El personaje de la postguerra sobre el que más se ha escrito en Cuenca, Basiliso Serrano Valero El manco de La Pesquera, cumple hoy 10 años desde que sus restos mortales fueran trasladados a la localidad.
El guerrillero, que nació en 1908 en el seno de una familia humilde, fue miembro destacado de la CNT, por lo que después de la Guerra Civil estuvo en el punto de mira. La persecución le llevó a esconderse en el monte, sabiendo que algunos a los que él había salvado la vida podían traicionarlo en cualquier momento.
Así, se incorporó a la guerrilla el 15 de febrero de 1946, al encontrase con una partida. Basiliso o Fortuna (apodo en guerrillas) y sus compañeros mantuvieron en jaque a Guardia Civil, durante siete años de guerra en el monte. El Manco, apodo que le fue dado por faltarle algunos dedos de la mano izquierda, perdidos cuando estaba preparando un explosivo, fue detenido por la Guardia Civil el 27 de abril de 1952 en Cofrentes (Valencia) y posteriormente condenado a muerte por un tribunal militar. El 10 de diciembre de 1955 fue fusilado en Paterna (Valencia) y enterrado en el nicho 475 del cementerio.
El 9 de diciembre de 2005 se exhumaron sus restos. Al día siguiente, en el 50 aniversario de su fusilamiento, Basiliso volvió a La Pesquera. Fueron muchos los que se unieron para darle el último adiós en su localidad. Era un día muy importante para La Pesquera, pues se cerraba una herida.
En estos diez años no han faltado visitas en su humilde tumba ni flores puestas casi siempre por manos anónimas.