Asaja reclama medidas más contundentes por la sequía

J.L.E.
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Las pérdidas en el cereal de invierno están en torno al 75% de lo que puede ser un año normal y las organizaciones agrarias ya temen por el cultivo de girasol

Imagen del pasado domingo de campos de cereales de la provincia en los que se puede comprobar los efectos de la sequía - Foto: Asaja Cuenca

Los agricultores y ganaderos siguen mirando con preocupación al cielo  con el deseo de que las lluvias contribuyan, de una vez por todas, a paliar la situación crítica de los campos conquenses a causa de la sequía. Las escasas lluvias de los últimos días apenas han aliviado el estado de los cultivos herbáceos, y los agricultores conquenses ya se temen lo peor para el cultivo del girasol. Para colmo, la Agencia Estatal de Meteorología no prevé lluvias hasta el fin de semana. Para combatir esta difícil situación el Gobierno aprobó el pasado jueves en un Consejo de Ministros extraordinario un paquete con medidas urgentes frente a la sequía por valor de 2.190 millones de euros, que incluye ayudas directas al campo de 636 millones. 

Sin embargo, estas ayudas son «insuficientes» para organizaciones agrarias como Asaja.Según explica su secretario general en Cuenca, Manuel Torrero, «tras repasar el Real Decreto vemos que lo que son apoyos directos son insuficientes». Torrero subraya que para la ganadería extensiva las medidas son más amplias, no así para  pero el resto de agricultura y de explotaciones agrícolas afectadas por la sequía, «ya que  estimamos que la ayuda por hectárea va a ser pequeña». Además, reclama «medidas más contundentes» para intentar recuperar la pérdida de renta el sector y propone que «las instituciones europeas financien con una PAC más a los agricultores y ganaderos».

Y es que, como pronostican desde Asaja, el hecho de que la provincia de Cuenca pierda capacidad productiva «va a suponer un duro varapalo en las rentas» de las explotaciones de secano. «Se presenta una cosecha cortísima de cereal y probablemente cero de girasol», pronostica Torrero.

La situación que se describe desde Asaja por la ausencia de precipitaciones es tan real como cruda. «El cereal de invierno está muy afectado y calculamos que podemos estar en torno al 75% de pérdidas de los que podía ser un año normal, las leguminosas ni siquiera se van a poder cosechar, estamos en plena campaña de siembra de girasol y tenemos dudas más que razonables para pensar que el último no va a nacer». Asaja cuantifica las pérdidas económicas a consecuencia de la sequía en 44,6 millones de euros, pero esta cifra puede aumentar cuando en los próximos días se conozcan los resultados actualizados del Observatorio de la Sequía Agrícola y Ganadera.

El pesimismo sobre los efectos de la sequía también lo comparte UPA, desde donde explican que aunque llueva en los próximos días sería tarde para el cereal pero paliaría otros cultivos como el girasol, «siempre y cuando sean cantidades significativas». Así lo pone de manifiesto Salvador San Andrés, secretario provincial de UPA, quien   considera que las medidas aprobadas por el Gobierno central frente a la sequía «podrían ser mejores y habría que matizar algunas de las ayudas, pero lo importante es que se ha actuado con rapidez». 

Además, uno de los aspectos más positivos que ve San Andrés de estas ayudas aprobadas por el Gobierno central es la flexibilización de la PAC, «ya que ampliarse el plazo hasta el 30 de junio va bien para el girasol».