La localidad conquense de Olmeda de la Cuesta, que se hizo popular hace una década por ofrecer solares casi gratis para atraer población, ultima su museo de la publicidad al aire libre con carteles de neón, chapas de varios metros como la del muñeco Michelin y placas de cerámica de marcas como Zotal, Harley-Davidson o Nitrato de Chile.
En declaraciones a Efe, la alcaldesa de Olmeda de la Cuesta, Sara Simal, ha explicado que antes del otoño está previsto que estén instalados los últimos veinte carteles realizados en azulejos de publicidad que han formado parte de la historia de España, y que se sumarán a los cincuenta ya colocados por varias calles de la localidad.
Entre ellos, el popular Nitrato de Chile, pero también los que recuerdan marcas como Cola Cao, Pepsi, pegamento Imedio, cerveza Mahou o el insecticida Orion.
"¡A mi plin! Yo duermo en Pikolin" con colchón verde y letras rojas y negras reza uno de los ya colocados en una de las viviendas de esta localidad conquense de 21 habitantes, que hace unos años contaba con una de las poblaciones más envejecidas de España.
"Sidra El Gaitero. Famosa en el mundo entero" o "Zotal desinfectante. Jabón total. Cura sarpullidos" en coloridas baldosas se suman a las chapas metálicas de unos tres metros de altura de publicidad tan popular como el toro de Osborne, el muñeco Michelin o el Tío Pepe, que también tiene una réplica similar al cartel luminoso instalado en la Puerta del Sol de Madrid.
Otro de esos carteles publicitarios iluminados es el que recuerda la tónica Schweppes y, aunque de menores dimensiones, es similar al letrero que corona el edificio Carrión, en la Gran Vía de Madrid.
Está instalado en la vivienda del anterior regidor del municipio, José Luis Regacho, impulsor de esta iniciativa la pasada legislatura, quien ha destacado que esto ha sido posible gracias al respaldo vecinal, dado que buena parte de ellos están colocados en las fachadas de las viviendas.
Carteles de Harley-Davidson y la Ruta 66 en un guiño a los moteros también forman parte ya de Olmeda de la Cuesta, una pequeña población de la Alcarria conquense que da la bienvenida a los turistas con la mítica "bombilla Philips" a la entrada del municipio.
Este proyecto para revitalizar la localidad y atraer turismo se suma a otros ejecutados en los últimos años, como un recorrido escultórico y etnobotánico con árboles y plantas representativas de varias comunidades autónomas.