El consejero de Agricultura, Francisco Martínez Arroyo, compartió ayer en su blog 'ruralsiglo21', un artículo de opinión en el que analizaba el trabajo dentro de su área en la última legislatura.

Bajo el título de 'Cuatro años de resiliencia', Arroyo desgrana momentos difíciles de la legislatura, pero también recordaba grandes alegrías.

El consejero recordaba que, a pesar del panorama económico, la contribución del sector agroalimentario a la riqueza regional ha pasado del 15 al 18% en estos cuatro años, un «récord y una demostración de la capacidad de resiliencia de la agricultura, la ganadería y la industria agroalimentaria de una región que presume con mucho orgullo de nuestro campo y nuestros pueblos».

Sin olvidar la pandemia, la Filomena o la aún presente guerra en Ucrania, Martínez Arroyo destaca en su artículo la capacidad de respuesta que se ha ido ofreciendo desde las administraciones a los distintos problemas, señalando que «en Castilla-La Mancha siempre nos hemos adelantado, haciendo más fáciles todos los trámites a los que tiene que hacer frente el sector y canalizando nuevas ayudas extraordinarias, en total, todas ya pagadas, unos 160 millones de euros para los ganaderos y los agricultores con mayores dificultades, entre ellas una ayuda específica de 18 millones de euros para recuperar el olivar de la región tras el paso del temporal Filomena o la reciente ayuda para hacer frente a los efectos de la guerra en el encarecimiento de las materias primas, los piensos y, en general, todos los medios de producción, destinada a los ganaderos, unos 20 millones de euros, ya en las cuentas. A estas ayudas se unirán próximamente otros 56 millones de euros para la agricultura de secano y la recuperación de los leñosos a consecuencia de los efectos de la sequía actual».

El consejero de Agricultura ensalza a su vez «la puesta en marcha de una nueva PAC que aumenta la ayuda media por hectárea en Castilla-La Mancha y defiende a los pequeños y medianos productores, un nuevo programa de desarrollo rural ambicioso, con nuevas ayudas como la del viñedo de secano, 26 millones de euros, y un mayor compromiso, si cabe, con la producción ecológica, que contará con 160 millones de euros para los próximos 5 años. Y una nueva ley de la viña y el vino en una región que es, por encima de ninguna otra cosa, vino»

La creación de la marca 'Campo y Alma', con 36 figuras de calidad, el trabajo realizado para fortalecer el tejido cooperativo (con 15 agrupaciones de productores y ocho EAPIR), son otros de los hitos destacados por el consejero, que si se tiene que quedar con algo que haya marcado de verdad la legislatura en materia de campo elige dos leyes.

 La primera, la que aprobaron las Cortes Regionales en 2019, el Estatuto de las Mujeres Rurales; y la otra, la Ley de Agricultura Familiar, aprobada hace apenas unas semanas. «Dos leyes muy simbólicas y muy útiles para los hombres y mujeres de Castilla-La Mancha», señala Francisco Martínez Arroyo.

El consejero de Agricultura cierra su balance personal de la legislatura destacando «la inversión más alta de nuestra historia en regadíos, 260 millones de euros, o el mejor dato de desempleo agrario desde que hay registros». Buenos datos, en su opinión, con los que cree, «sinceramente, que merece la pena seguir avanzando».