La juventud y la calidad técnica de José Carlos Terrón han cautivado a la dirección deportiva del Conquense. El tercer refuerzo de los blanquinegros, de 23 años y 1,74 de estatura, llega a Cuenca con un currículo de lujo tras formarse en las categorías inferiores del Racing de Santander y recalar en La Masía, donde coincidió con los blaugranas Tello, Romeu, Montoya y Bartra, entre otros.
Sin apenas presencia en el Burgos, el defensa cántabro espera ganarse la confianza de Jordi Fabregat y demostrar su valía en la Balompédica. Su capacidad de trabajo e ilusión son dos de sus mejores avales para triunfar y hacerse un hueco en el once titular. «Voy a darlo todo en el campo para tener más continuidad y ayudar al equipo», asevera el joven jugador de Torrelavega.
El juego combinativo de los blanquinegros agrada a Terrón: «La filosofía del Conquense encaja muy bien con mi forma de jugar. Me he criado en la cantera del Barcelona y me gusta que un equipo apueste por elaborar y tocar el balón, como quiere el míster».
Internacional sub 16 con España y sub 18 con Francia (su padre tiene la nacionalidad francesa), el flamante fichaje de los balompédicos prefiere mirar a corto plazo y no marcarse ninguna meta concreta. «Lo más importante es aportar al grupo. Hay que ir partido a partido y ser constantes», apunta.
Paso por Italia. Tras abandonar la disciplina del Barcelona hace cuatro años, Terrón volvió a su casa para firmar por la Gimnástica de Torrelavega, aunque pronto probó fortuna en el Parma italiano. Sin embargo, las lesiones cortaron su progresión. «Llegué en el mercado invernal, pero recibí el transfer a mediados de abril y luego tuve unos problemas en los isquiotibiales», argumenta el zaguero, quien compartió vestuario con figuras de la talla de Hernán Crespo, Amauri y Giovinco.
La polivalencia del exfutbolista de conjuntos como Terrasa, Sestao River y Osasuna B le permite actuar de central y lateral izquierdo. «Siempre he jugado en el centro de la defensa, pero mi estatura ha motivado que me adapto a otro puesto. De hecho, en el Sestao dispute 15 partidos de central y siete de lateral», señala.
El gran sueño de Terrón, una de las promesas que sobresalió en el torneo alevín de Brunete en 2003, es jugar en Primera División. Antes, el nuevo defensa blanquinegro espera triunfar en la Balompédica. «Desde la humildad, vamos a intentar hacer una gran temporada. Ojalá podamos luchar por el play-off de ascenso, pero no podemos presionarnos. Personalmente, espero aprovechar esta gran oportunidad y seguir creciendo», apostilla.
El lateral compartirá vestuario con el conquense Adrián Alarcón después de que la entidad hiciera ayer oficial el fichaje del ariete.