Javier Ruiz

LA FORTUNA CON SESO

Javier Ruiz


Salva2

07/12/2023

Pusieron a Page como en Doce del Patíbulo, frente a ciento veintiún sillas vacías para acreditar su soledad. Sin embargo, supo reaccionar a tiempo a la pregunta de Gonzo y contestó que llenaría la sala con toda la gente que lo para y apoya para reforzar su posición en el partido. Incluso un señor de Málaga que no estaba en el guion de atrezzo que había preparado Gonzo en su programa también lo hizo. No así un catalán indepe que paseaba ese día alrededor de la catedral de Toledo. Qué casualidad, oye. En cualquier caso, el Salva2 de Gonzo es menos sectario y sesgado que el de Évole, infumable para cualquiera que no tenga diarrea mental ideológica. La aparición del presidente de Castilla-La Mancha en la Sexta se saldó con un ocho por ciento de share, ligeramente superior a la media y muy por encima del último Salva2 político con Junqueras. Sus rezos a la Moreneta no debieron servirle para ganar el favor del público.
La cuestión es que Page salió bastante airoso de la encerrona que le perpetraron. Baja a los infiernos como el Dante, porque sabe que no hay más remedio que hacer aquello que Don Marcelo decía a los postres de la mesa, predicar entre herejes. Para algunos de cartón piedra izquierdosos, Page es un traidor o Vellido Dolfos, aunque no tengan ni idea los logsitos quién era ese señor. Y, sin embargo, Emiliano cosecha ovaciones y apoyos cerrados allá donde va, aunque haya tenido que lidiar con la intolerancia de los propios y ajenos. Si uno cosecha improperios de ambos lados en tiempos de polarización máxima, es que lo está haciendo bien y sigue siendo uno de los escasos puentes que quedan en pie entre ambas orillas. Es un papel ingrato, pero se ve, se nota, se percibe que cree en lo que dice y con su verdad camina por la vida, le pese a quien le pese.
La derecha lo ha puesto fino porque no ha dado pie a casos de transfuguismo. Él ha resuelto la papeleta diciendo que hubiera dejado su acta de diputado en caso de votar en el Parlamento. Como hizo Sánchez en el 16, camino de su no es no, el precipicio, la sedición, la amnistía, la humillación y la burricie intelectual. Porque a mí no me digan ni los muy cafeteros que esto no es indecente. Esto no es acuerdo ni transición… Es demolición, degradación y escándalo. Como si Felipe II hubiera ido corriendo tras Antonio Pérez para nombrarlo gobernador o virrey de Aragón. 
Pero Emiliano es listo y se cuela por la gatera. Lo demostró hace seis años, cuando Podemos le rompió los cristales de los presupuestos en la jeta. Salió a decir que ya lo sabían otros, que era una traición e indecencia de dentro… Y recompuso las costuras haciéndose chiquito, metiéndolos en el gobierno y ahogándolos con el abrazo del oso. Consiguió liquidarlos, quitárselos de encima… Ahora, un lustro más tarde, vuelve a estar en minoría y por eso torna a hacerse pequeño. Cuando el arco se estrecha, el elefante no pasa pero el colibrí sí. Y baja a los círculos del Hades nuevamente para someterse al trajín de los paniguados del régimen, esos mismos que si cambia la tortilla volverán con el rabo entre las piernas para decir lo contrario. 
Un salvadoreño experto en guerrillas viene a testar nuestro régimen democrático y Sánchez compara la situación con el fin de la Eta. No sé yo Puigdemont lo que pueda aguantar. Pero lo que Pedro no sabe es que está sentado sobre un barril de pólvora mientras Emiliano observa desde las aguas del Tajo como un pastor de Garcilaso. Los sanchistas van a por Page y él lo sabe. Con su mayoría absoluta, verdaderamente es el único que está salvado.