La segunda parroquia de Tarancón, en funcionamiento desde 2011 en el centro parroquial y desde hace un año en nuevo templo, ha cumplido esta semana su primer aniversario. El párroco de la iglesia de San Víctor y Santa Corona, Miguel Ángel Caballero, asegura que «la respuesta de la gente es fenomenal a todos los niveles».

Las celebraciones de bodas o bautizos, también de entierros y comuniones, se han multiplicado. «Al principio se pensó en unir las misas matutinas del domingo, pero desde el primer día viene mucha gente, sobre todo la de niños está llena hasta la bandera», comenta el párroco de una iglesia que también cuenta con vicario parroquial, Germán Jiménez.

Caballero pone en valor que la nueva iglesia «es verdaderamente acogedora, hemos conseguido un espacio sagrado en un contexto arquitectónico que ayuda a venir y rezar». Asimismo, subraya que en un barrio «humilde» y principalmente de gente joven «se han creado unos vínculos de fe, una comunidad, porque el templo no es para venir a misa y ya está».

Cada primer domingo de mes se pide colaboración para seguir pagando el préstamo que se pidió para construir la nueva iglesia. El párroco recalca que «siempre sin exigir nada a nadie, lo que cada uno pueda y quiera». En esta línea, agradece las donaciones en este primer año, que por ejemplo han llevado a que la capilla del bautismo estrene un cuadro y una pila.

Caballero insiste en que la nueva iglesia de Tarancón, con numerosos grupos parroquiales activos y en crecimiento, «está viva, en movimiento». Lamenta la queja que formalizó ante el Ayuntamiento un vecino por el ruido de las campanas, que por ahora siguen sonando como el primer día, y no descarta mejorar la accesibilidad del edificio, sin rampa como tal.

Entre los proyectos, crear un calendario y una hoja parroquial para divulgar más sus actividades. El primer aniversario de la nueva iglesia se celebró el sábado con una vigilia de oración, que se dedicó a las víctimas de los atentados de París, y el domingo en las misas, con procesión previa y aperitivo posterior, además de una convivencia.