desaparición de puestos de trabajo directos.