«El ancla de una historia está en los personajes»

José Luis Enriquez
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La escritora conquense acaba de publicar 'La Canción del Fiordo', que es su quinta novela y en la que una vez más da rienda suelta a su prodigiosa imaginación con una historia que traslada al lector a la Dinamarca de finales del siglo XIX

Julia de la Fuente posa con un ejemplar de 'La Canción del Fiordo' en la librería Evangelio - Foto: E. León

Misterios, amores imposibles, fantasías o leyendas merodean siempre por la cabeza de Julia de la Fuente ( Cuenca, 1995). Todos estos ingredientes tejen también la trama de La Canción del Fiordo (Ediciones Urano), una historia plagada de guiños a Shakespeare, en la que se plantea una elección entre el pasado y el presente. Es la quinta novela que publica esta talentosa escritora y voraz lectora desde que era una niña, que ya ocupa un lugar preferente en la literatura juvenil.

Con La Canción del Fiordo son ya cinco las novelas que has publicado .¿Qué te lleva a escribir?

La Canción del Fiordo es la quinta novela que publico, pero estoy escribiendo la undécima. Es una necesidad dentro de mí porque desde los seis años tenía claro que quería escribir, que había historias a las que tenía que dar salida. Eso es lo que he hecho y por eso las escribo. Lo bueno es que del otro lado, los lectores las reciben muy bien, les gustan y me piden más.

¿Cómo es esa relación que se entabla con los lectores y qué impresiones te dejan?

La verdad es que es muy cercana y muy estrecha, también gracias a las redes sociales, porque es verdad que el oficio de escritor ha sido siempre un poco solitario. Al final, eres tú encerrado con tu historia. Pero tengo mucho acompañamiento de mis lectores a través de las redes sociales y me llega mucho cariño. Las novelas previas gustaron mucho a los lectores pero La Canción del Fiordo, en concreto, les está encantando. Todo esto te da ánimos para continuar.

Además de escritora eres docente de filosofía y psicología. ¿Qué te gusta más dar clase o escribir y enfrentarte a la página en blanco?

Ambas cosas las disfruto tanto… Ser docente es algo que disfruto un montón porque cuando estás en el aula quieres dar lo mejor de ti para los alumnos. Hay veces que puedes estar sin mucha fuerza, llegar cansada, pero cuando te pones ahí delante eso surge. Siempre me ha resultado muy sencillo ir hilando, viendo cómo contar las cosas. En cuanto a la página en blanco, nunca me ha dado excesivo miedo. ¡Tengo tantas ideas y ganas de contar cosas! Pero sí, tal vez sea más difícil la página en blanco porque, al fin y al cabo, tienes que lidiar contra tus propios demonios.

¿Qué te inspira para escribir?

Siempre digo que para ser un buen escritor, primero tienes que ser un buen lector. Así que parte de mi inspiración nace de todo lo que he leído desde que era muy pequeña. Creo que me he nutrido de buenas fuentes y eso hace que al final tenga un manantial.

¿Alguien que sueña con ser escritor, además de leer mucho, debe hacer talleres de escritura y escritura? 

Creo que es necesario formarse. A nadie se le ocurriría decir que va a participar en un ballet sin haber recibido clases nunca. A nadie se le ocurriría correr una maratón sin una preparación previa. A veces creemos con la escritura que por saber un lenguaje tenemos las técnicas suficientes como para contar una historia. No es lo mismo saber redactar un mail o la lista de la compra, que escribir una novela. Hay que formarse. Hay muchos cursos en las bibliotecas, también se ofrecen de forma privada. Además tienes que aprender de aquellos escritores a los que admiras.

Y hablando de escritores. ¿A cuáles admiras?

Tengo muchos y decir sólo algunos es injusto. Me gusta mucho Shakespeare, al que hago muchos guiños en la novela. Tengo mucho de él porque lo estudié muy a fondo, en especial cómo hilaba sus dramas, y creo que se me nota bastante que utilizo muchos recursos suyos.

En una novela, además de la trama, los personajes ocupan un papel muy relevante. ¿Cómo los construyes? 

Siempre digo a mis alumnas de escritura que el ancla de una historia son los personajes. Al final, la historia puede ser mejor o peor en la trama, e incluso en la estilística, pero si los personajes son fuertes y tienen gancho, el lector va a seguir leyendo porque quiere saber qué pasa. La clave radica en que parezcan personas reales y tienen que tener muchos matices. Tienen que tener deseos, pero también miedo. Tienen que tener fortaleza, pero también debilidades. Tienen que tener peculiaridades... Siempre intento jugar mucho con que tengan algún deseo muy fuerte, que hace que se mueva la trama, pero también algún miedo, que tengan dudas, reflexionen e incluso tengan que recular.

Todos eso sucede en La Canción del Fiordo. ¿Qué va a encontrar el lector en la novela?

A nivel de trama, se desarrolla en un pequeño pueblo de Dinamarca, en un fiordo, a finales del siglo XIX. En la novela hay muchos guiños a Shakespeare, a Hans Christian Andersen, por eso Dinamarca y también a Gustavo Adolfo Bécquer, porque de alguna manera había que barrer para casa. De hecho, uno de los personajes lee a Bécquer y en una de sus cartas manda una de sus poesías porque está estudiando castellano. La Canción del Fiordo cuenta la historia de Victoria Holstein, una rica heredera que para salvar a su familia de la ruina se ve obligada a prometerse con el nuevo capitán del ducado, que es un personaje que no se sabe de dónde ha llegado ni porqué. Su llegada coincide con el comienzo de una serie de desapariciones y asesinatos, que de alguna forma están relacionados con Victoria. Y justamente coinciden con el regreso del amor de su infancia, a quien prometió esperar soltera. Así que entre bailes de época, matrimonios concertados, cartas cruzadas, etc  tanto el lector como Victoria tendrán que descubrir quién es el causante de las desapariciones, qué grado de verdad hay en las leyendas del bosque que les rodea y, por supuesto, a quién va a elegir su corazón.

Una complicada elección...

En realidad esta es una historia de elegir entre el pasado y el presente. Con esta novela lo que se puede aprender es que por estar mirando atrás perdemos lo que está ocurriendo ahora.

¿Qué hay en esta novela de tus libros anteriores?

Es una trama completamente independiente. Sin embargo, hay algo que ya ha gustado a mis lectores de novelas anteriores y que se mantiene aquí. Son tres cosas. Una es mi estilo, que es muy metafórico y que dicen que recuerda a los cuentos clásicos. Mantengo también la importancia del folclore. En las novelas anteriores era un folclore inventado por mí. En este caso, es el folclore típico danés de aquella época, pero vuelvo a meter leyendas y seres fantásticos que están en el límite entre la realidad y el sueño. Una tercera cosa es que hay mujeres muy fuertes abriéndose camino en un mundo diseñado para hombres.

¿Cómo te has documentado?

Lo bueno es que hoy en día tenemos internet, que es una fuente maravillosa para informarse sabiendo filtrar. Además, a partir de internet puedes ir a libros más concretos.

En tus novelas hay romanticismo, fantasía, misterios… Son temas que siempre han existido en la literatura pero que nunca pasan de moda. ¿Te parece así?

Sí, así es. Al final, creo que una historia te llega porque te alude como ser humano. ¿Qué nos toca como seres humanos? Pues el amor, la dicotomía entre lo que deseo y lo que temo, que es algo con lo que me gusta jugar mucho. Son temas humanos que nunca pasarán de moda porque siempre los puedes rehacer desde una perspectiva diferente y te van a seguir tocando.

Hace poco se rodó un corto sobre La Canción del Fiordo. ¿Cómo surgió?

Es un booktrailer, una pequeña producción de unos cinco minutos que es como una introducción a la novela. Esta novela se la dedico a mi abuela, enferma de Alzheimer, y quería que la presentación fuera una gala benéfica a favor de la Asociación de Alzheimer. Es un proyecto muy importante para mí y muy bonito. Se sumó el director de cine Juanra Fernández y a partir de ahí todo su equipo, un montón de personas de aquí, de Cuenca, y con un gran talento. Así dimos forma a este booktrailer que también tiene música original compuesta por Javier Caruda, al actor Javier Muga como protagonista y un elenco de jovencísimos actores conquenses.

Es un libro especial que dedicas a tu abuela. ¿Su enfermedad te afectó personalmente a la hora de escribir la novela?

Fue posterior. Escribí la novela en el verano de 2020, que es cuando elAlzheimer convirtió a mi abuela en una persona ya completamente dependiente. Todo la familia nos turnábamos para cuidarla. Muchas tardes me quedaba con ella cantando, pintando, haciendo puzzles... Entretanto, si estaba entretenida escribía y sino, cuando volvía a casa. Ese verano fue agridulce, pero no recuerdo haber pasado tanto tiempo con mi abuela, haber cantado y reído tanto juntas. De alguna forma, esos recuerdos quedan impregnados en la novela, aunque no tenga nada que ver, pero ahí están, Cuando tuve la novela para publicar se la quise dedicar porque si la memoria olvida estas palabras van a ser eternas.

Ya estás trabajando en la undécima novela. ¿Puedes adelantar algo?

Estoy empezando. Había comenzado otro proyecto diferente, pero la editorial está recibiendo tan buenas críticas de esta novela que me han pedido que vuelva a escribir fantasía. Ahora estoy justo cerrando la trama en mi cabeza para empezar.

La novela juvenil romántica y de fantasía vive un momento dorado, un ejemplo está en el bono cultural. ¿Lo percibes así?

Vengo de la feria de Murcia y muchos jóvenes preguntaban si podían pagar con el bono cultural. Pero esos lectores ya estaban antes. Llevo muchos años acudiendo a la Feria del Libro de Madrid y venía gente muy jovencita, de 16 ó 17 años, que incluso obligaban a sus padres a hacer un viaje de dos horas en coche para llevarse el libro firmado. Creo que el bono cultural está ayudando en que eso exista. La literatura juvenil mueve mucho y es un público muy entregado. Si les convencen te van seguir, a apoyar y que se involucra mucho.

¿Es justo que la literatura juvenil se considere como un género menor?

Dentro de los círculos intelectuales, la literatura juvenil se trata como un género menor. Lo percibo así, al igual que mis compañeras, que también lo comentan. Pero yo estoy orgullosa de pertenecer a la literatura juvenil porque es la literatura que hace que haya adultos lectores. Tenemos un público maravilloso y entregado, que se mueve para tener la novela firmada, te contestan siempre...

¿Piensas que tu mejor novela está por llegar o que al menos es el espíritu que habría que tener?

Sin duda. Con cada novela intento retarme. Por supuesto, cuando llega el público y me pregunta 'por cuál empiezo', siempre digo que la última. Para mí, La Canción del Fiordo es la mejor novela que tengo publicada. Ahora, ¿es la mejor que tengo escrita? La mejor es la última que tengo escrita porque siempre intento seguir aprendiendo, retándome y seguir mejorando. Luego, a lo mejor, al lector le gusta una trama u otra, por ambientación o lo que sea, pero siempre intento que a nivel de calidad literaria la última aporte algo más que la anterior.