Federico Muelas pronunció hasta diez pregones de Semana Santa

José Vicente Ávila
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El 25 de noviembre se cumplirá el Cincuentenario de la muerte del poeta y escritor que dio a conocer con su lírica la Pasión conquense.

Federico Muelas pronunció hasta diez pregones de Semana Santa

«Yo creo haber explotado casi todos los campos posibles en relación con estos titulados pregones de Semana Santa. Del campo lírico al campo litúrgico, por un juego de extrañas circunstancias dolorosas unas, cordialísimas otras, el pregón de la Semana Santa de este año va a tener una fisonomía totalmente única. Desde el pozo de sombras donde me ha confinado la enfermedad, yo digo mis palabras, que son en realidad palabras viejas, puesto que ya en alguna ocasión y dándole un leve tono irónico me he referido a lo que debiera ser la Semana Santa del futuro». Así se expresaba Federico Muelas en el inicio de su Pregón de 1968, leído por Joaquín Benítez Lumbreras, por indisposición del poeta conquense.

Federico Muelas era consciente de que «Cuenca ha cambiado y está cambiando de raíz», y entendía que era el momento de hacer algunos cambios y «tener la posibilidad de introducir en los desfiles el arte de nuestro tiempo», con un deseo que él tenía y que no vio cumplido cuando falleció seis años después de ese Pregón de 1968: publicar el Libro Histórico de la Semana Santa de Cuenca, reuniendo los textos en prosa de tantos escritores y periodistas y la selección de poemas y fotografías de tantos reporteros o aficionados gráficos.

La obra literaria de Federico Muelas es inmensa en todo tipo de publicaciones, con premios nacionales de guiones cinematográficos en 1961 y de poesía en 1964, amén de decenas de premios y galardones, logrados en cincuenta años de producción literaria, pues el también farmacéutico Federico, delicado en su salud, se nos fue con 65 años de edad, no pudiendo disfrutar de una jubilación que para él hubiese sido un jubileo de conferencias, charlas y pregones.

Federico Muelas pronunció hasta diez pregones de Semana SantaFederico Muelas pronunció hasta diez pregones de Semana SantaEl poeta de Cuenca, el 'nazareno de la orilla', nos dejó el 25 de noviembre de 1974, por lo que este 2024 se cumple el Cincuentenario, pero en el recuerdo, y en los libros y folletos quedan sus escritos sobre Cuenca y su Semana Santa, reflejados sobre todo en sus pregones, que se remontan a 1945, año en el que, en plena reconstrucción de los desfiles procesionales, Federico Muelas, lanzó a la rosa de los vientos, a través de los micrófonos de Radio Nacional de España, las primeras palabras sobre la Pasión conquense: «Desde la entraña de Cuenca, mi tierra solar, desde esta inmensa Concha como un gigante tornavoz, digo mi castellano pregón a todas las gentes anunciando la solemne conmemoración de la Semana Santa». 

Otros pregones. Tras aquella primera intervención radiofónica siguieron otros tantos pregones radiados, hasta sumar diez (1945, 1947-48 (dos)-49-50-51-52, 1961, 1968), los dos últimos en público. La historia de los pregones, hasta 1991, se recoge en el magnífico volumen que publicó Luis Calvo Cortijo, recopilados algunos a través de las grabaciones de RNE y la mayoría de los publicados en Ofensiva-Diario de Cuenca y El Día de Cuenca, aunque en algunos casos sin estar completos por pronunciarlos sus autores con una serie de apuntes, como ocurrió en los casos de Pedro de Lorenzo y Luis López Anglada, entre otros. Curiosamente uno de los pregones que no pudo ser incluido en el citado libro es que pronunció Federico Muelas en 1961 en el salón de actos de la Casa Sindical, que llevaba un año inaugurada.

Desde 1945 y hasta 1960, con la excepción de 1954, los pregones se pronunciaron en Radio Nacional, unos años en Madrid y otros en los estudios de Cuenca. En el citado 1954 se celebró el primer acto multitudinario, en este caso en el Cine España, con pregón de Jesús Suevos. En el Pregón de Federico Muelas de 1961, con el título Exaltación y profecía de la Semana Santa de Cuenca, intervinieron los poetas Ángel del Campo, Enrique Domínguez, Martínez Fronce, Federico Mendizábal, Salvador Pérez Valiente, Carlos de la Rica, Acacia Uceta y Leandro de la Vega.

Se incluye en la reseña del acto literario que el salón estaba lleno y en el escenario figuraban los guiones de la hermandades de la Semana Santa y el grupo de escritores y poetas, «llegados desde Madrid», que pronunciaron sus versos.

«Sesenta minutos duró la bella exposición de ideas de nuestro gran poeta y cronista oficial de la ciudad, dedicados muchos de ellos a presentar al auditorio una visión futurista y realizable de la Cuenca que él tanto quiere y que desea ver mejor cada día, más bella, más turística, más abierta al exterior y más dueña de su propio ser que alguien ha querido ver trasnochado», publicaba Ofensiva en primera página.

Al día siguiente, el propio Federico Muelas pronunció «un pregón para forasteros» por los micrófonos de Radio Nacional de España, a las 20,45 horas. En la edición del periódico  del sábado, 24 de marzo, y en su Comentario Ciudadano, Eduardo Carbó se refiere al «Feliz comienzo» con estas palabras iniciales: «El Pregón de la Semana Santa conquense, celebrado con tanta solemnidad, abrió ayer las puertas de nuestra Semana Santa conquense, de cara a los más importantes acontecimientos ciudadanos de todo el año, puesto que participan en ellos todos los habitantes de la capital».

Resaltaba Carbó que «la voz jugosa, encendida, emocionada y brillante de Federico Muelas, adornada, rodeada por el abrazo poético de quienes le acompañaron en el acto de ayer, constituyó el clarín de llamada a todos los hombres de todas las tierras, para hablarles de Cuenca, de la religiosidad de Cuenca, hecha murmullo y hocino, hoz y río, pino y poesía».

Como hemos referido al comienzo, en 1968 escribió Federico su último pregón, leído por Joaquín Benítez Lumbreras, que hablaba del futuro de la Semana Santa y pedía que la procesión de nazarenos de la orilla –chopos dorados del otoño– fuese realidad con alguna procesión bordeando el Júcar o el Huécar. Sueños de un poeta nazareno de hilván dorado: 

«¿Llora el viento? ¿Llora el río? / ¿Quién llora en la noche santa? / Decidme, ¿de qué garganta / fulge este rumor sombrío? / No es tu dolor ni es el mío / que es la entraña del dolor. / Es madre mía, el amor / de Cuenca que lloró tanto / que está modelada en llanto / a imagen del Redentor».

Estos versos son del poema Procesión en la sombra, que pertenece al Pregón poético que pronunció Federico Muelas en el año 1950 en RNE de Madrid, fragmentado a lo largo del tiempo en numerosos escritos y pregones.

La aportación de Federico a la Semana Santa de Cuenca no sólo quedó en esa decena de pregones sino en multitud de reportajes y escritos en medios nacionales, de manera especial en ABC, que un Domingo de Ramos publicó una doble página con el título Cuenca escribe su historia con renglones procesionales, frase que había acuñado en pregones anteriores, ilustrada con fotografías de Nicolás Muller, con el Cristo de la Agonía en solitario subiendo por Palafox, con San Antón de fondo, la Soledad de San Agustín y unos penitentes de la provincia. Y aún otro pregón más, como el que pronuncio en San Miguel en la primera Semana de Música Religiosa de Cuenca de 1962. Y cómo no, sus pliegos de Villancicos Conquenses…

El escritor y periodista José Luis Muñoz Ramírez, que editó en dos tomos los artículos publicados en Ofensiva-Diario de Cuenca, bajo el genérico título de El articulista de periódicos. Cuenca, realidad y fantasía en la visión de Federico Muelas (1962-1974), señala que «Cuenca es el tema, Cuenca es el centro en cuyo entorno gira todo lo que hace Federico Muelas. A él se deben, sin exageración alguna, los más bellos versos escritos sobre la ciudad y sus rincones, encabezados todos por el espectacular soneto que, aparte su significado interior, es de una rara perfección formal».

En San Isidro. Fallecido el 25 de noviembre de 1874, los restos de Federico Muelas fueron inhumados en un nicho del Cementerio Cristo del Perdón y seis años después, en 1980, fueron trasladados a la ermita de San Isidro, donde en un espacio tapiado anejo entre el cementerio de hermanos y el de canónigos de la Catedral, fue excavada la tumba por parte de obreros del Ayuntamiento; cuatro años después fueron enterrados los restos de Fernando Zóbel  (de quien se cumple este año el Centenario de su nacimiento y 40 de su muerte)  y en 1985 se trajeron desde Madrid los restos mortales del escultor y principal imaginero de nuestra Semana Santa, Luis Marco Pérez, siendo construida la tumba en la entrada del ahora denominado Camposanto de Ilustres Conquenses, donde también reposan las cenizas de otros artistas y escritores como Miguel Zapata, Bonifacio Alfonso Gómez, Florencio Martínez Ruiz y Víctor de la Vega.