Alberto Núñez

Veroniqueando

Alberto Núñez


«No pidas a quien pidió...»

04/07/2025

El refranero español es un rico tesoro de nuestra lengua. Como dicen los mayores, todos los refranes trabajan. Hay un refrán que dice: «No pidas a quien pidió, ni sirvas a quien sirvió», y significa que no se debe buscar ayuda ni servir a alguien que ha experimentado la misma situación de necesidad en el pasado porque, probablemente, no mostrará empatía o comprensión.

Trasladado al mundo del toro, este refrán es un símil de lo que en ocasiones ocurre y poco se habla. Muchas veces echamos las culpas a los empresarios de no contar con toreros que con méritos suficientes no entran en ciertas ferias o carteles, incluso a las figuras, que prefieren lidiar siempre sus ganaderías e ir 'arropaditas'. Pero hay otro problema, los toreros que salen del ostracismo y empiezan a pensar en cotas mayores o sus apoderados, y los «¿por qué no me quitas a éste y me pones al otro?». No, señor, cuando algo se gana en el ruedo hay que abrir paso, no hay que poner trabas, por muchas que a ti te pongan o te hayan puesto.

¿Acaso quita categoría anunciarse con un torero con condiciones y que ha dado motivos para estar en ciertos carteles? Creo que da categoría, no la quita. Antiguamente, cuando un torero triunfaba, la figura decía: «Póngamelo allí con esta ganadería». Esa es la esencia. Un torero o un apoderado debe hacerse respetar en los despachos, pero nunca aprovechar su estatus para quitar a otros que están en la situación donde no hace mucho se encontraban ellos mismos.

Una cosa me gustaría decirles en voz alta a los que empiezan a tener fuerza: No hagan como ellos, habrán carteles, no pongan trabas... al contrario, pidan al torero que se lo ha ganado en el ruedo, aunque sea un 'tieso', dicho con respeto. Porque además, cuando la meritocracia entra en escena, todos ganamos. Para que las plazas se sigan llenando, tenemos que dar a conocer a los toreros con posibilidades de ser figura y tomen el relevo. La tauromaquia es un arte, y como tal hay que desmontar mitos, como el de no abrir plaza... ¡pero si Morante puso Las Ventas boca abajo en el primero de la tarde! A cuanta más autenticidad, más pureza, más improvisación y menos exigencias, más fluye el arte, la pasión y la grandeza de nuestra fiesta.