Humberto del Horno

Lo fácil y lo difícil

Humberto del Horno


Lentejas o balas

18/07/2025

No por esperado ha sido menos decepcionante el resultado del primer boceto diseñado por la Comisión Europea para lo que tiene que ser el próximo ciclo presupuestario de la PAC, a saber, el septenio 2028-2034. Del primer trazo a mano alzada que salió del puño de Ursula von der Leyen, –tocaya de la villana de La Sirenita–, hemos visto lo esperado, un hachazo al que llamarán recorte por hacerle de menos o por intentar difuminar la gravedad de lo que encierra. Por prender la mecha con los datos, decir a brocha gorda que lo que quiere quien manda en Europa en la hucha para la huerta del continente son 80.000 millones de euros menos, dando un bocado al montante actual de más del 20%, en un contexto en el que sin ningún reparo y al son de la flauta de Donald Trump, nos venderán que hay que quintuplicar el gasto en defensa. 

De cada billete de cinco euros que iba a destinarse al campo europeo se echaría a perder, con estos cálculos, un mordisco que equivale a la quinta parte del mismo. Curioso, teniendo en cuenta que es la diosa Europa la que ilustra este trozo de papel con el que compramos el pan. Me dirijo ahora a los casi 16.000 agricultores de nuestra provincia que cobran ayudas de la PAC. Con una mezcla de intuición, experiencia en instituciones europeas y un poquito de arte adivinatoria, les garantizo que no será para tanto. Y no lo será porque es intrínseco al tablero de Bruselas el viscoso arte de pintar de negro el cuadro para, con dos improvisadas manos de buena pintura blanca a posteriori, vender un exitoso gris que no debiera serlo tanto, pero que conformará a todos por evitar el mal mayor. Anuncian un 21% de recorte para que se quede en un 12%, y todos contentos.

Es por eso que a pocos minutos de que Von der Leyen diseñara un recorte que hizo tambalear hasta al pequeño y baldío huerto que mi abuelo dejó en barbecho en el pueblo allá por 2004, los eurodiputados Sigfried Muresan (Partido Popular Europeo) y Carla Tavares (Socialistas y Demócratas), cuyos partidos sostienen al gobierno europeo, avisaron de que no activarán la luz verde en el Parlamento a los planes de la Comisión Europea. No es casualidad, forma todo parte del baile de máscaras que acontece en la plaza de Luxemburgo de la capital europea con cierta asiduidad. Tirar por un lado, aflojar por otro para hacerse el muerto después, mientras los que gobiernan silban y los gobernados celebran no haber sido ajusticiados del todo. 

Pero más allá de la punta del iceberg que supone quedarse en el frío dato del recorte presupuestario, lo que habrá de preocupar al campo conquense es el hecho de que la Comisión Europea plantee ahora fusionar sus dos pilares en uno solo, y meter en el mismo cajón las ayudas directas a todo lo que rodea al Desarrollo Rural, un apartado del que depende, por ejemplo, incentivar la incorporación de los jóvenes al campo. Para más gravedad, se quieren condicionar todas las ayudas al cumplimiento de objetivos por países... Imagínese que llenar su despensa dependa de si le ha pasado la ITV al coche. Ningún sentido. Y ahora, de todos depende que a la PAC no se le caiga la letra 'C'. Tocará defender el girasol de Tarancón, la DO de Uclés, el ajo de Las Pedroñeras o las lentejas de El Peral en la medida de nuestras posibilidades, ante una 'Mamá Europa' que todo lo puede y todo lo vale. Y que, según parece, prefiere pagarle las balas a Estados Unidos que a ustedes el puchero.